El equipo jugará con un 4-3-3, con laterales ofensivos, defenderá en zona a balón parado y recurrirá al contragolpe a la más mínima opción Los cuatro primeros partidos del Málaga revelan algunos aspectos tácticos clave durante el curso
El Málaga lleva tres encuentros sin encajar goles y ya conjuga el verbo 'ganhar', la gran obsesión de Jesualdo Ferreira. Basta prescindir de la 'hache' intercalada que emplean los numerosos portugueses del cuerpo técnico, para españolizar el verbo. Ahora queda que el equipo también se habitúe a vencer en competición oficial, lo más difícil. Porque más allá de lo táctico o de lo físico, uno de los empeños del veterano técnico de Mirandela es cambiar la mentalidad del grupo de un modo radical. Hacerlo ganador, después de un año abonado a las penurias, algo que no se logra del día a la noche.
Cuatro partidos, en realidad tres y un entrenamiento de sólo sesenta minutos de duración contra el equipo filial, ya han servido para determinar algunos de los aspectos del juego que pueden caracterizar al Málaga de las próximas temporadas -el vínculo de Ferreira es de tres años-.
Sistema de juego
El último ensayo del equipo fue el primero en el que Ferreira decidió no modificar el dibujo. El Málaga mantuvo el 4-3-3 los 90 minutos de juego contra el Betis, pero en las citas anteriores lo alternó con el 4-4-2, la principal variante a la que recurrirá en la competición el conjunto de La Rosaleda. Eso sí este último esquema no presenta a los dos medios centro en línea, sino uno por delante para formar un claro rombo con los interiores en el centro del campo.
Toque
Una de las premisas en el juego es el recurso a los continuos apoyos en corto. El buen manejo de la posesión es clave para un ataque ordenado, a la búsqueda de espacios o de una opción más clara en el ataque. La presencia de dos interiores, por delante del medio centro, más la movilidad de los extremos, que no son elementos fijos pegados a la cal de la banda, ofrece soluciones suficientes para los apoyos.
Contraataques
En todos los deportes de equipo es una faceta clave del juego. Ferreira quiere que su equipo corra siempre que exista un mínimo resquicio para hacerlo. La pasada campaña la plantilla no estaba especialmente dotada para ello, no sólo por falta de piezas veloces, sino también por el escaso criterio en las salidas. Los primeros ensayos han mostrado que el luso exige determinación en el portero para recurrir al saque largo con la mano o los pies. Eliseu, Juanmi (aún por definir su rol en la primera plantilla), Rondón y el que se espera como próximo fichaje, Sebastián Fernández, son especialmente productivos con espacios.
A balón parado en defensa
El Málaga defenderá en zona en las acciones a balón parado. En este sentido, la pretemporada es un momento idóneo para trabajar esta opción, que exige que los jugadores huyan del estatismo y 'ataquen' el balón en las disputas. Cada vez más extendida como modelo defensivo, puede ser una solución útil bien ejecutada.
A balón parado en ataque
La lesión de Duda, llamado a ser el encargado de casi todos los lanzamientos, directos o indirectos, trunca la posibilidad de comprobar todo el arsenal del equipo, ahora con dos buenas referencias más por alto: Rondón y Malagueño. A Ferreira le gusta que en las faltas laterales los jugadores que acuden a remate se agrupen en poco espacio para generar problemas a la defensa.
Variedad de atacantes
Ferreira ha venido recurriendo a Rondón en el 4-3-3 y a la pareja Baha-Edinho con el 4-4-2. El técnico busca variedad en las características de sus puntas, de ahí que incluso con la presumible llegada de Sebastián Fernández aún reclame otro tipo de jugador. Parece claro que entiende que un equipo ganador debe disponer de un abanico de soluciones en el ataque, lo que le permita distintos tipos de juego: uno más directo con centros desde las alas, ideal para Rondón; la opción del repliegue para buscar los espacios a la espalda de la zaga rival con un hombre rápido (Fernández) o el trabajo y la movilidad de los puntas para abrir huecos (Baha y Edinho).
Laterales ofensivos
Tanto en el 4-3-3 habitual como en el 4-4-2 la tarea en ataque de los laterales es decisiva. Más en este último dibujo, en el que los interiores no se pegan mucho a la banda. Por la derecha, Jesús Gámez, sobre todo, y Manolo parecen entenderlo bien. En cambio, en la izquierda, a Manu y Mtiliga les cuesta más hacerse importantes cada vez que pasan la línea divisoria de terrenos. Ferreira ha probado ahí a Edu Ramos, en lo que no parece que sea un experimento de futuro, y a Eliseu. El luso, en cambio, actuó ahí en casi toda su etapa en el Os Belenenses.
La presión
En el esquema del nuevo Málaga es clave la figura del medio centro. Lesionado Juanito, el técnico portugués tiene dos claros candidatos: el brasileño Sandro Silva, presunto titular y que ha de mejorar en su puesta a punto, y Toribio. Rara vez se mostrarán en ataque y serán básicos en la recuperación del balón. Pero todo el equipo ha de trabajar en esta tarea, con líneas juntas y solidaridad en el esfuerzo. La presión comienza arriba y ni los extremos están exentos de la ayuda a los laterales. Al respecto basta recordar el perfil trabajador de los delanteros de la plantilla.
