El fútbol es justo con el Málaga (1-0)
Baha se redime con un gran remate de cabeza, y el equipo por fin recupera el resuello El equipo volvió a carecer de profundidad y sufrió para ganar pese a jugar una hora con un hombre más
Otro jugador habría mandado callar al público. O ni habría celebrado el gol. Pero no. Él salió como un cohete, eufórico, consciente de la importancia de su remate. No para él, sino para el equipo. Frente a otros compañeros con el ego subido o el pistón bajado, a Baha nunca le ha preocupado correr para los demás, tapar huecos, meterse sin miedo en una maraña de piernas en la zona (la media punta) donde otros ni arriesgan para no caer en ridículo. Ayer el fútbol al fin hizo justicia. Con él y también con el Málaga. A falta de profundidad y calidad, justo lo que sí posee el Getafe, recurrió a la constancia y a su convicción para obtener un triunfo que lo catapulta momentáneamente en la tabla.
El Málaga jugó más de una hora en superioridad numérica. Que nadie lo olvide. Y aun así le costó un mundo no ya ganar, sino llegar a puerta y poner en aprietos a Codina. Nada nuevo en La Rosaleda. Su falta de profundidad es preocupante. Su capacidad para desbordar, mínima. Pero con ser ciertos estos defectos también es obligado recordar que lleva la segunda mitad de esta primera vuelta sin perder. Con pocos triunfos, sí, pero sin perder. Y gracias a esa constancia, a la cohesión interna en los momentos más complicados (en la semana previa a la visita al Sevilla), recupera el resuello al menos esta semana.
Muñiz tenía ayer numerosos problemas para confeccionar la alineación y recurrió al extremo Javi López en el flanco izquierdo, aunque quizá la apuesta más significativa fue la presencia de Benachour. Era tan consciente de que el balón podía quedar en manos del Getafe permanentemente como también Míchel de que Apoño es la pieza clave blanquiazul. Por eso el entrenador visitante colocó un solo medio centro (Celestini) y buscó fortaleza por delante con Boateng y Casquero, este último muy pendiente del futbolista malagueño.
En el duelo táctico al Málaga no le quedaba más remedio que mantenerse firme atrás. De lo contrario obtener la victoria se antojaba imposible. El mejor argumento ofensivo hubo que buscarlo en los laterales, en gran medida también porque Fernando y Javi López dejaron libre el pasillo con frecuencia. El conjunto local manejó el balón y tuvo unas pocas llegadas, pero las oportunidades claras parecían supeditadas a la estrategia. Juanito se quedó cerca y después Apoño trató de sorprender a Codina en un libre directo lanzado 'por fuera' de la barrera.
Al Getafe le sucedió lo contrario. Perdió el balón, con el que se siente más a gusto, pero tiene mucha velocidad y calidad. Pese a no ser un conjunto de los ricos, puso el talonario encima de la mesa para fichar a Pedro León y, claro, no extraña que el murciano y Soldado se bastaran para armar el taco. Menos mal que Munúa estuvo excelente. Tres victorias, tres actuaciones estelares del uruguayo.
Llegó el descanso y Muñiz retiró al debutante Caicedo, inadaptado y contemplativo en algunas acciones, aunque al menos se dejó ver 'entre líneas' y participó en dos intentos de pared. El asturiano metió a Baha como ariete, donde de verdad le gusta al francomarroquí, y después, con la lesión de Apoño, retrasó a Benachour. Hasta entonces el tunecino había participado con frecuencia, pero sin excesivo protagonismo. Sin aperturas a las bandas o pases al hueco. Más retrasado, llevó el peso del juego y aprovechó que el Getafe había renunciado a todo. Tácticamente Míchel tampoco dio el paso de incluir a Parejo para tratar de hacerse con el esférico.
El Málaga volvió a encomendarse a los laterales en ataque. Entre Mtiliga y Javi López fabricaron la mejor jugada del partido, pero ni Fernando, ni Forestieri ni Benachour resolvieron en la frontal. El empeño de los locales hizo que en el minuto 77 el público le respondiera al equipo con aplausos y ánimos unánimes. Y así, aunque seguía sin profundidad y sin pisar el área con peligro, Jesús Gámez irrumpió por la derecha y buscó a Baha, probablemente el único delantero del grupo capaz de aparecer al primer palo. Fue uno de sus tres intentos. Atinó. El fútbol a veces sí es justo. Con Baha y, sobre todo, con un Málaga con la tenacidad como casi única virtud.
http://malagacf.sur.es/noticias/2010-01-18/futbol-justo-malaga-20100118.html