La provincia ha destruido en un año 47.000 empleos netos, la quinta parte de lo que creó en la extraordinaria etapa expansiva que duró de 1993 a 2007. Los empresarios vaticinan que se rondarán los 250.000 parados a final de año y claman al Gobierno por medidas "estructurales"
JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA La provincia de Málaga perderá unas 6.000 empresas este año en virtud de las descorazonadoras previsiones para 2009, en el que se confirma un escenario de recesión económica y un decrecimiento del Producto Interior Bruto del 1,5%. La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) auguró ayer en la presentación de su informe socioeconómico anual que Málaga cerrará el año con un brutal dato de entre el 32% y el 33% de tasa de paro, lo que podría acercar la cifra de parados, calculando las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), a las 250.000 personas.
El vicepresidente ejecutivo de la CEM, Javier González de Lara, no dudó en calificar la situación como "muy preocupante", y recordó que en 2008, cuando la crisis se reveló en toda su crudeza, ya se perdieron casi 2.000 empresas y 47.000 empleos netos, con un tasa de paro del 23% al acabar el ejercicio.
Málaga acabó así el pasado año con menos de 54.000 empresas adscritas al Régimen General de la Seguridad Social (aunque la media anual refleje 58.000), lejos del pico de casi 60.000 empresas alcanzado hace justo dos años, antes de que estallara la crisis de las hipotecas ´subprime´ y se iniciara la cuesta abajo de la economía mundial. De confirmarse los negros pero verosímiles pronósticos de la CEM, Málaga caería a final de 2009 a las 48.000 empresas, un volumen que devolvería a la provincia a los niveles de inicios de 2003.
Medidas dispares. De Lara, acompañado del presidente de la CEM, Vicente García, y del resto de la junta directiva, tildó las cifras de "escalofriantes, absolutamente desconocidas". El 2008 se llevó por delante casi una quinta parte del empleo generado por Málaga en 14 años de continuada expansión económica iniciada en el año 93. La provincia creó en ese tiempo 255.000 empleos netos, tantos como la población de una capital como Granada.
"Cuesta mucho crear empleo, pero es muy fácil perderlo", señaló el portavoz empresarial, que se preguntó "qué será del resto de Andalucía" si Málaga, que ha sido la locomotora de la región en este tiempo, pierde su dinamismo económico. No hay que olvidar que Málaga aporta a las arcas andaluzas el 25% de toda su recaudación tributaria.
Los empresarios certificaron la debacle del sector de la construcción en Málaga y la "debilidad y atomización" de un sector industrial que apenas supone el 8% del PIB provincial. El único consuelo lo sigue ofreciendo el turismo, el único segmento que resiste "razonablemente bien" la crisis. De cara a estos próximos meses, la CEM, que ayer celebró su asamblea anual en el edificio del Rectorado de la UMA, confía en que en verano se produzca "un respiro" en los datos negativos, aunque emplazaron a las administraciones a poner en marcha "medidas anticrisis y estructurales que permitan remontar esta situación tan alarmante".
Desde luego, no ahorraron críticas al papel de los poderes públicos en esta crisis. Respecto a las últimas medidas del Gobierno, aseguraron que no están dando el resultado apetecido. "Son muy dispares, descoordinadas, poco profundas y con escaso consenso institucional. Va en la dirección adecuada pero no se están tomando medidas concretas".
La CEM reclamó diálogo social y pactos de Estado para un plan de choque en materias de financiación, fiscal y laboral. Tampoco ven con simpatía el nuevo modelo productivo sostenible anunciado por el presidente Zapatero hace unos días en un mitin y que empezará a funcionar en Andalucía. El plan incrementará en 12.000 millones de euros el desembolso de las administraciones, algo que la CEM ve "incoherente e improvisado" en estos tiempos. La patronal cree que, en lugar de imponer un cambio de modelo, se deberían dar incentivos que "permitan hacer variar por sí mismo el modelo de crecimiento hacia una economía más flexible y diversificada".
Sin ´brotes verdes´. Tampoco se vislumbra, por ahora, la luz al final del túnel. "Es muy pronto para hablar de brotes verdes. Aquí no los vemos", dijo González de Lara, que apunta que su organización asiste al "sufrimiento de muchas pymes y autónomos" sin "un dato objetivo" que indique que se ha tocado fondo.
En referencia al Debate del Estado de la Nación, reprochó al Gobierno que proponga medidas anticrisis "que luego no se pueden aplicar", lo que "no es más que el reflejo del concepto de improvisación". A su juicio, el Ejecutivo anuncia medidas que "al día siguiente crean un gran consuelo aparente", pero que se quedan en poco más.
González de Lara lamentó que las medidas se tomen en "situación electoral" y que España viva de forma "permanente" en este estado. Por su parte, Vicente García afirmó en lo referente al cambio de modelo que "hay que tener cuidado con las frases bonitas que después no responden a la realidad. ¿A qué se va a dedicar ahora este país?", se preguntó García, que calificó de "estupidez" la iniciativa de "regalar a la gente un ordenador".
JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA La provincia de Málaga perderá unas 6.000 empresas este año en virtud de las descorazonadoras previsiones para 2009, en el que se confirma un escenario de recesión económica y un decrecimiento del Producto Interior Bruto del 1,5%. La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) auguró ayer en la presentación de su informe socioeconómico anual que Málaga cerrará el año con un brutal dato de entre el 32% y el 33% de tasa de paro, lo que podría acercar la cifra de parados, calculando las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), a las 250.000 personas.
El vicepresidente ejecutivo de la CEM, Javier González de Lara, no dudó en calificar la situación como "muy preocupante", y recordó que en 2008, cuando la crisis se reveló en toda su crudeza, ya se perdieron casi 2.000 empresas y 47.000 empleos netos, con un tasa de paro del 23% al acabar el ejercicio.
Málaga acabó así el pasado año con menos de 54.000 empresas adscritas al Régimen General de la Seguridad Social (aunque la media anual refleje 58.000), lejos del pico de casi 60.000 empresas alcanzado hace justo dos años, antes de que estallara la crisis de las hipotecas ´subprime´ y se iniciara la cuesta abajo de la economía mundial. De confirmarse los negros pero verosímiles pronósticos de la CEM, Málaga caería a final de 2009 a las 48.000 empresas, un volumen que devolvería a la provincia a los niveles de inicios de 2003.
Medidas dispares. De Lara, acompañado del presidente de la CEM, Vicente García, y del resto de la junta directiva, tildó las cifras de "escalofriantes, absolutamente desconocidas". El 2008 se llevó por delante casi una quinta parte del empleo generado por Málaga en 14 años de continuada expansión económica iniciada en el año 93. La provincia creó en ese tiempo 255.000 empleos netos, tantos como la población de una capital como Granada.
"Cuesta mucho crear empleo, pero es muy fácil perderlo", señaló el portavoz empresarial, que se preguntó "qué será del resto de Andalucía" si Málaga, que ha sido la locomotora de la región en este tiempo, pierde su dinamismo económico. No hay que olvidar que Málaga aporta a las arcas andaluzas el 25% de toda su recaudación tributaria.
Los empresarios certificaron la debacle del sector de la construcción en Málaga y la "debilidad y atomización" de un sector industrial que apenas supone el 8% del PIB provincial. El único consuelo lo sigue ofreciendo el turismo, el único segmento que resiste "razonablemente bien" la crisis. De cara a estos próximos meses, la CEM, que ayer celebró su asamblea anual en el edificio del Rectorado de la UMA, confía en que en verano se produzca "un respiro" en los datos negativos, aunque emplazaron a las administraciones a poner en marcha "medidas anticrisis y estructurales que permitan remontar esta situación tan alarmante".
Desde luego, no ahorraron críticas al papel de los poderes públicos en esta crisis. Respecto a las últimas medidas del Gobierno, aseguraron que no están dando el resultado apetecido. "Son muy dispares, descoordinadas, poco profundas y con escaso consenso institucional. Va en la dirección adecuada pero no se están tomando medidas concretas".
La CEM reclamó diálogo social y pactos de Estado para un plan de choque en materias de financiación, fiscal y laboral. Tampoco ven con simpatía el nuevo modelo productivo sostenible anunciado por el presidente Zapatero hace unos días en un mitin y que empezará a funcionar en Andalucía. El plan incrementará en 12.000 millones de euros el desembolso de las administraciones, algo que la CEM ve "incoherente e improvisado" en estos tiempos. La patronal cree que, en lugar de imponer un cambio de modelo, se deberían dar incentivos que "permitan hacer variar por sí mismo el modelo de crecimiento hacia una economía más flexible y diversificada".
Sin ´brotes verdes´. Tampoco se vislumbra, por ahora, la luz al final del túnel. "Es muy pronto para hablar de brotes verdes. Aquí no los vemos", dijo González de Lara, que apunta que su organización asiste al "sufrimiento de muchas pymes y autónomos" sin "un dato objetivo" que indique que se ha tocado fondo.
En referencia al Debate del Estado de la Nación, reprochó al Gobierno que proponga medidas anticrisis "que luego no se pueden aplicar", lo que "no es más que el reflejo del concepto de improvisación". A su juicio, el Ejecutivo anuncia medidas que "al día siguiente crean un gran consuelo aparente", pero que se quedan en poco más.
González de Lara lamentó que las medidas se tomen en "situación electoral" y que España viva de forma "permanente" en este estado. Por su parte, Vicente García afirmó en lo referente al cambio de modelo que "hay que tener cuidado con las frases bonitas que después no responden a la realidad. ¿A qué se va a dedicar ahora este país?", se preguntó García, que calificó de "estupidez" la iniciativa de "regalar a la gente un ordenador".