La concentración del Málaga en tierras madrileñas ha tenido varios aspectos que han reflejado escasa coordinación entre los diferentes estamentos del club. Quizá lo más significativo fue que los jugadores no convocados se costeasen el viaje para presenciar el partido y que uno de ellos (Manu), accidentalmente, se sentara en el banquillo al lesionarse Juanito.

La propia iniciativa de concentrarse también tuvo sus vaivenes y no quedó clara hasta el último momento, cuando se conoció la fecha del partido en Getafe. Además, el cuerpo técnico no tuvo conocimiento en primera instancia de que el club recurrió la amarilla que vio Munúa en Bilbao, por lo que se permitió que volviera a Málaga. El portero tampoco fue avisado de la decisión de Competición hasta que se le consiguió el billete de AVE a última hora de la tarde del viernes (la noticia se conoció de sobremesa).

Finalmente, los no convocados no estuvieron en el hotel de concentración, ubicado en la Plaza de Castilla, y sí en un alojamiento más modesto.