La aplicación de la Ordenanza de Ruidos permite sancionar a más de 150 vecinos por las molestias que originan en sus casas
DENUNCIAS
Gritos y cantos en la vía pública: 109 denuncias entre enero y mayo de este año.
Ruido de los vecinos: 150 sanciones.
Coches discoteca: 22 denuncias.
Instrumentos musicales: 22 denuncias.
Ruidos de los locales con las puertas abiertas: 40 multas.
Artificios pirotécnicos: Nueve sanciones.
Cuando los historiadores buceen en los documentos del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga de principios del siglo XXI se sorprenderán del grado de incivismo de algunos ciudadanos, como hoy llama la atención que en otro tiempo se exhibieran carteles en las tabernas con el mensaje: «prohibido escupir». En lo que va de año este departamento ha tramitado un centenar de denuncias de la Policía Local a individuos que fueron sorprendidos in fraganti vociferando, gritando o cantando en la vía pública durante la madrugada, sin el más mínimo respeto a los vecinos que trataban en vano de dormir unos pisos más arriba.
Armar jaleo en las calles de la capital, conducta tipificada como «molestia por ruido procedente de gritos proferidos en la vía pública», está tipificado con multas que van desde 300 euros, cuando son de día, hasta 450 si los hechos ocurren por la noche, cuando se perjudica más a los ciudadanos.
Según los datos aportados por Medio Ambiente, la Ordenanza Municipal de Ruidos, aprobada en 2008, ha permitido también tramitar otras 150 reclamaciones a residentes por los sonidos que causan en el interior de sus hogares (televisores y equipos de música a excesivo volumen, fiestas y electrodomésticos puestos a deshora, discusiones conyugales reiteradas) y que molestan a otros vecinos del inmueble.
La lista de agravios no queda ahí, y el estruendo de los coches discoteca -vehículos con equipos de sonido tan potentes que trascienden al propio habitáculo, o abiertos a posta para amenizar una reunión de amigos- ha supuesto hasta mayo más de veinte sanciones.
Llama la atención que estos actos superan en número a las sanciones que se han tramitado contra establecimientos nocturnos por tener las puertas abiertas (con lo que el sonido trascendía a la calle), por no contar con limitador acústico o por no tener licencia para poner música.
Otro motivo habitual de queja por parte de los ciudadanos es el ruido de los ensayos con instrumentos musicales en la vía pública; el empleo de artificios pirotécnicos y los trabajos realizados fuera de hora. Las estadísticas también ofrecen diferencias por meses: en el primer semestre, el más animado fue abril, con 168 infracciones totales.
Sin permiso
La concejala de Medio Ambiente, Araceli González, aclara que el Área no da permisos para actividades ruidosas al aire libre -en referencia a bandas de música, que son motivo de queja habitual- «sino que vela por el cumplimiento de la norma contra el ruido». Y añade: «La norma ampara al ciudadano que quiere descansar y está absolutamente respaldado, al 100%, por el Área, porque el interés general y la convivencia están por encima de todo».
Al tiempo, subraya que se están tramitando todas las denuncias por esta materia que llegan a su departamento. «Hemos actualizado y puesto al día la ordenanza, que ahora contempla cosas que antes no se tenían en cuenta, como gritar, cantar y los coches discoteca. La gente se tiene que dar cuenta de que tiene que respetar el descanso de los demás. El ruido puede producir hasta enfermedades y la víctima está amparada por la legislación».
Esta la cosa para ponerse a festejar algo