EL DEBATE
Ferreira ha apostado desde el primer momento por una fórmula de juego ofensiva y que supone cierto riesgo.
SI: ANTONIO GÓNGORA
Se adaptará más a la plantilla con el paso del tiempo
Sólo los resultados dictaran sentencia. Los sistemas de juego no los marcan los entrenadores, sino los futbolistas, las plantillas. Es evidente que el Málaga tiene muy pocas opciones de dejar su portería a cero en la Liga española con un once como el que saltó a La Rosaleda el domingo, si bien esto no significa que vaya a perder todos los partidos. La apuesta ofensiva de Ferreira es total. Ante el Sevilla no contó con ningún jugador de corte claramente defensivo en el centro del campo, algo impensable en cualquier conjunto español. El riesgo es evidente, pero se trata de una apuesta del entrenador y del club por un cambio total. Quizás se pueda argumentar que el técnico va demasiado rápido en su búsqueda de la excelencia. Los fichajes han aportado, sobre todo, velocidad, por lo que Ferreira sabe que dispone de una baza temible para cualquier rival. De ahí que quiera explotarla con todas las consecuencias. Sólo falta coordinar la orquesta para que no desafine ningún instrumento. Es pronto para saber cuál va a ser la dinámica del equipo, aunque hasta ahora queda claro que en casa no sabe jugar o simplemente lo hace mal. También hay que buscar las carencias de la plantilla y no solo del sistema. El domingo faltó intensidad y ambición en la última fase del encuentro. El Málaga se veía impotente en sus intentos de acercarse al área visitante. El entrenador influye, pero no se puede olvidar a los futbolistas. ¿Por qué Quincy no fue tan rápido? Simplemente porque no tenía los huecos de que dispuso en La Romareda, algo que le va a ocurrir casi siempre en casa y cada vez más fuera. Las críticas se han centrado en la defensa, sin tener en cuenta otros aspectos técnicos que llegarían a disculpar a sus componentes (falta de coberturas y que muchas veces estaban en inferioridad). Está claro que el entrenador está tomando nota para corregir las deficiencias. En el término medio está la virtud, que será el destino del equipo para alcanzar su mayor nivel con un sistema de juego retocado. Con el paso del tiempo se verá la evolución. Cabe destacar en descargo del sistema de juego que Ferreira no disponía el domingo de ningún medio centro defensivo, lo que le llevó a apostar por un Apoño todavía a medio gas. El sistema de juego, en cualquier caso, se adaptará con el paso de las jornadas a las características de la plantilla sin perder su esencia. Lo contrario sería contraproducente y seguramente no ocurrirá.
NO: JUAN ANTONIO MORGADO
Los resultados en casa hablan por sí solos
Los resultados hablan por sí solos. No hay nada como el marcador final de un partido para inclinar la balanza en un debate de este tipo. Jesualdo Ferreira no ha dado todavía con la tecla. El sistema utilizado por el entrenador portugués ha sufrido un duro castigo en los dos encuentros disputados en casa. Sendas derrotas son argumentos suficientes como para ir pensando en un cambio o, como mínimo, en algunos retoques. Es cierto que los equipos que han visitado La Rosaleda no han sido precisamente lo que se denomina &lsquoperitas en dulce&rsquo, pero también es verdad que el Sevilla es, a día de hoy, un conjunto venido a menos, como atestigua su penoso comienzo de temporada, con la eliminación de la Champions y la estrepitosa caída en el primer partido de la Liga Europa, además de un dubitativo arranque en la competición nacional. La apuesta ofensiva del técnico luso ha sufrido dos reveses en su feudo y eso no es bueno, porque el nuevo Málaga había despertado grandes expectativas entre los aficionados, sobre todo tras la victoria ante el Parma en el Trofeo Costa del Sol. Es cierto que el equipo sacó adelante de forma espectacular el partido contra el Zargoza, y que la victoria se fraguó en la velocidad de Eliseu y Quincy. La llamativa goleada quizás le haya perjudicado al conjunto blanquiazul, porque seguro que los entrenadores del resto de equipos se apresuraron a ver cómo se gestaron esos cinco goles en 35 minutos, el récord histórico de la Liga. Al menos Antonio Álvarez sí lo hizo. Y así le fue. Tapó a Quincy con una escalonada defensa de ayudas y tuvo la mitad del trabajo hecho. Al preparador del Sevilla le bastó con la superioridad numérica en el centro del campo que le otorgó la presencia de Cigarini, Guarente y Zokora para terminar de rematar a un desangelado Málaga. Ni aunque recuperara los tres puntos en Getafe sería aconsejable que el equipo de Ferreira entrara en la dinámica de los equipos denominados &lsquopadres de familia&rsquo, que dejan en casa lo que ganan fuera. Un conjunto como el nuevo Málaga, proyectado con la intención de no pasar apuros, debe mentalizarse de que esa pretendida solidez se cimenta con victorias en casa, donde los aficionados, que son los que en parte sostienen económicamente al club, pueden disfrutar masivamente del juego del equipo.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2010-09-21/sistema-adecuado-20100921.html
Ferreira ha apostado desde el primer momento por una fórmula de juego ofensiva y que supone cierto riesgo.
