POR un momento, al ver la alineación inicial del Málaga, pensé que Fernando Sanz, que tiene que saber de fútbol aunque sólo sea por los muchos años que ha jugado, iba a bajar a los vestuarios para destituir fulminantemente a Muñiz. Era lo menos que se merecía el entrenador del Málaga C. F., que ha perdido los papeles y nos lleva derechitos a Segunda. ¿Cómo es posible que en un partido que hay que ganar se queden los tres delanteros del equipo (Obinna, Luque y Caicedo) en el banquillo? Aparte, claro, de su absurda lógica pelotera, al sorprender a todos con la 'repesca' inesperada de uno de sus defenestrados (Benachour) y ponerlo de titular sin saber nadie por qué lo hacía, lo mismo que nadie sabe por qué lo ha tenido tanto tiempo en las gradas (también lo hizo con Forestieri hace unas semanas). Así, con este absurdo panorama inicial, se presentaba otro partido clave para la permanencia, y, lógico, otro fiasco de un Málaga en el que se unen la falta de calidad de no pocos jugadores con el desquiciamiento del banquillo. Los quince minutos iniciales del Málaga, bastante buenos, quedaron en nada ante su nula referencia ofensiva, y el Sporting, que comenzó muy nervioso, se asentó y se dio cuenta de que con un mínimo orden defensivo atenazaría al rival. La afición, sobresaliente, intentó resucitar al equipo, que agonizaba tras el gol astur, pero los hinchas no hacen las alineaciones ni meten los goles. Con el 0-1, Muñiz se vio obligado a hacer lo que debió en los inicios: sacó toda la artillería, y al menos se salvó un punto. No hubo tiempo para más por la nefasta condición física del Málaga, otro 'logro' de Muñiz. ¡Vaya racha!
http://malagacf.sur.es/noticias/2010-05-02/nuevo-fiasco-20100502.html