El Málaga está jugando con fuego. Lleva mucho tiempo haciéndolo y si se hace así es posible que quien lo haga acabe quemándose... Mal terreno el de Osasuna para llegar con prisas y necesidades, pero así llegamos a Pamplona porque los que supuestamente eran peores han reaccionado en el momento más inoportuno. Yo no daba ni un duro por Valladolid, Tenerife y Xerez antes de esta maldita jornada, y todos nos han recortado dos puntos. Y menos mal que el Málaga empató. Necesitábamos la victoria, sobre todo tras la reacción de vallisoletanos y tinerfeños, pero a punto estuvimos de perder. Un empate no es bueno, pero menos hubiese sido nada. Jugar en el Reyno de Navarra con la necesidad de ganar es complicado, porque el rival suple sus carencias con una fuerza y una fe que lo hacen muy difícil, sobre todo en su feudo. Pandiani nos volvió a hacer la puñeta. Y otra vez más los árbitros no fueron precisamente aliados, pero el Málaga también pecó de falta de ambición. Ese ha sido uno de los grandes defectos de Muñiz en lo que llevamos de temporada. Su concepción del fútbol no está marcada con tintes ofensivos, pero es lo que tenemos y hay que aguantarse.
El empate de anoche no es una buena noticia, pero menos da una piedra. Sigo afirmando que el Málaga se ha desfondado, y quien es su máximo responsable, aparte de lo que podamos discutir de la calidad de la plantilla, es el entrenador. Nos hemos venido abajo cuando más falta nos hacía pegar el acelerón. El partido del domingo se presenta decisivo. En fin, que menos mal que seguimos fuera del vagón de cola. El tema es ver si tenemos aguante para no caernos con todo el equipo. Lo mejor (y lo peor) es que el Málaga depende de sí mismo.
http://malagacf.sur.es/noticias/2010-04-15/empate-sabe-poco-20100415.html