Jesualdo Ferreira hace un balance de la pretemporada resignado por las bajas aunque optimista para el arranque
Finalizados los amistosos de pretemporada, Jesualdo Ferreira registra una rara mezcla de satisfacción y lamento. El equipo no está a la altura de lo que hubiera querido para el debut, pero al menos, tras el último encuentro frente al Parma, cree que para lo que ha tenido que soportar el equipo en verano no llegará tan mal al estreno contra el Valencia. Es su particular balance de una pretemporada finalizada con cinco triunfos (Estepona, Hamilton, Betis, Panionios y Parma) y cuatro derrotas (Atlético Malagueño, Mainz 05, Wehen Wieswaden y Granada).
Como conclusión, tras el encuentro del Trofeo Costa del Sol el entrenador luso no escurrió el bulto. "Falta mucho, claro. Veo un principio de adaptación a lo que quiero. Nos faltan jugadores y tenemos poco tiempo de entrenamientos. Ahora mismo estamos muy lejos de lo que quiero", resaltó sin tapujos.
Una de arena y otra de cal, ya que, leyendo en sus palabras, el de Mirandela llegó a sentirse entusiasmado por algunas cosas de su equipo, sobre todo en los primeros 45 minutos. "Ante el Parma [los jugadores] dieron una respuesta muy buena, jugaron durante mucho tiempo un fútbol de buena calidad para el momento en que estamos. Tenemos problemas en el centro del campo con tres bajas y en defensa sin dos centrales, pero en la primera parte fuimos muy superiores al Parma. Lo más importante es que remontamos el encuentro", explicó.
Vaivenes propios de un equipo en construcción, una realidad de la que el nuevo entrenador es consciente, pero que no cree que mengüe la buena química con la afición a largo plazo: "Cuando la hinchada y el equipo estén en pleno podemos disfrutar de buenos partidos".
Jesualdo Ferreira, que celebró el buen estado del terreno de juego pese a que, lógicamente, tendrá que pasar aún más tiempo para que termine de cuajar, instó a sus jugadores "a compenetrarse" para empezar en las mejores condiciones posibles la competición oficial. A ese respecto, le frenó los pies a Apoño, que tras el partido contra el Parma afirmaba sentirse en plenitud para jugar contra el Valencia. "Lo quiero al ciento por ciento para entrenar y para jugar. Conmigo no tendrá los problemas de otros años porque el que no esté para entrenarse al máximo no podrá jugar al máximo nivel", subrayó el luso.
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