El metro de Málaga ha llegado al punto álgido de las obras. En estos momentos se acometen, por un lado, los acabados interiores y el acondicionamiento de las estaciones en la línea 2 (Carretera de Cádiz), y al mismo tiempo se excavan los túneles de la línea 1, entre Teatinos y la avenida de Andalucía. Y para eso hace falta mucho dinero. La empresa concesionaria de los trabajos se ha situado ya como una de las entidades españolas con un mayor volumen de inversión, con una producción media mensual de diez millones de euros y puntas de hasta doce millones.
Este es el valor de las certificaciones que emiten las entidades vinculadas a los trabajos, según explica el director de la Oficina del Metro, Enrique Salvo: «Son unos niveles de producción únicos, aunque en los próximos meses se producirán incluso picos más altos», asegura, tras la reciente entrada en nuevos tramos, como el paso subterráneo bajo la ronda oeste.
Según el desglose aportado por la entidad, el 30% del presupuesto se destina al pago de las nóminas de los 1.600 trabajadores que, de media, se dan cita en los tajos. «El pico estuvo en agosto, con 1.700 empleados; ahora ha bajado un poco pero con las obra que han empezado volvemos a remontar».
Los principales indicadores para hacerse una idea del volumen de esta infraestructura son los referidos al consumo de acero y de hormigón. En el primer caso, supone un 34% del gasto, tanto por las miles de toneladas necesarias como por su elevado precio. En esta partida se incluye el suministro de otros materiales, los subcontratistas y el alquiler de la maquinaria. A su vez, otro 13% del presupuesto se destina a cemento. En estos momentos están terminados el 80% de los diez kilómetros de muros pantalla que componen los dos ramales, buena parte ejecutados durante este último año: «Estamos a pleno rendimiento, con velocidad de crucero, tanto en el túnel como en la arquitectura, las instalaciones y los trabajos en superficie».
Las partidas se completan con el suministro de energía, tanto de combustible como de electricidad, que copa el 8% de las facturas. Y el 15% restante, que se destina a personal indirecto y otros gastos.
Empresa capitalizada
Metro Málaga, la sociedad concesionaria de la Junta para la construcción y explotación de las líneas 1 y 2 del suburbano, cuenta con un capital social de 136 millones de euros, lo que la convierte además en una de las empresas con más recursos financieros de Andalucía. La entidad está participada por FCC, Sando, Azvi, Comsa, Vera, Cajamar y el Gobierno andaluz, a través de la sociedad pública Giasa.
Asimismo, cuenta con un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por un importante de hasta 375 millones. Las obras de las líneas 1 y 2, que abarcan ya más de 86% de su trazado, arrancaron en junio de 2006. Desde entonces, y como recuerda el director del proyecto, se han incorporado varias mejoras en el diseño inicial, con el objetivo de aumentar la funcionalidad y seguridad del suburbano, así como la intermodalidad entre sí -la llamada «solución Bustinduy»- y con otros modos de transporte, como la estación María Zambrano y la terminal de autobuses.
Ello hace que el presupuesto de la inversión se haya incrementado, de momento, hasta los 651 millones de euros, aunque se estima que esta cifra ascienda hasta los 700 millones, el mayor volumen de la historia en la capital malagueña.
Este es el valor de las certificaciones que emiten las entidades vinculadas a los trabajos, según explica el director de la Oficina del Metro, Enrique Salvo: «Son unos niveles de producción únicos, aunque en los próximos meses se producirán incluso picos más altos», asegura, tras la reciente entrada en nuevos tramos, como el paso subterráneo bajo la ronda oeste.
Según el desglose aportado por la entidad, el 30% del presupuesto se destina al pago de las nóminas de los 1.600 trabajadores que, de media, se dan cita en los tajos. «El pico estuvo en agosto, con 1.700 empleados; ahora ha bajado un poco pero con las obra que han empezado volvemos a remontar».
Los principales indicadores para hacerse una idea del volumen de esta infraestructura son los referidos al consumo de acero y de hormigón. En el primer caso, supone un 34% del gasto, tanto por las miles de toneladas necesarias como por su elevado precio. En esta partida se incluye el suministro de otros materiales, los subcontratistas y el alquiler de la maquinaria. A su vez, otro 13% del presupuesto se destina a cemento. En estos momentos están terminados el 80% de los diez kilómetros de muros pantalla que componen los dos ramales, buena parte ejecutados durante este último año: «Estamos a pleno rendimiento, con velocidad de crucero, tanto en el túnel como en la arquitectura, las instalaciones y los trabajos en superficie».
Las partidas se completan con el suministro de energía, tanto de combustible como de electricidad, que copa el 8% de las facturas. Y el 15% restante, que se destina a personal indirecto y otros gastos.
Empresa capitalizada
Metro Málaga, la sociedad concesionaria de la Junta para la construcción y explotación de las líneas 1 y 2 del suburbano, cuenta con un capital social de 136 millones de euros, lo que la convierte además en una de las empresas con más recursos financieros de Andalucía. La entidad está participada por FCC, Sando, Azvi, Comsa, Vera, Cajamar y el Gobierno andaluz, a través de la sociedad pública Giasa.
Asimismo, cuenta con un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por un importante de hasta 375 millones. Las obras de las líneas 1 y 2, que abarcan ya más de 86% de su trazado, arrancaron en junio de 2006. Desde entonces, y como recuerda el director del proyecto, se han incorporado varias mejoras en el diseño inicial, con el objetivo de aumentar la funcionalidad y seguridad del suburbano, así como la intermodalidad entre sí -la llamada «solución Bustinduy»- y con otros modos de transporte, como la estación María Zambrano y la terminal de autobuses.
Ello hace que el presupuesto de la inversión se haya incrementado, de momento, hasta los 651 millones de euros, aunque se estima que esta cifra ascienda hasta los 700 millones, el mayor volumen de la historia en la capital malagueña.