Detenida por obligar a niños a recaudar fondos para una ONG inexistente. Los agentes consideran que la mujer, con antecedentes por hechos similares, formaría parte de una organización dedicada a la estafa
Su ficha policial incluye cinco reseñas. Las primeras se quedaron en simples denuncias. Pero las últimas le han acarreado dos detenciones en menos de un mes. El motivo es siempre el mismo: explotación infantil. La mujer, una ciudadana rumana de 36 años, está acusada de, presuntamente, usar a menores que fingen ser sordomudos para pedir dinero en las calles de la capital.
La última de sus apariciones por comisaría se produjo esta semana. El miércoles, una patrulla de la Policía Local de Málaga se topó con tres chicas de 13, 15 y 16 años que solicitaban donativos a los viandantes en la calle Duquesa de Parcent, una paralela a la avenida Manuel Agustín Heredia, en el centro de la ciudad.
Según relataron fuentes policiales, las menores mostraban a los transeúntes una hoja de papel para indicarles que pedían dinero para una supuesta asociación regional de discapacitados sordomudos y niños pobres. Incluso, se comunicaban con los transeúntes con gestos. Los agentes supieron desde el primer momento que las jóvenes no estaban recaudando fondos para ninguna entidad, ya que ésta no existe, y que tampoco eran realmente sordomudas.
Los policías les pidieron algún teléfono de contacto para avisar a sus familiares, pero todos los números que les dieron no correspondían a ningún usuario. Al final, consiguieron localizar a una mujer, que acudió a las dependencias del Grupo Escoltas, Menores y Atención Ciudadana (Gemac) para hacerse cargo de las chicas. Era la madre de una de ellas.
Uno de los agentes la identificó al verla: ya la habían detenido el pasado 21 de mayo por la misma causa. En aquella ocasión, fue arrestada después de que sorprendieran a su sobrino mientras pedía un donativo para la misma asociación. Supuestamente, ella le había impulsado a hacerlo.
Al indagar en su historial, en el Gemac descubrieron que la mujer había sido
denunciada en tres ocasiones en 2007; la última de ellas fue por una falta de estafa relacionada con la falsa asociación de sordomudos. En diciembre de 2009 fue reseñada por explotación de menores después de que la policía sorprendiera a un menor, que resultó ser su hijo, mientras pedía limosna en un semáforo vestido de Papá Noel.
Ante esta situación, los policías optaron por abrir una investigación más profunda. En primer lugar, visitaron el domicilio donde reside, en el que encontraron a ocho personas. Todas ellas convivían en el inmueble, que dispone de dos habitaciones con colchones repartidos por el suelo. Los agentes sospechan que en el domicilio vive más gente, ya que en ese momento sólo hallaron a un niño, y ellos ya han identificado con anterioridad al menos a cinco menores relacionados con la detenida.
Informe al juzgado
Con todos estos datos, elaboraron un informe que ha sido remitido al juzgado en el que se da cuenta de que la arrestada podría formar parte de una «organización» dedicada a la estafa que usa a menores para llevarla a cabo, según indicaron las fuentes consultadas. Los agentes le dan esta consideración al método que utilizan para recaudar dinero, que se detectó por primera vez en 2007 y que ha dado lugar a numerosas intervenciones en la calle.
El modus operandi se repite en todos los casos, siempre con menores como protagonistas. Piden un donativo para construir un centro de menores sordomudos y niños pobres en el mundo. Aparentan ser de una ONG, pero en el papel donde recogen firmas no figura ninguna sigla ni membrete. Un folio con una casilla para la rúbrica, otra para el código postal de la ciudad y el último para la cantidad del donativo. La policía no tiene dudas. Se trata de un timo a pequeña escala.
http://www.diariosur.es/v/20100622/malaga/sordos-mudos-solo-ganchos-20100622.html