El bebé que fue hallado muerto en enero en una playa de Huelin, un narco que falleció acribillado en Benalmádena o dos indigentes asesinados en la capital y en Fuengirola, algunos de los sucesos ocurridos este año sin resolución policial
El año 2009 se ha cerrado con varios casos importantes sin resolver. Sobre todo cuando entre los investigadores se habla de homicidio. La Opinión de Málaga recuerda los más destacados.
1. El bebé de Huelin
La Policía Nacional continúa investigando el caso del cadáver de un bebé que apareció el pasado enero en una de las playas del barrio de Huelin, a la altura de Tabacalera. La actuación policial cruzó las fronteras provinciales tras comprobarse que todos los niños nacidos en la horquilla que establece la investigación y registrados en los hospitales de Málaga estaban localizados y en buen estado.
La policía descartó inicialmente la posibilidad de que la pequeña naciera en nuestra provincia y extendió las pesquisas a otras zonas de España. Si inicialmente se habló de Murcia, lo cierto es que la investigación se extendió a casi todo el país y los agentes pedían información a una gran cantidad de hospitales sobre los bebés nacidos en diciembre de 2008. Los resultados no fueron los esperados y las pesquisas se han ampliado a nivel internacional, según han confirmado fuentes de la investigación a este periódico.
El hallazgo del bebé se produjo a las 9.20 horas del 4 de enero. La llamada de un particular comunicaba el macabro hallazgo y ponía en jaque a los efectivos del 112, a los servicios sanitarios y a la Policía Nacional. Poco después se confirmaba el fallecimiento de una niña de aproximadamente un mes de vida y que aún tenía la pinza en el cordón umbilical. El juez levantó el cadáver a lo largo de la mañana de aquel domingo, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para proceder con la autopsia. “O bien murió y luego la dejaron en la playa o la dejaron en la playa y murió”, dijeron los investigadores, descartando el ahogamiento.
2. Narco acribillado
El ajuste de cuentas entre clanes rivales dedicados al tráfico de droga es la principal hipótesis de los agentes que investigan la muerte de Richard Keogh, un irlandés de 30 años que fue acribillado a tiros en Benalmádena el 24 de enero. Las pesquisas hablan de al menos tres personas implicadas. Si bien no se sabe nada sobre los autores del crimen, la víctima era un conocido traficante de drogas que se refugió en la Costa del Sol a finales de 2007 después de que intentaran matarlo enfrente de su casa, cuando residía en Co Meath.
El crimen se produjo junto al hotel casino Torrequebrada. A doscientos metros, la policía encontró el vehículo que supuestamente habían empleado los agresores de Keogh. El joven regentaba un pub desde hacía un año aunque no confirmó si residía en la localidad. Según la prensa irlandesa, Keogh estaba considerado una pieza clave en el tráfico de droga por sus contactos internacionales, especialmente en España y en Sudamérica, y estaba en el punto de mira de la Garda irlandesa desde hacía varios años. Los agentes de la Garda descartan la conexión entre la muerte de Keogh y la espiral de asesinatos desatada en los últimos años entre clanes irlandeses rivales.
3. Las Chapas
El 7 de febrero, una joven fue hallada muerta en su domicilio de la calle Alférez Patricio Gutiérrez de la capital malagueña con varias heridas de arma blanca. La víctima, A.R.V., tenía 28 años, estaba divorciada y vivía con sus dos hijas. La alerta a la Policía Nacional fue dada sobre las 12:00 horas por una vecina. El Grupo de Homicidios de la Comisaría Provincial se hizo cargo de la investigación que inicialmente barajaba dos hipótesis: el delito común o un posible caso de violencia de género. Fuentes de este periódico aseguran que la segunda opción tiene más peso.
4. Empresario iraquí
Dos obreros encontraron el 10 de febrero el cadáver de un ciudadano iraquí de 68 años en una residencia de lujo de Marbella que estaba en venta en la urbanización La Carolina. El fallecido presentaba importantes heridas que podrían haber sido provocadas por una barra de hierro, aunque también se habló de arma blanca. La policía abría una investigación que pronto definió como “muy avanzada”. Sin embargo, todavía se desconoce la autoría de un crimen en el que planea el ajuste de cuentas.
5. Dos indigentes
Un hombre de 51 años fue hallado sin vida en el jardín de una vivienda semiabandonada del paseo de Sancha. Lo encontraron unos vecinos el 23 de noviembre y el cuerpo presentaba importantes heridas en la cabeza. Poco después, la autopsia revelaba que dichas heridas tenían “connotaciones homicidas” y se reforzaba la teoría policial de que el cuerpo presentaba lesiones contusas que podrían ser “compatibles con la etiología de una muerte violenta”.
Poco después, el 11 de diciembre, otro indigente aparecía muerto en Fuengirola. Esta vez el suceso apuntaba a una actuación más violenta que la anterior, ya que la víctima, de origen alemán y unos 60 años, aparecía en la calle Antonio Rubio Torres con la cabeza abierta. Una vecina lo encontró de madrugada entre los cartones que utilizaba para pasar las noches. La Brigada de Homicidios se hizo cargo de una investigación que pronto dio con el paradero de la presunta arma homicida. Los agentes encontraron muy cerca del lugar un hacha.
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