El Día Después: La otra crónica
Como todo malaguista, ayer volví enfadado de ver el derbi entre Málaga y Sevilla, después recordé que al empezar el partido, me estaba gustando, y decidí volver a verlo, se me rebajó un tanto el enfado, y esta mañana ya con el malrato olvidado, volví a ver el partido y tengo hasta la osadía de sacar detalles positivos, así que vamos al lío.
Por poner estadísticas sobre la mesa, el Málaga ganó en posesión al Sevilla durante ambas partes del partido, cierto es que la posesión sin goles no sirve de nada, pero quitarle el balón en muchas partes del partido al rival es poco menos que interesante de cara a futuros planteamientos.
Repasando las líneas de campo, la defensa nos sigue dando una de cal y una de arena. Los centrales ayer me gustaron, independientemente de las jugadas a balón parado donde la estrategia y el marcaje de todo el equipo premia, ayer Weligton y Stadsgaard quitaron al rival toda posibilidad de remate, rebañando todos los balones que quedaban sueltos y achicando los posibles balones muertos que pudiesen haber creado peligro, además de no haber dejado rematar con claridad al rival. Y cuando mejor están los centrales, los laterales se vuelven un coladero, en el caso de Mtiliga no fue tan abultado porque los hispalenses se dieron cuenta de donde tenían el pasillo, el tunel, la entrada sin censura: por la banda de Gámez. Es cuanto menos curioso lo del fuengiroleño, un seguro atrás el año pasado, esta temporada no se termina de encontrar, pero además ayer con buenos extremos a los que tapar, demostró un nivel ínfimo, impropio del capitán malaguista y que le cuestiona bastante su condición de indiscutible.
El centro del campo estuvo bastante lento, Apoño totalmente solo cubriendo los 30 metros que le rodeaban, Fernando y Eliseu volcados en ataque, hicieron todo lo que pudieron y no mal. El de la Palmilla dejó algún que otro detalle de visión rápida de juego, pero ayer quedó patente que la unión entre el que saca el balón de la defensa y los delanteros no existe, además, y como viene siendo costumbre, el equipo rival no encuentra ninguna dificultad en cruzar el centro del campo, y por sacar algo positivo de esta línea, con la salida de Sandro Silva se vio un centro del campo más contenedor para el rival, el brasileño robó balones y se dejó ver como el titular que se espera que sea, esperemos que este constante ver detalles acabe en un buen partido del centro del campo, bastante flojo y sin garra ayer y con una aparente y preocupante falta de fondo físico.
En cuanto a la delantera, tan importante en las jornadas anteriores, ayer pudimos ver como se desarrolla en un partido en el que rival te tiene estudiado. El Sevilla hizo los deberes en este aspecto, marcó muy bien a Rondón y a Quincy, e incluso a Juanmi, aunque algo menos y entre eso y el ímpetu del malagueño, fue el que más quebraderos de cabeza dio a la defensa sevillista. Queda demostrado que el Málaga debe jugar más seriamente, partidos como el de Zaragoza sedan una vez, no siempre va a tener Quincy 60 metros de campo libre para correr y plantarse delante del portero, ayer estuvo más pegado a la banda, a penas pudo irse al centro o triangular con sus compañeros, en la segunda mitad formó buena asociación con Eliseu en la banda izquierda, pero la maraña creada por Antonio Álvarez en esa zona hacía difícil la salida del balón.
Por resumir y sacar cuestiones positivas de un partido en general negativo, decir y recordar que el Sevilla lucha por Champions, es un equipo superior que aunque se vendió que llegaba tocado, así lleva ya dos años, ayer se le plantó cara y se le hizo sudar sangre para llevarse los tres puntos a uno de los rivales de la mal llamada "otra Liga". Hay margen de mejora, como afianzar a los laterales, intentar tener un centro del campo más contenedor del juego rival, sin embargo ayer vimos dos buenos centrales, un Fernando implicado y gran Juanmi que nos dará buenas tardes de fútbol. Hay equipo, esto no ha hecho más que empezar.