El Málaga lleva tres encuentros sin encajar goles y ya conjuga el verbo 'ganhar', la gran obsesión de Jesualdo Ferreira. Basta prescindir de la 'hache' intercalada que emplean los numerosos portugueses del cuerpo técnico, para españolizar el verbo. Ahora queda que el equipo también se habitúe a vencer en competición oficial, lo más difícil. Porque más allá de lo táctico o de lo físico, uno de los empeños del veterano técnico de Mirandela es cambiar la mentalidad del grupo de un modo radical. Hacerlo ganador, después de un año abonado a las penurias, algo que no se logra del día a la noche.
Cuatro partidos, en realidad tres y un entrenamiento de sólo sesenta minutos de duración contra el equipo filial, ya han servido para determinar algunos de los aspectos del juego que pueden caracterizar al Málaga de las próximas temporadas -el vínculo de Ferreira es de tres años-.
Sistema de juego
El último ensayo del equipo fue el primero en el que Ferreira decidió no modificar el dibujo. El Málaga mantuvo el 4-3-3 los 90 minutos de juego contra el Betis, pero en las citas anteriores lo alternó con el 4-4-2, la principal variante a la que recurrirá en la competición el conjunto de La Rosaleda. Eso sí este último esquema no presenta a los dos medios centro en línea, sino uno por delante para formar un claro rombo con los interiores en el centro del campo.
Toque
Una de las premisas en el juego es el recurso a los continuos apoyos en corto. El buen manejo de la posesión es clave para un ataque ordenado, a la búsqueda de espacios o de una opción más clara en el ataque. La presencia de dos interiores, por delante del medio centro, más la movilidad de los extremos, que no son elementos fijos pegados a la cal de la banda, ofrece soluciones suficientes para los apoyos.
Contraataques
En todos los deportes de equipo es una faceta clave del juego. Ferreira quiere que su equipo corra siempre que exista un mínimo resquicio para hacerlo. La pasada campaña la plantilla no estaba especialmente dotada para ello, no sólo por falta de piezas veloces, sino también por el escaso criterio en las salidas. Los primeros ensayos han mostrado que el luso exige determinación en el portero para recurrir al saque largo con la mano o los pies. Eliseu, Juanmi (aún por definir su rol en la primera plantilla), Rondón y el que se espera como próximo fichaje, Sebastián Fernández, son especialmente productivos con espacios.
A balón parado en defensa
El Málaga defenderá en zona en las acciones a balón parado. En este sentido, la pretemporada es un momento idóneo para trabajar esta opción, que exige que los jugadores huyan del estatismo y 'ataquen' el balón en las disputas. Cada vez más extendida como modelo defensivo, puede ser una solución útil bien ejecutada.
A balón parado en ataque
La lesión de Duda, llamado a ser el encargado de casi todos los lanzamientos, directos o indirectos, trunca la posibilidad de comprobar todo el arsenal del equipo, ahora con dos buenas referencias más por alto: Rondón y Malagueño. A Ferreira le gusta que en las faltas laterales los jugadores que acuden a remate se agrupen en poco espacio para generar problemas a la defensa.
Variedad de atacantes
Ferreira ha venido recurriendo a Rondón en el 4-3-3 y a la pareja Baha-Edinho con el 4-4-2. El técnico busca variedad en las características de sus puntas, de ahí que incluso con la presumible llegada de Sebastián Fernández aún reclame otro tipo de jugador. Parece claro que entiende que un equipo ganador debe disponer de un abanico de soluciones en el ataque, lo que le permita distintos tipos de juego: uno más directo con centros desde las alas, ideal para Rondón; la opción del repliegue para buscar los espacios a la espalda de la zaga rival con un hombre rápido (Fernández) o el trabajo y la movilidad de los puntas para abrir huecos (Baha y Edinho).
Laterales ofensivos
Tanto en el 4-3-3 habitual como en el 4-4-2 la tarea en ataque de los laterales es decisiva. Más en este último dibujo, en el que los interiores no se pegan mucho a la banda. Por la derecha, Jesús Gámez, sobre todo, y Manolo parecen entenderlo bien. En cambio, en la izquierda, a Manu y Mtiliga les cuesta más hacerse importantes cada vez que pasan la línea divisoria de terrenos. Ferreira ha probado ahí a Edu Ramos, en lo que no parece que sea un experimento de futuro, y a Eliseu. El luso, en cambio, actuó ahí en casi toda su etapa en el Os Belenenses.
La presión
En el esquema del nuevo Málaga es clave la figura del medio centro. Lesionado Juanito, el técnico portugués tiene dos claros candidatos: el brasileño Sandro Silva, presunto titular y que ha de mejorar en su puesta a punto, y Toribio. Rara vez se mostrarán en ataque y serán básicos en la recuperación del balón. Pero todo el equipo ha de trabajar en esta tarea, con líneas juntas y solidaridad en el esfuerzo. La presión comienza arriba y ni los extremos están exentos de la ayuda a los laterales. Al respecto basta recordar el perfil trabajador de los delanteros de la plantilla.