Pasan los días y el Málaga no ofrece novedades en su planificación deportiva cuando quedan sólo tres para los exámenes médicos de los jugadores y cinco para el comienzo de los entrenamientos, en las instalaciones del Gran Hotel de Benahavís. Precisamente para el sábado, la jornada prevista para las pruebas, el nuevo entrenador, Jesualdo Ferreira, espera contar con los tres primeros fichajes. Eso sí, se desconoce si en esa cifra incluye a su compatriota Eliseu, que regresa a La Rosaleda.

Ferreira continúa pegado al teléfono. De vacaciones, pero sin perder contacto con las personas en las que ha delegado para formalizar las distintas operaciones. Tal vez por ello irradie confianza en las conversaciones que mantiene con sus más cercanos. Resulta llamativo que mientras en el entorno del Málaga se instalan las dudas y la incertidumbre por el parón en todas las gestiones el técnico se muestra muy tranquilo.

La falta de incorporaciones no parece preocuparle a Ferreira, que en sus conversaciones en privado con los más allegados, a través del móvil, transmite calma y justifica la demora con el argumento de que en primer lugar es lógico que se estructure el club en función de las necesidades en el traspaso de poderes de Fernando Sanz y su equipo al nuevo grupo propietario, liderado por el jeque qatarí Abdullah Al-Thani.

Pauta

Evidentemente esos cambios en el día a día marcan la pauta en el Málaga. Aunque todo el equipo ejecutivo de Fernando Sanz continúa en su puesto, no es un secreto que desde hace dos semanas el peso de la gestión está en manos del director general de NAS (el grupo de Abdullah Al-Thani), Abdullah Ghubn, y, sobre todo, de Yasmin Al-Sahoud, la abogada marbellí que figura como apoderada de la parte compradora hasta el día 27 (fecha de la junta extraordinaria de acciones) y que ejerce ya como si fuera la nueva directora general de la entidad.

Aun así, Ferreira y su equipo de trabajo mantienen todo tipo de gestiones con el aval que da la plena confianza depositada en el técnico portugués por Ghubn. Y lo único que tratan de evitar es que la precipitación acabe por perjudicar al equipo.

Precisamente para hoy está prevista la llegada de los tres ayudantes portugueses de Ferreira. Hasta el momento se conocían dos nombres, José Gomes y el ex guardameta Nuno, y el tercero es Rui Silva, procedente del Oporto. Se trata de personas de absoluta confianza del nuevo técnico malaguista que la pasada temporada estuvieron junto a él en el cuadro luso.

Las funciones parecen definidas en el cuerpo técnico que encabezará Ferreira. En principio ha optado por mantener a Rafa Mondragón como readaptador (será además el enlace con el cuerpo médico), a Paco Ruiz como preparador de porteros del primer equipo, y a Álvaro Reina en su función de análisis del rendimiento del Málaga y de sus rivales. En cualquier caso, queda comprobar cómo distribuye las funciones. José Gomes desempeñará las funciones de segundo entrenador y coordinará la preparación física. El ex guardameta Nuno (que estuvo en el Deportivo o el Mérida y que anunció su retirada días atrás) aportará sus conocimientos bajo los palos y su capacidad para hacer grupo en el vestuario (se antoja que estará muy cerca de los jugadores). Por último, Rui Silva, que ayudó a Ferreira primero en el Braga y los cuatro últimos años en el Oporto con los informes de los rivales, tendrá más funciones, como la comunicación con los técnicos de la cantera.