Hasta 139 dolencias en las 38 jornadas mermaron las convocatorias de Muñiz · Helder, más ausente que Jordi Pablo
Consabido es el daño que han hecho este año las lesiones al Málaga. Sin embargo, cuantificarlo pone el vello de punta: hasta 139 dolencias a lo largo de la competición, casi cuatro por jornada, repartidas en 17 jugadores distintos, impidieron al entrenador Juan Ramón Muñiz confeccionar cada una de sus convocatorias y alineaciones.
Los más señalados por las convalecencias fueron Helder y Jordi Pablo. Fue lógico lo del castellonense, que en agosto se rompió el ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda y hasta el mes de marzo no recibió el alta médica (si bien no llegó a debutar por su falta de ritmo). Más sangrante fue lo del luso, el que más partidos se perdió por lesión, hasta 25, todas ellas musculares y consecuencia de un verano de dejadez que derivó en continuas recaídas. Sólo pudo disputar 216 minutos en toda la competición.
Hasta 16 de los 33 jugadores que llegó a utilizar Muñiz salieron ilesos, si bien la mayoría jugaron pocos minutos, como Orozco, Pedrito, Portillo, Juanmi o Iban Cuadrado. De hecho, si recurrió a tantos futbolistas fue por la plaga de lesiones. Mirando a los que gozaron de la continuidad del entrenador, la referencia más saludable fue la de Nabil Baha, que disputó 32 encuentros ligueros y no acusó problemas físicos importante (sólo se perdió uno por lesión y en los otros cinco fue suplente). Munúa, Benachour, Manu y Valdo tampoco lamentaron lesión alguna (es poco usual que se lesione un portero).
Los datos refuerzan el daño continuo en la zaga: el 53,5% de las lesiones se concentraron en la retaguardia. El 38,2% afectaron a la línea de medios, por un 5% en la delantera y un 3,6% en la portería (por el maltrecho tobillo del inédito Santamaría).
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