El combustible castiga el bolsillo tras subir un 20% en un año
Los taxistas, los transportistas o los propietarios de coches de alquiler muestran su "preocupación" ante el nuevo alza de precios de la gasolina y el diésel
Hay pocas cosas que duelan más al bolsillo que el precio del combustible. El consumidor siempre tiene la sensación de que le están engañando ya que, por el mismo producto, paga precios muy distintos en función de la semana y, normalmente, al alza. El coste del carburante se ha vuelto a disparar justo en el peor momento, en plena cuesta de enero y en medio de una fuerte crisis económica. El precio medio del litro de gasolina 95 sin plomo se eleva en la provincia a 1,1 euros y el de gasóil a 1 euro, lo que representa unos incrementos del 27 y el 15% respecto a enero de 2009. Si se hace una media, el combustible está ahora un 20% más caro que hace un año, según los datos oficiales del Ministerio de Industria.
Otro de los aspectos que más castiga al usuario es que el precio del combustible varía notablemente entre una estación de servicio y otra. Por ejemplo, en el caso del diésel, en una gasolinera en Humilladero el litro cuesta 0, 935 euros y en otra en Cómpeta 1,02 euros. Son ocho céntimos de diferencia. No parece mucho pero, si se repostan 30 euros, en el primer caso entran casi tres litros más. Si los ciudadanos de a pie están notando este incremento de precios de forma importante en su balance semanal o mensual de gastos, imagínese el taxista, el transportista o el propietario de empresas de alquiler de coches.
Rafael García, presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi de Málaga (Aumat), señala que "la subida de precios es desproporcional" y explica que los taxistas pueden gastar entre 20 y 30 euros diarios en carburante, lo que representa en torno al 40% de los ingresos. García precisa que todo el colectivo dispone de una gasolinera propia donde el carburante "es algo más barato para nosotros, pero no mucho más" y reclama que a los taxistas también se les incluya dentro del paquete de gasóleo profesional.
Los que sí están dentro del gasóleo profesional son los transportistas. Susana Rojas, gerente de la patronal Fetrama, señala que los camiones pagan el mismo precio que un usuario en una estación de servicio aunque luego el Estado les devuelve parte del importe. A partir de enero, les retornan a las empresas 29 euros por cada 1.000 litros hasta un máximo de 1.450 euros por vehículo y año. No obstante, para obtener esta ventaja -que sólo es válida para camiones de más de 3.500 kilos, no incluyendo por tanto a pequeñas furgonetas de reparto y similares- la empresa debe solicitar una tarjeta especial en una estación de servicio. La petrolera, para concederla, suele, según Rojas, "pedir un aval bancario con el doble del consumo mensual. Un autónomo puede gastar 6.000 euros al mes, por lo que reclamarían 12.000 euros de aval y, con la situación financiera actual, hay muchas empresas que tienen problemas para conseguir ese aval".
En el caso de los rent a car, la operativa es algo distinta. Ana María García, presidenta de la patronal Aesva, afirma que normalmente los coches se entregan al cliente con el depósito lleno o medio y el usuario está obligado a devolverlo en el mismo estado. "No obstante, muchas veces el cliente te lo deja algo más bajo, a lo mejor tres euros menos y eso, multiplicado por muchos coches, es una cantidad importante", afirma García, quien asegura que, "si no se controlaran esas diferencias acabaríamos perdiendo dinero porque las tarifas son bajas".
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