MÁLAGA C.F.


Ferreira opta por no hacer descartes aunque lleguen incorporaciones


El técnico decide no romper la armonía del grupo y contará con más jugadores de los veintidós previstos inicialmente


25 de agosto de 2010

SERGIO CORTÉS.-
El Málaga no hará más descartes. Su entrenador, Jesualdo Ferreira, ha decidido no romper la armonía existente en el grupo y, pese a que inicialmente su postura era contar únicamente con veintidós futbolistas profesionales -es decir, con dorsales del 1 al 25-, esa cifra se elevará si finalmente llegan refuerzos. El alto coste de las operaciones, tanto en las salidas como en las llegadas, suponen a día de hoy un serio obstáculo para la entidad.
En la víspera del regreso de la concentración en la localidad alemana de Bad Kreuznach fue el propio Ferreira el que incidió en que quería contar con un bloque de veintidós jugadores más los canteranos Juanmi y Portillo. En aquella comparecencia ante los periodistas ya dejó entrever incluso que contaba en la plantilla con el internacional ghanés Quincy como miembro a todos los efectos. Horas después se conocían los descartes, que dejaban la lista reducida precisamente a la referida cifra.
También se produjo la novedad de que uno de los jugadores con los que no se contaba, Edu Ramos, prefirió actuar regularmente en Tercera División, con el Atlético Malagueño, a marcharse de casa para estar cedido en un conjunto de Segunda B. La prueba más evidente de que el centrocampista estaba descartado inicialmente es que Ferreira no lo nombró entre los jóvenes valores antes de retornar desde Alemania.
Necesidad
De este modo, el grupo ya estaba compuesto por veinticinco jugadores. Ese era el bloque con el que deseaba contar Ferreira, pero con el paso de las horas, el inminente comienzo de la Liga y el cierre del plazo en menos de una semana (en la noche del próximo martes) obligan a un cambio de planes. El entrenador luso ha sido tajante en sus conversaciones con el máximo ejecutivo del club (el vicepresidente y consejero delegado, Abdullah Ghubn) respecto a la necesidad de apuntalar el equipo con incorporaciones de última hora. Y este último, al que le fascina el fútbol, también es consciente de ello.
Ahora bien, la cuestión económica se deja notar. Porque en caso de cambios de última hora en la plantilla el coste sería doble. De un lado, el Málaga tendría que hacer el desembolso por las incorporaciones -que no se antojan precisamente gratis-, pero al mismo tiempo habría de soportar otra carga más de concretarse algunas salidas. Los llamados a ser posibles descartes, esos jugadores que figuran en el furgón de cola de las preferencias del técnico portugués porque su nivel en la pretemporada no ha sido el óptimo, tendrían un coste alto.
Además, Ferreira y su grupo de trabajo también tratan de preservar la armonía existente en el grupo. Construir un buen vestuario es siempre la prioridad de cualquier cuerpo técnico. El Málaga contaba con la base del año pasado, fundamental en la consecución del objetivo marcado (la permanencia), y además prescindió en casi todos los casos de los elementos que habían abandonado el redil en algunos momentos o que simplemente no sumaban.
Unidad
Las incorporaciones han contribuido a mantener el ambiente de unidad y camaradería. Tres de ellos hablan español (Sebastián Fernández, Malagueño y Rondón), otro ya era de la 'familia' (Eliseu), dos son brasileños y hablan portugués como un amplio número de miembros del grupo (Sandro Silva y Galatto) y el séptimo es ghanés (Quincy).
En cualquier caso, los afectados de producirse nuevas incorporaciones serían los más jóvenes, Edu Ramos, Juanmi y Portillo, aunque el técnico salió muy satisfecho de la actuación de los dos últimos el domingo en el Torneo Costa del Sol ante el Parma.

Veremos si se producen esas incorporaciones.....