El Málaga sigue asignando cometidos a sus dirigentes más cercanos. El último afectado por estos retoques internos ha sido el consejero consultivo José Carlos Pérez, que se convierte en el hombre de confianza del principal gestor de la entidad, Abdullah Ghubn. Será un colaborador directo de los propietarios, a los que asesorará de una forma más intensa que en anteriores etapas. Aportará sus conocimientos empresariales en su tiempo libre y ofrecerá su opinión en las decisiones internas más relevantes del club. Este experto directivo puso como condición que su trabajo sea altruista, sin ningún tipo de remuneración, como ocurre con el otro consejero consultivo, Francisco Martín Aguilar.
Este periódico ya anunció que los propietarios tenían previsto contar con un hombre de confianza en Málaga, que conozca el club, la ciudad y sus costumbres. En primera instancia, el jeque y sus colaboradores crearon el consejo consultivo con el objetivo de darles entrada a los dirigentes más próximos de las últimas etapas del club. En el caso del consejero Pérez, el club también ha querido contar con sus conocimientos en la administración de empresas, pues se dedica profesionalmente a la gestión de la delegación española de una multinacional textil, Bestseller. Martín Aguilar, por su parte, tendrá que realizar otro tipo de trabajos que le serán asignados progresivamente.
Los empleados de la entidad ya conocen el nuevo cometido de José Carlos Pérez, que será el dirigente más representativo del Málaga cuando se ausenten el presidente, el jeque Abdullah Al-Thani, y el consejero delegado y vicepresidente, Abdullah Ghubn. El que será el hombre de confianza de los dueños, pese a que es escasamente conocido para los aficionados, dispone de una larguísima trayectoria en el club de Martiricos. Tanto él como Martín Aguilar colaboraron de una forma directa en la desaparecida entidad, el Club Deportivo Málaga. La colaboración de ambos arranca de la mencionada anterior etapa y vuelve a retomarse con la nueva sociedad, la del Málaga Club de Fútbol.
Sin cargo
Pérez, que no dispondrá de ningún tipo de cargo más allá del suyo de consejero consultivo, perteneció al consejo de administración del club hasta que se confeccionó en julio pasado el nuevo organismo del jeque. Su labor anterior era algo más representativa, si bien intervenían tanto él como el resto de los consejeros en algunas de las decisiones (muchas de ellas tenían que pasar obligatoriamente por este órgano directivo). En esta nueva etapa del Málaga su aportación aumentará, convirtiéndose en un colaborador directo de Ghubn.
Nada tendrán que ver estos cometidos de Pérez con los de Fernando Sanz, que continúa en el club contratado para el asesoramiento de los propietarios. El primero desarrollará una labor interna, más relacionada con el funcionamiento empresarial del Málaga, mientras que el ex presidente está previsto que sea consultado para asuntos puntuales, además de su labor de representación en los distintos órganos futbolísticos. En cualquier caso, el Málaga se encuentra en pleno crecimiento no solo deportivo, sino también interno, lo que deja abierta la puerta a cualquier cambio en las próximas semanas o meses. Los propietarios pretenden profesionalizar al máximo nivel todas las secciones de la entidad.
Los nuevos propietarios pretenden crear las mejores condiciones internas para adaptar el Málaga al funcionamiento de una empresa más. Todo ello, avalado por una buena marcha deportiva, lo que llevará a la entidad a codearse con otras que hasta ahora estaban muy lejanas.
Este periódico ya anunció que los propietarios tenían previsto contar con un hombre de confianza en Málaga, que conozca el club, la ciudad y sus costumbres. En primera instancia, el jeque y sus colaboradores crearon el consejo consultivo con el objetivo de darles entrada a los dirigentes más próximos de las últimas etapas del club. En el caso del consejero Pérez, el club también ha querido contar con sus conocimientos en la administración de empresas, pues se dedica profesionalmente a la gestión de la delegación española de una multinacional textil, Bestseller. Martín Aguilar, por su parte, tendrá que realizar otro tipo de trabajos que le serán asignados progresivamente.
Los empleados de la entidad ya conocen el nuevo cometido de José Carlos Pérez, que será el dirigente más representativo del Málaga cuando se ausenten el presidente, el jeque Abdullah Al-Thani, y el consejero delegado y vicepresidente, Abdullah Ghubn. El que será el hombre de confianza de los dueños, pese a que es escasamente conocido para los aficionados, dispone de una larguísima trayectoria en el club de Martiricos. Tanto él como Martín Aguilar colaboraron de una forma directa en la desaparecida entidad, el Club Deportivo Málaga. La colaboración de ambos arranca de la mencionada anterior etapa y vuelve a retomarse con la nueva sociedad, la del Málaga Club de Fútbol.
Sin cargo
Pérez, que no dispondrá de ningún tipo de cargo más allá del suyo de consejero consultivo, perteneció al consejo de administración del club hasta que se confeccionó en julio pasado el nuevo organismo del jeque. Su labor anterior era algo más representativa, si bien intervenían tanto él como el resto de los consejeros en algunas de las decisiones (muchas de ellas tenían que pasar obligatoriamente por este órgano directivo). En esta nueva etapa del Málaga su aportación aumentará, convirtiéndose en un colaborador directo de Ghubn.
Nada tendrán que ver estos cometidos de Pérez con los de Fernando Sanz, que continúa en el club contratado para el asesoramiento de los propietarios. El primero desarrollará una labor interna, más relacionada con el funcionamiento empresarial del Málaga, mientras que el ex presidente está previsto que sea consultado para asuntos puntuales, además de su labor de representación en los distintos órganos futbolísticos. En cualquier caso, el Málaga se encuentra en pleno crecimiento no solo deportivo, sino también interno, lo que deja abierta la puerta a cualquier cambio en las próximas semanas o meses. Los propietarios pretenden profesionalizar al máximo nivel todas las secciones de la entidad.
Los nuevos propietarios pretenden crear las mejores condiciones internas para adaptar el Málaga al funcionamiento de una empresa más. Todo ello, avalado por una buena marcha deportiva, lo que llevará a la entidad a codearse con otras que hasta ahora estaban muy lejanas.