Cobeño, Palop, Diego Alves...
Carlos Cariño | 07/08/2010
La historia de David Cobeño es peculiar. Tras salir del Real Madrid, porque delante tenía nada menos que a Casillas, se fue al Sevilla. Portero de plenas garantías, ágil y valiente, tuvo la mala fortuna de tropezarse con la mejor versión de Andrés Palop, que sigue estando increíble a sus 38 años de edad. Entonces aceptó irse cedido al Almería. Empezó jugando y muy bien, por cierto. Su suplente era Diego Alves, por quien la entidad mediterránea había pagado 2,2 millones de euros. Pero llegó el fatídico partido Almería-Sevilla. La clásica cláusula de cesión le impedía enfrentarse con su equipo de procedencia. Entonces, Unai Emery alineó al portero brasileño. Y lo hizo tan bien que optó por mantenerle. El resto ya lo saben. Así es el fútbol en Primera División.
Sin esa cláusula, Cobeño hubiera seguido jugando y Alves no habría brillado. Son las cosas de la vida. Se fue al Rayo. Ahora puede venir al Málaga. Y, si acaba viniendo, no fichará para calentar banquillo sino para competir. Porque es un portero de Primera. La opción de Cobeño se plantea tras las altas pretensiones del Cartagena por Rubén, que en Martiricos consideran excesivas por un portero que, aunque es muy bueno, pertenece a un equipo de Segunda División. El Málaga ha querido dejar claro que, por mucho que lo haya comprado un jeque, no es ni mucho menos Mr. Marshall. Y la opción del cancerbero forjado en las categorías inferiores del Real Madrid demuestra que el Málaga no está dispuesto a tirar el dinero. Continuará.
Sin esa cláusula, Cobeño hubiera seguido jugando y Alves no habría brillado. Son las cosas de la vida. Se fue al Rayo. Ahora puede venir al Málaga. Y, si acaba viniendo, no fichará para calentar banquillo sino para competir. Porque es un portero de Primera. La opción de Cobeño se plantea tras las altas pretensiones del Cartagena por Rubén, que en Martiricos consideran excesivas por un portero que, aunque es muy bueno, pertenece a un equipo de Segunda División. El Málaga ha querido dejar claro que, por mucho que lo haya comprado un jeque, no es ni mucho menos Mr. Marshall. Y la opción del cancerbero forjado en las categorías inferiores del Real Madrid demuestra que el Málaga no está dispuesto a tirar el dinero. Continuará.