Un Málaga con chispa
Tiene chispa este Málaga. Tanto para lo bueno como para lo malo. Ayer le tocó la de cal. Recuperó los tres puntos perdidos a manos del Sevilla. Pero no solo eso, sino que dejó buenas sensaciones, que necesita refrendar cuanto antes en casa. La ratificación de esta mejoría debería llegar contra el Villarreal, aunque el cuarto de la Liga no se lo pondrá fácil precisamente.
Ofreció de nuevo el equipo de Ferreira una exhibición de contragolpes. La velocidad de Eliseu y Quincy, a los que no tiene nada que envidiarles Rondón, es un arma letal en los partidos fuera, donde los dueños del campo suelen dejar más espacios en su búsqueda del triunfo. Como en La Rosaleda el Málaga es una incógnita, pensemos que todavía quedan 17 partidos fuera de casa para disfrutar con esas gacelas que tiene el equipo de medio campo en adelante. Lo otro, ya llegará.
Otro puesto que tiene muy bien cubierto el conjunto blanquiazul es el de portero. Curiosamente, en solo cuatro partidos ya ha utilizado a los tres guardametas. Llamado a ser titular, Galatto ha faltado a dos encuentros. Al primero, por no tener el pase internacional, y al segundo, por una lesión. En ambos casos sus sustitutos han redondeado actuaciones de mérito: Arnau, contra el Valencia, y Rubén, ayer. El portero catalán salvó al Málaga de una goleada escandalosa ante el cuadro de Emery, y el gallego fue de los mejores frente al Getafe, con intervenciones que impidieron que el conjunto local se adelantara en el marcador y que empatara posteriormente.
Ferreira apuntaló el centro del campo respecto a partidos anteriores. Sandro Silva acompañó a Apoño y Fernando en la línea media y el bloque lo agradeció. El Málaga se sostiene en la clasificación a pesar de las múltiples lesiones, lo que lleva a pensar que cuando la plantilla esté disponible en su totalidad el equipo puede darles muchas alegrías a sus aficionados. Esta temporada tiene calidad suficiente como para hacer rotaciones, incluso con vistas a la próxima eliminatoria de Copa, un torneo en el que le ha llegado la hora de hacer algo importante.
Ofreció de nuevo el equipo de Ferreira una exhibición de contragolpes. La velocidad de Eliseu y Quincy, a los que no tiene nada que envidiarles Rondón, es un arma letal en los partidos fuera, donde los dueños del campo suelen dejar más espacios en su búsqueda del triunfo. Como en La Rosaleda el Málaga es una incógnita, pensemos que todavía quedan 17 partidos fuera de casa para disfrutar con esas gacelas que tiene el equipo de medio campo en adelante. Lo otro, ya llegará.
Otro puesto que tiene muy bien cubierto el conjunto blanquiazul es el de portero. Curiosamente, en solo cuatro partidos ya ha utilizado a los tres guardametas. Llamado a ser titular, Galatto ha faltado a dos encuentros. Al primero, por no tener el pase internacional, y al segundo, por una lesión. En ambos casos sus sustitutos han redondeado actuaciones de mérito: Arnau, contra el Valencia, y Rubén, ayer. El portero catalán salvó al Málaga de una goleada escandalosa ante el cuadro de Emery, y el gallego fue de los mejores frente al Getafe, con intervenciones que impidieron que el conjunto local se adelantara en el marcador y que empatara posteriormente.
Ferreira apuntaló el centro del campo respecto a partidos anteriores. Sandro Silva acompañó a Apoño y Fernando en la línea media y el bloque lo agradeció. El Málaga se sostiene en la clasificación a pesar de las múltiples lesiones, lo que lleva a pensar que cuando la plantilla esté disponible en su totalidad el equipo puede darles muchas alegrías a sus aficionados. Esta temporada tiene calidad suficiente como para hacer rotaciones, incluso con vistas a la próxima eliminatoria de Copa, un torneo en el que le ha llegado la hora de hacer algo importante.