La picaresca de muchos aficionados malaguistas es la consecuencia lógica de un irrefrenable deseo de ganar dinero fácilmente. Dado el precio al que circulan las entradas en la Red muchos de ellos podrán recuperar en torno a la mitad del coste del abono pagado antes de la temporada. Aún así las ofertas ofrecen precios muy dispares y se dan casos de localidades en Tribuna más baratas que otras en Preferencia. La ventaja es que, además, es el último choque de la temporada, con los que los aficionados se pueden desprender sin problemas del carné, que ya no volverán a necesitar para acudir al estadio para presenciar otro partido.
Con todo, la realidad es que el Barcelona tiene a un paso el título liguero y las opciones del Real Madrid son menores. Depende de un tropiezo de los azulgrana en el Camp Nou contra el Valladolid (que se juega la permanencia), siempre que los blancos ganaran al Málaga, al que también le va la vida en juego. Esto implica que puede haberse atenuado algo el interés de madridistas, al ver disminuidas las esperanzas de poder cantar el alirón en Málaga.
Rachas enfrentadas
La picaresca de algunos malaguistas es también un síntoma del pesimismo que reina entre una gran mayoría de la masa social de aficionados. La racha del equipo de diez jornadas sin ganar ofrece muy poca confianza en que pueda ser capaz de sorprender a un Real Madrid con gran capacidad realizadora (101 tantos) y que lleva nueve triunfos seguidos a domicilio (Deportivo, Xerez, Tenerife, Valladolid, Getafe, Racing, Almería, Zaragoza y Mallorca).
En todo caso, el Málaga anunciará hoy los precios de las localidades que se pondrán en venta para el choque, que podrán ser similares a los del partido contra el Barcelona. De la horquilla de 60 a 140 euros que costó ver al Real Madrid la campaña anterior se pasaría a la franja entre 100 y 200.