Ayer se acabó la calma en los despachos, donde ya se miran fichajes y se estudia a quién dar de baja, aunque irán con calma
Fernando Sanz vive un extraño periodo de tranquilidad estos días. Por un lado, intenta relajarse después de toda la tensión acumulada con la amenaza del descenso; por otro, aprovecha esa misma calma para reflexionar acerca de qué llevó al equipo a la última jornada con los deberes aún por hacer e intentar no repetirlo para el proyecto venidero. Como sugiere la propia acción, meditará tranquilamente, sin querer precipitarse, aunque sabiendo que en cuanto se fijen los parámetros de trabajo todo fluirá mejor. Pero 48 horas después del festejo de la salvación, la actividad ha vuelto a las oficinas.
Dicen los profesionales en materia de fichajes que la vida en los despachos nunca cesa, que siempre hay algún partido interesante para ver, un informe técnico que leer o se observan vídeos de futbolistas futuribles. Sin embargo, una realidad tenía paralizado al club en las últimas fechas: el desconocimiento de la categoría en la que iba a militar el equipo la próxima temporada. Sabido que por tercer año consecutivo el conjunto blanquiazul estará entre los mejores, la maquinaria de la secretaría técnica se ha vuelto a poner en marcha.
Precisamente una de las decisiones que tiene que adoptar Fernando Sanz es ver cómo reestructura dicha parcela después del adiós de Ricardo Rodríguez como cabeza visible hace aproximadamente tres meses. El que hasta entonces era su adjunto, Sandro, tomó las riendas de forma interina y Antonio Benítez y el técnico, Juan Ramón Muñiz, arrimaron el hombro algo más que de costumbre. Si llega una persona nueva, si se crea un grupo de trabajo sin ningún máximo responsable o si el propio entrenador compatibiliza los cargos como en su anterior etapa está por ver.
Pero como los parámetros de configuración de plantilla que marca la gestión de Fernando Sanz seguirán siendo los mismos, los actuales responsables de la parcela deportiva ya están manos a la obra viendo qué futbolistas de Primera pueden ser interesantes y cómo se afronta el periodo de bajas, que será arduo y que afectará otro año más a un alto número de futbolistas (sólo entre los que vinieron cedidos y los que salieron en préstamo hay un total de nueve casos).
En las últimas semanas tanto Sandro como uno de sus ayudantes, Miguel Ángel Beas, habían desestimado varios ofrecimientos de jugadores interesantes de Segunda B y la categoría de plata. Pese a las buenas referencias de algunos y las ventajosas condiciones de otros, ni se tuvieron en cuenta a expensas de saber si habría o no descenso. En el seno del club saben que el haber tenido que esperar hasta la última semana para saber el futuro del equipo es un lastre a la hora de ir a buscar gangas en el mercado, sin embargo, no quieren precipitación. El calendario de altas y bajas no será tan inmediato como las decisiones estructurales del club.
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