El ex presidente aprovecha lo ocurrido en el Barcelona con los gastos de Laporta para atacar a Florentino
CARTA ABIERTA A FLORENTINO PÉREZ
Estimado Florentino:
Al conocer lo ocurrido en la Asamblea del F.C. Barcelona, no he podido evitar acordarme de ti. ¡Cuánto te hubiera gustado hacer lo mismo!
Pero te ha sido imposible. Que envidia y que desazón te habrá producido ver cómo alguien logra uno de tus sueños incumplidos. Llevas casi dos años buscando desesperadamente pruebas o indicios inexistentes. Has contratado, incluso, a un jubilado de lujo, ex Director General de Endesa y ex Director General Corporativo del Real Madrid, que se llevó un pastón en indemnización por su salida del Club y que, a pesar de volver a cobrar de él, presumo no la ha devuelto, para que bucee, escarbe y, si fuera factible, hasta imagine, posibles irregularidades en cuentas, gastos, facturas, comisiones…….y nada.
Tienes al abogado del club enfrascado en dos procedimientos penales y en un expediente disciplinario a los que se dedica en cuerpo y alma, y al que has dado instrucciones precisas para que actúe con una beligerancia inusitada…….. pero nada.
Has presentado también dos demandas civiles……..y nada. Que desesperación y que frustración. Resulta que, después de haberlo proclamado a los cuatro vientos, Calderón no ha robado, no es un chorizo, no ha violado, ni matado al amanecer. Menuda putada.
Cómo debes lamentar no haber podido actuar como lo ha hecho el nuevo presidente del F.C. Barcelona. Qué orgasmo de satisfacción hubieras experimentado al explicar a los socios, a bombo y platillo, que: “Ya os lo dije”, “Era un golfo”, “Se lo ha llevado crudo”.
Y a continuación, a ejercitar la acción de responsabilidad y a buscar mi ruina y la de mi familia. No lo has hecho porque no has podido, porque las irregularidades no se pueden inventar, no por falta de ganas, ni por preservar la imagen del Club como algún ingenuo, o mamporrero, ha insinuado. Nada te hubiera producido mayor placer. Porque estás lleno de odio y rencor ante alguien que te estropeó unos planes perfectamente meditados y estudiados, y te obligó a empeñarte, más de lo debido, en una batalla en la que te has dejado más plumas de las que hubieras querido y temes que, en cualquier momento, un viento desfavorable pueda hacerlas volar.
“A éste no solo le expulso del Club sino que le voy a arruinar”, has dicho a tus cercanos. Porque los que sois como tú no tenéis amigos. Sólo enemigos o siervos.
Cuando tuve acceso a la contabilidad del Club sabes, y te consta, que tenías algún que otro “muerto” en el armario, incluso uno bastante delicado. Pero no te preocupes, no es ninguna amenaza. La venganza y el ajuste de cuentas no me interesan, no es mi estilo. Y fui tan generoso, o tan tonto, que no quise hacerte daño. Seguramente porque tampoco quería hacer daño al Club.
Tampoco quise “cebarme”, y hubiera sido muy fácil, con el informe económico de tus propios empleados que todavía trabajan para ti y, por tanto, no son sospechosos. Ya sabes….. tus aficiones a trampear los balances no contabilizando los gastos de amortización que correspondían, no contabilizando los riesgos fiscales, no contabilizando las pérdidas que suponían diferir el ingreso de las opciones, etc. etc.
En fin, nimiedades que según el actual Director General del Club, atentaban contra los principios de buen gobierno, proyectaban una gran sombra de duda sobre el rigor de las cuentas y deterioraban la imagen del Club. Absolutamente contundente y demoledor que, si lo hubieran hecho sobre mi gestión, hubiera supuesto mi lapidación, convenientemente aireada por tus lacayos que escriben al dictado en los medios de comunicación afines a tu causa y agradecidos a tus generosos favores.
Hecho por ti…….. una genialidad propia de un gran empresario, brillante ingeniería financiera, una actuación impecable, etc., etc.
También vendría bien que, de paso, explicaras a los socios si, cuando has vuelto a contratarles, obligaste a Carlos Martínez de Albornoz, Manuel Redondo, Emilio Butragueño y a otros muchos más, a devolver las millonarias indemnizaciones incluidas en los contratos que tú les firmaste y que percibieron al marcharse. Me encantaría saber que así ha sido.
Yo sí lo hice, y lo difundí públicamente, cuando incorporé a Miguel Ángel Arroyo al que tu gente despidió. Al volverlo a contratar tuvo que ingresar, en la cuenta del Club, hasta el último euro de la indemnización percibida. Eso sí es dar ejemplo y defender el dinero de la Entidad.
En el fondo, debo reconocer que me produces lástima. Una persona tan poderosa, tan influyente, tan inmensamente rica, preocupada por alguien tan insignificante como yo. Pero así es la gente como tú, disfrutan haciendo daño, no tienen sentimientos, no quieren ni a su propia familia, y llevan a gala perseguir a los que consideran enemigos hasta que los destruyen. Es la forma de sentirse importantes y de avisar a posibles navegantes con rumbo de colisión.
Por todo ello nunca podrás ser feliz y, por esas mismas razones se puede decir, con toda propiedad, que ERES TAN POBRE QUE SOLAMENTE TIENES DINERO.
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