Fuente: http://sentimientobokeron.blogspot.com/
Como todo malaguista, ayer volví enfadado de ver el derbi entre Málaga y Sevilla, después recordé que al empezar el partido, me estaba gustando, y decidí volver a verlo, se me rebajó un tanto el enfado, y esta mañana ya con el malrato olvidado, volví a ver el partido y tengo hasta la osadía de sacar detalles positivos, así que vamos al lío.
Por poner estadísticas sobre la mesa, el Málaga ganó en posesión al Sevilla durante ambas partes del partido, cierto es que la posesión sin goles no sirve de nada, pero quitarle el balón en muchas partes del partido al rival es poco menos que interesante de cara a futuros planteamientos.
Repasando las líneas de campo, la defensa nos sigue dando una de cal y una de arena. Los centrales ayer me gustaron, independientemente de las jugadas a balón parado donde la estrategia y el marcaje de todo el equipo premia, ayer Weligton y Stadsgaard quitaron al rival toda posibilidad de remate, rebañando todos los balones que quedaban sueltos y achicando los posibles balones muertos que pudiesen haber creado peligro, además de no haber dejado rematar con claridad al rival. Y cuando mejor están los centrales, los laterales se vuelven un coladero, en el caso de Mtiliga no fue tan abultado porque los hispalenses se dieron cuenta de donde tenían el pasillo, el tunel, la entrada sin censura: por la banda de Gámez. Es cuanto menos curioso lo del fuengiroleño, un seguro atrás el año pasado, esta temporada no se termina de encontrar, pero además ayer con buenos extremos a los que tapar, demostró un nivel ínfimo, impropio del capitán malaguista y que le cuestiona bastante su condición de indiscutible.
El centro del campo estuvo bastante lento, Apoño totalmente solo cubriendo los 30 metros que le rodeaban, Fernando y Eliseu volcados en ataque, hicieron todo lo que pudieron y no mal. El de la Palmilla dejó algún que otro detalle de visión rápida de juego, pero ayer quedó patente que la unión entre el que saca el balón de la defensa y los delanteros no existe, además, y como viene siendo costumbre, el equipo rival no encuentra ninguna dificultad en cruzar el centro del campo, y por sacar algo positivo de esta línea, con la salida de Sandro Silva se vio un centro del campo más contenedor para el rival, el brasileño robó balones y se dejó ver como el titular que se espera que sea, esperemos que este constante ver detalles acabe en un buen partido del centro del campo, bastante flojo y sin garra ayer y con una aparente y preocupante falta de fondo físico.
En cuanto a la delantera, tan importante en las jornadas anteriores, ayer pudimos ver como se desarrolla en un partido en el que rival te tiene estudiado. El Sevilla hizo los deberes en este aspecto, marcó muy bien a Rondón y a Quincy, e incluso a Juanmi, aunque algo menos y entre eso y el ímpetu del malagueño, fue el que más quebraderos de cabeza dio a la defensa sevillista. Queda demostrado que el Málaga debe jugar más seriamente, partidos como el de Zaragoza sedan una vez, no siempre va a tener Quincy 60 metros de campo libre para correr y plantarse delante del portero, ayer estuvo más pegado a la banda, a penas pudo irse al centro o triangular con sus compañeros, en la segunda mitad formó buena asociación con Eliseu en la banda izquierda, pero la maraña creada por Antonio Álvarez en esa zona hacía difícil la salida del balón.
Por resumir y sacar cuestiones positivas de un partido en general negativo, decir y recordar que el Sevilla lucha por Champions, es un equipo superior que aunque se vendió que llegaba tocado, así lleva ya dos años, ayer se le plantó cara y se le hizo sudar sangre para llevarse los tres puntos a uno de los rivales de la mal llamada "otra Liga". Hay margen de mejora, como afianzar a los laterales, intentar tener un centro del campo más contenedor del juego rival, sin embargo ayer vimos dos buenos centrales, un Fernando implicado y gran Juanmi que nos dará buenas tardes de fútbol. Hay equipo, esto no ha hecho más que empezar.
Fuente: http://sentimientobokeron.blogspot.com/