Dentro de la clase media el Deportivo es el mejor, o al menos es lo que acreditan los resultados cumplido el primer tercio de la Liga, en la que figura como séptimo, inmediatamente por detrás de las seis plantillas con más potencial (Barcelona, Villarreal, Real Madrid, Valencia, Sevilla y Atlético de Madrid). Sus últimas dos victorias, permitieron, incluso, que desapareciera el escalón que le separaba del cuadro 'colchonero'. Precisamente el Málaga tiene la opción de ser este fin de semana el líder de la Liga de los modestos ganando y si no lo hace el Valladolid en Pamplona.
Mérito. El Deportivo hace ya años que perdió el adjetivo de 'súper'. Era irremediable para un club de sus dimensiones, cuyo funcionamiento estaba por encima de sus posibilidades. Pero el fin de ciclo no fue tan traumático. El equipo nunca estuvo en riesgo real de descenso y la política de cesiones y de fichajes jóvenes ha permitido que siga funcionando a un buen nivel. Otra cosa es que Lendoiro se mueva en diferentes estamentos para buscar ayudas, que en el pasado se rumorease la entrada de la entidad en un proceso concursal o que no se descarte la venta a medio plazo.
Sistema. Lotina probó durante la pasada campaña con una defensa de cinco, un sistema en desuso en España pero que dio un gran resultado al equipo, quizás por las condiciones de sus 'carrileros', Manuel Pablo y el brasileño Filipe. Sin embargo, el equipo ha vuelto al 4-2-3-1 tradicional, pese a que al inicio de la campaña volvió a alternar el dibujo. Puntas sin gol. Quizás sea la mayor debilidad del Deportivo y la razón de que llegara a emplear el sistema con tres centrales. Mista, varias temporadas de capa caída, Riki, Bodipo y el mexicano Omar Bravo, fichaje estelar este verano, no ofrecen mucha capacidad realizadora. El peso lo asumen los volantes, fundamentalmente Verdú, Lafita y Guardado. Sin duda, el Deportivo daría un gran salto de calidad con un 'nueve' que marcara las diferencias.
Rotaciones. Inmerso en tres competiciones, no le queda otra opción a Lotina que alternar jugadores. Quizás en los puestos de medio centro es donde esté más compensada la plantilla. Está Antonio Tomás, con más criterio con el balón; De Guzmán, muy trabajador, y Sergio y Juan Rodríguez, llegadores y con mejor disparo. Pero el mejor cuarteto defensivo es Manuel Pablo, Lopo, Zé Castro y Filipe, y algún cambio empeora el rendimiento de la zaga, así como en la línea de medios punta. Valerón ya no tiene ritmo para jugar muchos minutos y el que lo hace es Verdú, y Lafita y Guardado están un escalón superior a Cristian o Pablo Álvarez.
En casa. El Deportivo se ha hecho fuerte en Riazor, donde nunca gana el Málaga en Primera. En su estadio sólo ha ganado el sorprendente Sporting (0-3), y al margen de este partido sólo ha encajado dos goles más. Es otro punto de mejora de un equipo que meses atrás lucía más lejos de su estadio.Diagonales. El juego del Deportivo no se caracteriza por mucha elaboración. Con Lafita y Guardado, que no son extremos puros, Lotina busca sus incursiones al área o movimientos hacia dentro para que les doblen los laterales en sus respectivas bandas. El tercer jugador con más talento es Verdú, pero como los anteriores algo inconstante, aunque se aprecia que su carrera va a más.
Superioridad. Se podría pensar que la acumulación de volantes del conjunto gallego, cinco, podría llegar a ahogar al Málaga, pero en realidad el equipo que entrena Tapia se proyecta en ataque más por las bandas o con contragolpes que con la circulación de balón de sus dos medios centro, Miguel Ángel y Apoño.
Juego aéreo. Para un Málaga que ha tenido problemas recientes para defenderse por alto, el juego aéreo del Deportivo es uno de los mejores de la categoría. Su arsenal es importante: Lopo, Zé Castro, Juan Rodríguez más la opción de Riki, si juega.
