El grueso de los 11.000 millones adicionales saldrá de penalizar el consumo y privar a las clases medias de la deducción de 400 euros
Suben los impuestos, y no sólo para los ricos, aunque ellos sufrirán el mayor castigo en sus ganancias no provenientes del trabajo. El Gobierno desveló ayer el contenido de la subida fiscal que proyecta para 2010, con la que espera incrementar la recaudación en 11.000 millones de euros -de los que sólo 6.500 ingresarán en caja ese año-, cifra equivalente a un 1% del PIB. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, afirmó que ese aumento es justo y solidario y requerirá un «mayor esfuerzo» de quienes «tienen más». Sin embargo, el grueso de los ingresos adicionales saldrá de la subida del IVA, que afectará desde el 1 de julio a todos los contribuyentes, y de la eliminación de la deducción de 400 euros, que repercutirá sobre todo en las clases medias.
Los cambios introducidos en el IVA, el principal impuesto que penaliza el consumo y que pagan todas las personas cada vez que compran un bien o servicio, consisten en un incremento de los gravámenes aplicados a sus tipos general y reducido. El general, al que los contribuyentes tributan por la adquisición de la mayoría de productos, aumentará el 1 de julio del 16% al 18%, y el reducido pasará del 7% al 8%. En esta segunda categoría están gafas y lentillas, hostelería, turismo, espectáculos culturales, peluquerías, servicios funerarios y determinado material sanitario y agrícola. El Gobierno ha renunciado a subir el tipo súper reducido del 4%, aplicable a productos considerados de primera necesidad como pan, leche, huevos, frutas y hortalizas, quesos, medicamentos, libros y periódicos y vivienda protegida.
La recaudación adicional que Hacienda espera obtener con esta subida es de 5.150 millones. Salgado explicó que la decisión de retrasar al 1 de julio su entrada en vigor obedece a la convicción del Ejecutivo de que para entonces «la recuperación económica ya habrá comenzado» y su efecto negativo sobre el consumo será limitado. «Lo que más influye en el consumo es la confianza», recalcó. Pese a los aumentos, los tipos de gravamen serán aún inferiores a los de otros países como Alemania, Francia y Portugal.
La otra gran novedad de la reforma fiscal consistirá en la introducción de una tributación progresiva de las ganancias del capital, es decir, de los réditos que genera la inversión, hasta ahora gravados al 18% vía IRPF. A partir del 1 de enero, los primeros 6.000 euros de rentas tributarán al 19%. Salgado detalló que hay en España 11,5 millones de ahorradores que por esta vía obtienen menos de 6.000 euros anuales, y que verán incrementados sus tributos una media de seis euros.
Mayores subidas
El golpe será mucho mayor para quienes superen ese umbral de ganancias de 6.000 euros, pues verán aumentado el gravamen del 18 al 21%. La vicepresidenta explicó que hay unos 100.000 beneficiarios de rentas de capital superiores a 60.000 euros anuales, a quienes la reforma les acarreará un aumento medio de 5.000 euros. Y los que perciben por esta vía un millón de euros o más -no dijo cuántos son- verán incrementada en unos 30.000 euros su factura fiscal.
Las clases medias también notarán en el IRPF la subida fiscal, pues el Gobierno eliminará el año próximo la deducción de 400 euros, lo que tendrá un efecto anual adicional de 5.700 millones. Ese pago fue impulsado antes de las elecciones de 2008 por José Luis Rodríguez Zapatero con el pretexto de fomentar el consumo y ayudar a las familias perjudicadas por la subida de los precios y de las hipotecas. Para justificar su supresión, el Ejecutivo señala que esa situación «ha cambiado». La liquidación de esa figura choca con la tesis gubernamental de que ningún asalariado pagará más el año próximo por el fruto de su trabajo, toda vez que los hasta ahora beneficiarios verán aumentadas sus retenciones y el desembolso final.
También habrá cambios en el impuesto de Sociedades, que bajará del 25% al 20% para pymes con menos de 25 trabajadores e ingresos inferiores a 5 millones que mantengan el empleo. Habrá una medida similar para autónomos en el IRPF. Este ajuste reducirá la recaudación en 700 millones.
PARA LOS CIUDADANOS
Salarios. Desde el 1 de enero del próximo año desaparece la deducción fiscal de 400 euros. Los asalariados lo van a notar porque la retención que se aplica sobre sus remuneraciones aumentará.
Cesta de la compra: Sufrirá un notable encarecimiento a partir del 1 de julio. Sólo una reducida lista de alimentos básicos conserva el IVA del 4%. El resto de los productos experimenta un incremento de un punto, desde el 7% al 8%.
Presupuesto doméstico: Los billetes del transporte de viajeros, la compra de vivienda habitual, también aumentan de gravamen, desde el 7% al 8%, lo mismo que las tasas por recogida de basuras, entre otras. Pero será en este capítulo donde más se dejará sentir el incremento del tipo general del IVA, que se aplica a las compras de ropa y ajuar doméstico.
Consumiciones: La factura de los bares, restaurantes y hoteles se encarecerá a partir del 1 de julio, porque el IVA de todos los servicios que prestan se elevará hasta el 8%.
Parados: La cobertura a la que tienen derecho está garantizada. Pero muchos van a ver reducida la cantidad si no encuentran trabajo. Algunos pasarán a cobrar el subsidio contributivo, y otros la ayuda a la reinserción (420 euros mensuales por un periodo de seis meses).
Pensionistas: Desde el 1 de enero la prestación tendrá una subida media del 1%. No van a cobrar actualización. Algunos colectivos que reciben cantidades mínimas tendrán un aumento mensual de 15 euros.
Estudiantes: El presupuesto destinado a becas va a crecer, pero las condiciones de acceso pueden limitarse. El indicador denominado IPREM que se utiliza como referencia de rentas se actualiza con un aumento de apenas el 0,3%.
Ahorradores: Las ganancias que proporcionan todo tipo de productos de inversión sufren un aumento del gravamen en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Para las que no alcanzan los 6.000 euros, la subida del tipo se limita a un punto, hasta el 19%. Por encima de esa cuantía, el gravamen trepa al 21%. Los 100.000 privilegiados que obtienen al año más de 60.000 euros pagarán a Hacienda 5.000 euros más como media.
Vivienda: Es el último año para adquirir una vivienda con las ventajas fiscales actuales. Se confirma que en el 2011 se suprimirá la desgravación para las rentas superiores a 24.000 euros.
Carburantes: La futura ley de Economía Sostenible incorporará un gravamen adicional sobre gasolinas y gasóleos, con el propósito de reducir las emisiones de CO2. Pero también incluirá incentivos encaminados a premiar a quienes contaminen menos.
Pequeños empresarios: Si tienen menos de 25 trabajadores e ingresan menos de 5 millones de euros al año verán gravados sus beneficios en un 20%, siempre que mantengan o incrementen el empleo. Esta ventaja se extiende a los autónomos que tributan por el IRPF.
Empleados públicos: Los de la administración del Estado se quedan muy cerca de la congelación salarial. El Presupuesto establece un aumento del 0,3% en sus salarios, y destina otro 0,3% sobre masa salarial a incrementar sus fondos de pensiones.
http://www.diariosur.es/20090927/economia/gobierno-sube-puntos-castiga-20090927.html