La situación de algunos de los futbolistas cedidos no es definitiva. El Málaga podría liberarlos y forzar que jugasen contra sus clubes de origen pagando una cláusula que tiene guardada en la recámara. Esta situación sólo afecta a tres de los jugadores que están en condición de préstamo: los sevillistas Duda y Lolo, y el 'azulón' Nacho, que puede jugar sin problemas el partido en La Rosaleda, pero que tiene restringido su concurso en el Alfonso Pérez y en un hipotético enfrentamiento copero. La penalización que habría que abonar en los tres casos sería de 100.000 euros por cada jugador y partido.
Aunque habitual en muchos contratos de cesión, esta situación es muy improbable que se dé en un partido liguero, ya que se trata de un peaje muy alto por la disputa de un solo encuentro. Sin embargo, el escenario cambia de color si en juego hay algo más que tres puntos, o si se trata de otra competición. Esta cláusula podría ejecutarse, por ejemplo, en una final o en cualquier eliminatoria importante de la Copa del Rey, o en un partido de Liga en el que el Málaga se jugase algún objetivo. Se podría dar el caso, incluso, de que el futbolista fuese el primer interesado en jugar el partido en cuestión y decidiese compartir con el club el pago de la mencionada penalización. Sería legítimo.
Los otros tres cedidos no disponen de este 'privilegio'. De Barros, Adrián y Luque no podrían jugar contra sus clubes bajo ningún concepto.
http://www.diariosur.es/20081011/deportes/malagacf/jugar-euros-20081011.html
Aunque habitual en muchos contratos de cesión, esta situación es muy improbable que se dé en un partido liguero, ya que se trata de un peaje muy alto por la disputa de un solo encuentro. Sin embargo, el escenario cambia de color si en juego hay algo más que tres puntos, o si se trata de otra competición. Esta cláusula podría ejecutarse, por ejemplo, en una final o en cualquier eliminatoria importante de la Copa del Rey, o en un partido de Liga en el que el Málaga se jugase algún objetivo. Se podría dar el caso, incluso, de que el futbolista fuese el primer interesado en jugar el partido en cuestión y decidiese compartir con el club el pago de la mencionada penalización. Sería legítimo.
Los otros tres cedidos no disponen de este 'privilegio'. De Barros, Adrián y Luque no podrían jugar contra sus clubes bajo ningún concepto.
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