El propietario admitió ante los agentes que llegó con problemas a casa y que la pagó con el animal, que ha tenido que ser sacrificado
Al final nada se pudo hacer por salvar la vida de Scooby, un perro cazador, que como consecuencia de la caída sufrió fracturas y daños irreversibles en las patas traseras, la cadera y la columna vertebral. El can, que fue acogido por la asociación protectora de animales Costa Animal Society (CAS) de Nerja con el objetivo de conseguir su recuperación, tuvo que ser sacrificado debido a la gravedad de las heridas, ya que había quedado paralítico.
Para la Policía Local veleña, se trata de un caso claro de maltrato animal, por lo que ha abierto diligencias contra el propietario del perro, un hombre de unos 50 años que reconoció ante los agentes que llegó a casa malhumorado por los problemas económicos de su empresa y que la pagó con el animal, arrojándolo desde el ático de un edificio de cuatro plantas.
El suceso tuvo lugar el pasado jueves, día 13, de madrugada en la urbanización El Limonar. La presencia del animal herido en la calle fue comunicada a la Jefatura policial por un vecino a través de la llamada telefónica, que apuntó que podía tratarse de un accidente de tráfico.
El animal fue trasladado, después de permanecer inmóvil y malherido en la calle durante varias horas, por un residente de la barriada a una clínica veterinaria de la localidad, donde recibió una primera cura.
Según la policía, los agentes comenzaron a sospechar que podía tratarse de un caso de maltrato y no un accidente al conocer que las lesiones que presentaba eran compatibles con una precipitación o caída y no con una colisión, ya que no presentaba huellas de neumáticos ni erosiones en la piel fruto de haber sido arrastrado por el asfalto.
Fue entonces cuando la policía decidió investigar quién podía ser el propietario del animal, información que pudieron conseguir gracias al chip que portaba el can. Los agentes citaron al dueño del can, que reconoció que tiró al perro desde su vivienda, situada en la cuarta planta de un edificio, porque llegó agobiado con los problemas.
Infracción grave
La Jefatura de la Policía Local de Vélez ha trasladado el caso al Juzgado de Guardia por si es constitutivo de un delito de maltrato animal, y al Departamento de Sanciones del Ayuntamiento, para que, en su caso, aplique la Ley de Protección de Animales de la Junta de Andalucía, que contempla multas de hasta 30.000 euros para las infracciones muy graves, entre las que se encuentra el maltrato a los animales que causen invalidez o muerte.
Según CAS de Nerja, que ha puesto el hecho en conocimiento del Centro Andaluz contra el Maltrato Animal de Málaga, el perro presentaba fracturas múltiples en las patas traseras y la cadera, así como daños irreversible en el sistema nervioso, razones por las cuales los veterinarios recomendaron el sacrificio del can.
Porqe no se tiro el?
Al final nada se pudo hacer por salvar la vida de Scooby, un perro cazador, que como consecuencia de la caída sufrió fracturas y daños irreversibles en las patas traseras, la cadera y la columna vertebral. El can, que fue acogido por la asociación protectora de animales Costa Animal Society (CAS) de Nerja con el objetivo de conseguir su recuperación, tuvo que ser sacrificado debido a la gravedad de las heridas, ya que había quedado paralítico.
Para la Policía Local veleña, se trata de un caso claro de maltrato animal, por lo que ha abierto diligencias contra el propietario del perro, un hombre de unos 50 años que reconoció ante los agentes que llegó a casa malhumorado por los problemas económicos de su empresa y que la pagó con el animal, arrojándolo desde el ático de un edificio de cuatro plantas.
El suceso tuvo lugar el pasado jueves, día 13, de madrugada en la urbanización El Limonar. La presencia del animal herido en la calle fue comunicada a la Jefatura policial por un vecino a través de la llamada telefónica, que apuntó que podía tratarse de un accidente de tráfico.
El animal fue trasladado, después de permanecer inmóvil y malherido en la calle durante varias horas, por un residente de la barriada a una clínica veterinaria de la localidad, donde recibió una primera cura.
Según la policía, los agentes comenzaron a sospechar que podía tratarse de un caso de maltrato y no un accidente al conocer que las lesiones que presentaba eran compatibles con una precipitación o caída y no con una colisión, ya que no presentaba huellas de neumáticos ni erosiones en la piel fruto de haber sido arrastrado por el asfalto.
Fue entonces cuando la policía decidió investigar quién podía ser el propietario del animal, información que pudieron conseguir gracias al chip que portaba el can. Los agentes citaron al dueño del can, que reconoció que tiró al perro desde su vivienda, situada en la cuarta planta de un edificio, porque llegó agobiado con los problemas.
Infracción grave
La Jefatura de la Policía Local de Vélez ha trasladado el caso al Juzgado de Guardia por si es constitutivo de un delito de maltrato animal, y al Departamento de Sanciones del Ayuntamiento, para que, en su caso, aplique la Ley de Protección de Animales de la Junta de Andalucía, que contempla multas de hasta 30.000 euros para las infracciones muy graves, entre las que se encuentra el maltrato a los animales que causen invalidez o muerte.
Según CAS de Nerja, que ha puesto el hecho en conocimiento del Centro Andaluz contra el Maltrato Animal de Málaga, el perro presentaba fracturas múltiples en las patas traseras y la cadera, así como daños irreversible en el sistema nervioso, razones por las cuales los veterinarios recomendaron el sacrificio del can.
Porqe no se tiro el?