SI: ANTONIO GÓNGORA
Se adaptará más a la plantilla con el paso del tiempo
Sólo los resultados dictaran sentencia. Los sistemas de juego no los marcan los entrenadores, sino los futbolistas, las plantillas. Es evidente que el Málaga tiene muy pocas opciones de dejar su portería a cero en la Liga española con un once como el que saltó a La Rosaleda el domingo, si bien esto no significa que vaya a perder todos los partidos. La apuesta ofensiva de Ferreira es total. Ante el Sevilla no contó con ningún jugador de corte claramente defensivo en el centro del campo, algo impensable en cualquier conjunto español. El riesgo es evidente, pero se trata de una apuesta del entrenador y del club por un cambio total. Quizás se pueda argumentar que el técnico va demasiado rápido en su búsqueda de la excelencia. Los fichajes han aportado, sobre todo, velocidad, por lo que Ferreira sabe que dispone de una baza temible para cualquier rival. De ahí que quiera explotarla con todas las consecuencias. Sólo falta coordinar la orquesta para que no desafine ningún instrumento. Es pronto para saber cuál va a ser la dinámica del equipo, aunque hasta ahora queda claro que en casa no sabe jugar o simplemente lo hace mal. También hay que buscar las carencias de la plantilla y no solo del sistema. El domingo faltó intensidad y ambición en la última fase del encuentro. El Málaga se veía impotente en sus intentos de acercarse al área visitante. El entrenador influye, pero no se puede olvidar a los futbolistas. ¿Por qué Quincy no fue tan rápido? Simplemente porque no tenía los huecos de que dispuso en La Romareda, algo que le va a ocurrir casi siempre en casa y cada vez más fuera. Las críticas se han centrado en la defensa, sin tener en cuenta otros aspectos técnicos que llegarían a disculpar a sus componentes (falta de coberturas y que muchas veces estaban en inferioridad). Está claro que el entrenador está tomando nota para corregir las deficiencias. En el término medio está la virtud, que será el destino del equipo para alcanzar su mayor nivel con un sistema de juego retocado. Con el paso del tiempo se verá la evolución. Cabe destacar en descargo del sistema de juego que Ferreira no disponía el domingo de ningún medio centro defensivo, lo que le llevó a apostar por un Apoño todavía a medio gas. El sistema de juego, en cualquier caso, se adaptará con el paso de las jornadas a las características de la plantilla sin perder su esencia. Lo contrario sería contraproducente y seguramente no ocurrirá.
NO: JUAN ANTONIO MORGADO
Los resultados en casa hablan por sí solos
Los resultados hablan por sí solos. No hay nada como el marcador final de un partido para inclinar la balanza en un debate de este tipo. Jesualdo Ferreira no ha dado todavía con la tecla. El sistema utilizado por el entrenador portugués ha sufrido un duro castigo en los dos encuentros disputados en casa. Sendas derrotas son argumentos suficientes como para ir pensando en un cambio o, como mínimo, en algunos retoques. Es cierto que los equipos que han visitado La Rosaleda no han sido precisamente lo que se denomina &lsquoperitas en dulce&rsquo, pero también es verdad que el Sevilla es, a día de hoy, un conjunto venido a menos, como atestigua su penoso comienzo de temporada, con la eliminación de la Champions y la estrepitosa caída en el primer partido de la Liga Europa, además de un dubitativo arranque en la competición nacional. La apuesta ofensiva del técnico luso ha sufrido dos reveses en su feudo y eso no es bueno, porque el nuevo Málaga había despertado grandes expectativas entre los aficionados, sobre todo tras la victoria ante el Parma en el Trofeo Costa del Sol. Es cierto que el equipo sacó adelante de forma espectacular el partido contra el Zargoza, y que la victoria se fraguó en la velocidad de Eliseu y Quincy. La llamativa goleada quizás le haya perjudicado al conjunto blanquiazul, porque seguro que los entrenadores del resto de equipos se apresuraron a ver cómo se gestaron esos cinco goles en 35 minutos, el récord histórico de la Liga. Al menos Antonio Álvarez sí lo hizo. Y así le fue. Tapó a Quincy con una escalonada defensa de ayudas y tuvo la mitad del trabajo hecho. Al preparador del Sevilla le bastó con la superioridad numérica en el centro del campo que le otorgó la presencia de Cigarini, Guarente y Zokora para terminar de rematar a un desangelado Málaga. Ni aunque recuperara los tres puntos en Getafe sería aconsejable que el equipo de Ferreira entrara en la dinámica de los equipos denominados &lsquopadres de familia&rsquo, que dejan en casa lo que ganan fuera. Un conjunto como el nuevo Málaga, proyectado con la intención de no pasar apuros, debe mentalizarse de que esa pretendida solidez se cimenta con victorias en casa, donde los aficionados, que son los que en parte sostienen económicamente al club, pueden disfrutar masivamente del juego del equipo.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2010-09-21/sistema-adecuado-20100921.html