Las vidas de Arnau y Valcarce han serpenteado varias veces coincidiendo en varios puntos del pasado y confluyendo en la actualidad. El 7 de noviembre de 1999 supuso un antes y un después para cada uno en la película de su amistad y en sus respectivas carreras. Sobre todo para el segundo, que marcó el gol de su vida. Al Barcelona, a Arnau, y en el Camp Nou. Toma tomate. “De repente, apareció Vicente desde el medio del campo, se plantó delante mía y me metió un golazo de vaselina”, reconoce el todavía cancerbero blanquiazul. Entonces sólo se conocían de haberse enfrentado alguna vez con los filiales del Madrid y del Barcelona. Ahora son íntimos, parejas de pádel y hasta compañeros de vacaciones. Por eso, se permiten el lujo de bromear sobre aquello. “Hemos hablado mucho sobre ese partido y esta semana más. Cuando Francesc viene a mi casa siempre me comenta que sale en todas las fotos. Yo le contesto que sí, pero que lo hace en el suelo”, desliza entre risas Valcarce, a lo que contesta rápidamente Arnau: “Di la verdad, el gol estaba pactado para que renovaras por el Málaga”.
El ahora delegado del equipo blanquiazul, Vicente Valcarce, recuerda con nostalgia uno de los partidos más míticos del Málaga en la era moderna (el Málaga venció 1-2 en el Camp Nou): “Llegamos últimos, sin confianza, pero durante la semana previa nos dimos cuenta de que realmente podíamos ganar. ¿Por qué no íbamos a poder hacerlo? Y mira luego el partido que nos salió”. “La verdad es que el Málaga jugó muy bien con los cuatro de arriba: Edgar, Catanha, Agostinho y Rufete. Nos complicaron mucho el partido”, reconoce Arnau, que sufrió las estocadas de aquel novillero llamado Málaga. Después llegó el despegue: “Aquello fue el principio de lo que luego se convirtió en un equipo europeo, que ganó la Intertoto y que estuvo siete años en Primera”.
En la etapa más reciente Arnau y Valcarce compartieron capitanía y ahora mantienen su estrecha amistad a pesar de sus diferentes roles en el equipo. “Es uno de mis mejores amigos y nos lo demostramos a diario”, confiesa el catalán. Valcarce, que aún se considera uno más, opina lo mismo: “Es que aún lo considero un compañero a pesar de mi puesto”. ¿Y podrá repetirse la gesta el sábado? “Quién sabe. Yo espero que sí. Ya han pasado diez años. ¡Qué deprisa corre el fútbol!”, confiesa Valcarce. “Vamos sin necesidad de puntos. Si usamos nuestras armas y jugamos como sabemos y como lo hicimos contra el Espanyol o cualquier otro equipo, podremos ponerles en dificultades”, sentenció Arnau, que vuelve por enésima vez al que fue su estadio y a la portería en la que hincó rodilla frente a su amigo Valcarce.
Valcarce celebra su antológico gol en el Camp Nou
http://www.eldesmarquemalaga.es/agenda-malaga/21680-valcarce-y-arnau-reviven-la-machada-del-camp-nou-diez-anos-despues
El ahora delegado del equipo blanquiazul, Vicente Valcarce, recuerda con nostalgia uno de los partidos más míticos del Málaga en la era moderna (el Málaga venció 1-2 en el Camp Nou): “Llegamos últimos, sin confianza, pero durante la semana previa nos dimos cuenta de que realmente podíamos ganar. ¿Por qué no íbamos a poder hacerlo? Y mira luego el partido que nos salió”. “La verdad es que el Málaga jugó muy bien con los cuatro de arriba: Edgar, Catanha, Agostinho y Rufete. Nos complicaron mucho el partido”, reconoce Arnau, que sufrió las estocadas de aquel novillero llamado Málaga. Después llegó el despegue: “Aquello fue el principio de lo que luego se convirtió en un equipo europeo, que ganó la Intertoto y que estuvo siete años en Primera”.
En la etapa más reciente Arnau y Valcarce compartieron capitanía y ahora mantienen su estrecha amistad a pesar de sus diferentes roles en el equipo. “Es uno de mis mejores amigos y nos lo demostramos a diario”, confiesa el catalán. Valcarce, que aún se considera uno más, opina lo mismo: “Es que aún lo considero un compañero a pesar de mi puesto”. ¿Y podrá repetirse la gesta el sábado? “Quién sabe. Yo espero que sí. Ya han pasado diez años. ¡Qué deprisa corre el fútbol!”, confiesa Valcarce. “Vamos sin necesidad de puntos. Si usamos nuestras armas y jugamos como sabemos y como lo hicimos contra el Espanyol o cualquier otro equipo, podremos ponerles en dificultades”, sentenció Arnau, que vuelve por enésima vez al que fue su estadio y a la portería en la que hincó rodilla frente a su amigo Valcarce.
Valcarce celebra su antológico gol en el Camp Nou
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