Opacos. En el Deportivo la función del delantero suele ser oscura, más en servicio del resto del equipo que en búsqueda de su propio lucimiento. Riki es un jugador que juega muy bien de espaldas, y Mista tiene habilidad para el desmarque. La decepción es Omar Bravo, que aún no ha marcado en la Liga.
diariosur.com
Mérito. El Deportivo hace ya años que perdió el adjetivo de 'súper'. Era irremediable para un club de sus dimensiones, cuyo funcionamiento estaba por encima de sus posibilidades. Pero el fin de ciclo no fue tan traumático. El equipo nunca estuvo en riesgo real de descenso y la política de cesiones y de fichajes jóvenes ha permitido que siga funcionando a un buen nivel. Otra cosa es que Lendoiro se mueva en diferentes estamentos para buscar ayudas, que en el pasado se rumorease la entrada de la entidad en un proceso concursal o que no se descarte la venta a medio plazo.
Sistema. Lotina probó durante la pasada campaña con una defensa de cinco, un sistema en desuso en España pero que dio un gran resultado al equipo, quizás por las condiciones de sus 'carrileros', Manuel Pablo y el brasileño Filipe. Sin embargo, el equipo ha vuelto al 4-2-3-1 tradicional, pese a que al inicio de la campaña volvió a alternar el dibujo. Puntas sin gol. Quizás sea la mayor debilidad del Deportivo y la razón de que llegara a emplear el sistema con tres centrales. Mista, varias temporadas de capa caída, Riki, Bodipo y el mexicano Omar Bravo, fichaje estelar este verano, no ofrecen mucha capacidad realizadora. El peso lo asumen los volantes, fundamentalmente Verdú, Lafita y Guardado. Sin duda, el Deportivo daría un gran salto de calidad con un 'nueve' que marcara las diferencias.
Rotaciones. Inmerso en tres competiciones, no le queda otra opción a Lotina que alternar jugadores. Quizás en los puestos de medio centro es donde esté más compensada la plantilla. Está Antonio Tomás, con más criterio con el balón; De Guzmán, muy trabajador, y Sergio y Juan Rodríguez, llegadores y con mejor disparo. Pero el mejor cuarteto defensivo es Manuel Pablo, Lopo, Zé Castro y Filipe, y algún cambio empeora el rendimiento de la zaga, así como en la línea de medios punta. Valerón ya no tiene ritmo para jugar muchos minutos y el que lo hace es Verdú, y Lafita y Guardado están un escalón superior a Cristian o Pablo Álvarez.
En casa. El Deportivo se ha hecho fuerte en Riazor, donde nunca gana el Málaga en Primera. En su estadio sólo ha ganado el sorprendente Sporting (0-3), y al margen de este partido sólo ha encajado dos goles más. Es otro punto de mejora de un equipo que meses atrás lucía más lejos de su estadio.Diagonales. El juego del Deportivo no se caracteriza por mucha elaboración. Con Lafita y Guardado, que no son extremos puros, Lotina busca sus incursiones al área o movimientos hacia dentro para que les doblen los laterales en sus respectivas bandas. El tercer jugador con más talento es Verdú, pero como los anteriores algo inconstante, aunque se aprecia que su carrera va a más.
Superioridad. Se podría pensar que la acumulación de volantes del conjunto gallego, cinco, podría llegar a ahogar al Málaga, pero en realidad el equipo que entrena Tapia se proyecta en ataque más por las bandas o con contragolpes que con la circulación de balón de sus dos medios centro, Miguel Ángel y Apoño.
Juego aéreo. Para un Málaga que ha tenido problemas recientes para defenderse por alto, el juego aéreo del Deportivo es uno de los mejores de la categoría. Su arsenal es importante: Lopo, Zé Castro, Juan Rodríguez más la opción de Riki, si juega.
Opacos. En el Deportivo la función del delantero suele ser oscura, más en servicio del resto del equipo que en búsqueda de su propio lucimiento. Riki es un jugador que juega muy bien de espaldas, y Mista tiene habilidad para el desmarque. La decepción es Omar Bravo, que aún no ha marcado en la Liga.
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