'Abdul', el máximo ejecutivo de todo el grupo Al-Thani
La función de secretario del jeque va más allá de lo que se cree: es el responsable de la gestión en las catorce empresas
S. CORTÉS.-
Hace unos días Abdullah Mohammed Haj Ghubn pisó La Rosaleda por primera vez y tomó dos decisiones, cambiar el césped y pintar el estadio, que fueron aceptadas luego por los responsables de las instituciones, las propietarias del recinto. El concepto de 'secretario del jeque' desde una visión occidental nada tiene que ver con la realidad en los países árabes. De hecho, 'Abdul', como se le conoce de forma más abreviada, es el máximo ejecutivo del grupo presidido por Abdullah ben Nasser Al-Thani.
El papel de 'Abdul' durante estas dos semanas ha sido muy relevante. Desde el principio reinó la idea de que era un emisario del jeque a la espera de que este llegara a Málaga y tomara las primeras decisiones, pero en realidad el joven ejecutivo es la pieza más importante del engranaje de empresas y, por lo tanto, se antoja que también del Málaga a partir del 27 de julio, cuando la junta extraordinaria de accionistas le dé el visto bueno a la compra de la mayoría de las acciones de la sociedad anónima deportiva por parte de Ben Nasser.
Cerebro
Personas que conocen el entorno de las empresas vinculadas al nuevo dueño del Málaga reiteran que Abdullah Mohammed Haj Ghubn es el cerebro de las operaciones. De hecho, es el responsable absoluto de la gestión de las catorce sociedades, distribuidas en diversos ámbitos. Quedó patente desde el primer día en las negociaciones. Cuenta con plenos poderes y por eso fue el encargado de firmar los documentos de la compraventa en la noche del día 11 de este mes, viernes, en Marbella junto a los propietarios del club de La Rosaleda, Fernando Sanz y su esposa, Íngrid Asensio.
'Abdul' no tardó en tomar posesión del Málaga. Sólo tres días después, el lunes 14, acudió personalmente al consejo de administración para conocer en persona a todos sus miembros. En los días siguientes trabajó codo con codo con Fernando Sanz para revisar toda la documentación relacionada con el club (contratos, acuerdos, colaboraciones, patrocinios...) y también quiso saludar a los componentes de cada departamento de la entidad.
Sus dos primeras decisiones al ver in situ el estadio parecían ir en la línea de una persona que quizá pretendía imponer unas normas en nombre del jeque a la espera de su venida. Nada más lejos de la realidad. 'Abdul' tiene plena potestad, porque es el máximo ejecutivo de la empresa y el responsable de la gestión en todas las sociedades del grupo.
En el Málaga se intuye que esa situación no va a variar. Al margen de la figura de Fernando Sanz, cuya función se desvelará esta tarde -durante la presentación oficial de Ben Nasser-, los dos pesos pesados del club serán él y la abogada Yasmin Al Sahoud Pérez, que se perfila como la directora general. Pero ante 'Abdul' deberán rendir cuenta todos los miembros del nuevo organigrama del club. Igual que sucede en las otras empresas propiedad del jeque.
La función de secretario del jeque va más allá de lo que se cree: es el responsable de la gestión en las catorce empresas
S. CORTÉS.-
Hace unos días Abdullah Mohammed Haj Ghubn pisó La Rosaleda por primera vez y tomó dos decisiones, cambiar el césped y pintar el estadio, que fueron aceptadas luego por los responsables de las instituciones, las propietarias del recinto. El concepto de 'secretario del jeque' desde una visión occidental nada tiene que ver con la realidad en los países árabes. De hecho, 'Abdul', como se le conoce de forma más abreviada, es el máximo ejecutivo del grupo presidido por Abdullah ben Nasser Al-Thani.
El papel de 'Abdul' durante estas dos semanas ha sido muy relevante. Desde el principio reinó la idea de que era un emisario del jeque a la espera de que este llegara a Málaga y tomara las primeras decisiones, pero en realidad el joven ejecutivo es la pieza más importante del engranaje de empresas y, por lo tanto, se antoja que también del Málaga a partir del 27 de julio, cuando la junta extraordinaria de accionistas le dé el visto bueno a la compra de la mayoría de las acciones de la sociedad anónima deportiva por parte de Ben Nasser.
Cerebro
Personas que conocen el entorno de las empresas vinculadas al nuevo dueño del Málaga reiteran que Abdullah Mohammed Haj Ghubn es el cerebro de las operaciones. De hecho, es el responsable absoluto de la gestión de las catorce sociedades, distribuidas en diversos ámbitos. Quedó patente desde el primer día en las negociaciones. Cuenta con plenos poderes y por eso fue el encargado de firmar los documentos de la compraventa en la noche del día 11 de este mes, viernes, en Marbella junto a los propietarios del club de La Rosaleda, Fernando Sanz y su esposa, Íngrid Asensio.
'Abdul' no tardó en tomar posesión del Málaga. Sólo tres días después, el lunes 14, acudió personalmente al consejo de administración para conocer en persona a todos sus miembros. En los días siguientes trabajó codo con codo con Fernando Sanz para revisar toda la documentación relacionada con el club (contratos, acuerdos, colaboraciones, patrocinios...) y también quiso saludar a los componentes de cada departamento de la entidad.
Sus dos primeras decisiones al ver in situ el estadio parecían ir en la línea de una persona que quizá pretendía imponer unas normas en nombre del jeque a la espera de su venida. Nada más lejos de la realidad. 'Abdul' tiene plena potestad, porque es el máximo ejecutivo de la empresa y el responsable de la gestión en todas las sociedades del grupo.
En el Málaga se intuye que esa situación no va a variar. Al margen de la figura de Fernando Sanz, cuya función se desvelará esta tarde -durante la presentación oficial de Ben Nasser-, los dos pesos pesados del club serán él y la abogada Yasmin Al Sahoud Pérez, que se perfila como la directora general. Pero ante 'Abdul' deberán rendir cuenta todos los miembros del nuevo organigrama del club. Igual que sucede en las otras empresas propiedad del jeque.