El Málaga aseguraría la salvación si sumara los 8 puntos que consiguió en la primera vuelta frente a los rivales que le quedan hasta el final, con victorias ante Mallorca y Getafe, empates contra Sporting y Athletic, y derrota frente al Madrid
En vísperas de medirse el Málaga al Mallorca en el Ono Estadi hay expectación por comprobar si el equipo albiceleste es capaz de demostrar capacidad de reacción después de los últimos resultados negativos.
Por un lado, están los aficionados pesimistas, que ven que después de seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria el conjunto de Martiricos ha entrado en una espiral negativa; por otro, están los indiferentes, no se ´mojan´ o prefieren esperar acontecimientos para opinar; pero también los hay optimistas.
En función de los resultados cosechados por el Málaga en la primera vuelta frente a los mismos rivales a los que se enfrentará desde ahora hasta la conclusión del campeonato liguero –Mallorca, Sporting de Gijón, Athletic de Bilbao, Getafe y Real Madrid–, el cuadro malacitano sumó nada menos que ocho puntos, suficientes para asegurarse la ansiada permanencia en la máxima categoría del fútbol español.
Las cuentas sí salen en estos momentos, porque el Málaga ha demostrado que es capaz de puntuar frente a todos los contrincantes a los que se medirá en las tres semanas que restan de Liga. Y es que sólo sucumbió ante el Real Madrid y en el estadio Santiago Bernabéu (2-0).
Los restantes resultados fueron positivos, en mayor o menor medida, para los intereses del club blanquiazul, que vio cómo el equipo dirigido por Juan Ramón Muñiz logró un meritorio triunfo frente al Real Mallorca en La Rosaleda (2-1), después de catorce jornadas seguidas sin vencer –lo que supuso el empujón anímico que necesitaba– y al mismo tiempo se convirtió en el sexto partido consecutivo sumando, tras cinco igualadas.
Fueron Fernando y Forestieri los autores de los tantos que permitieron al Málaga conquistar tres puntos muy valiosos en aquel envite frente a los hombres de Gregorio Manzano.
Una semana después, el Málaga puntuó en el estadio El Molinón (2-2) ante un Sporting enrachado, con goles con acento portugués, materializados por el brasileño Weligton y por el luso Duda.
Quizás el punto que no tuvo tan buen sabor de boca fue el que se logró frente al Athletic de Bilbao en La Rosaleda (1-1, con gol a su vez de Weligton). Pero una vez más el bloque malaguista evitó una derrota y prolongó su racha de partidos sin perder a ocho, que fueron nueve con la victoria alcanzada en Martiricos ante otro de los equipos ´revelación´ de la temporada, el Getafe de Míchel (1-0), con gol de Nabil Baha. Fueron tres puntos que permitieron que el Málaga no se descolgara demasiado en la tabla clasificatoria a falta del choque ante el Real Madrid (2-0), que cerró una discreta primera vuelta.
¿Por qué no? El fútbol, en numerosas ocasiones, depende de los estados de ánimo de muchos de los integrantes del equipo. Y, después de dos empates consecutivos frente al Osasuna fuera de casa (2-2) y ante el Valladolid en su propio feudo (0-0), en el Málaga da la impresión de que la capacidad de ´hacer piña´ que ha demostrado la plantilla a lo largo de esta semana podría tener repercusiones positivas.
El Málaga suma en estos momentos 33 puntos en igual número de jornadas disputadas. A falta de cinco partidos para el final del campeonato, difícilmente la salvación estará en los 43 que fueron necesarios la pasada campaña –el Betis bajó a Segunda División con 42–.
Si el equipo albiceleste sumara los ocho que logró ante cuatro de los cinco rivales a los que debe medirse en estas tres semanas, llegaría hasta los 41, con lo que podría sobrarle alguno para la esperada permanencia.
Incluso podría ser suficiente con dos victorias seguidas, mañana ante el Mallorca y el próximo domingo frente al Sporting, para evitar el descenso de categoría. Con 39 puntos, equipos como el Tenerife (32) y el Valladolid (29) tendrían que llegar a los 40, ya que el Málaga les tiene ganado el ´goal average´. De este modo, el conjunto chicharrero se vería obligado a conseguir en estos cinco últimos partidos dos victorias y dos empates, y sólo podría permitirse una derrota –o bien tres triunfos–, mientras que para el bloque pucelano el reto sería más complicado aún, ya que necesitaría tres victorias y dos empates o bien cuatro triunfos, algo prácticamente impensable.
La clave. Será decisivo para el conjunto malagueño lograr un triunfo en Palma de Mallorca, sin esperar a comprobar los resultados de sus rivales directos: el Tenerife en el campo del Atlético de Madrid y el Valladolid en terreno del Sporting de Gijón. Un triunfo malaguista sería un espaldarazo hacia la salvación.
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