En el Málaga sólo hay dos jugadores que se encuentren en esta tesitura, ya que el resto, o tienen un contrato de larga duración, o han llegado cedidos y tendrán que volver a su equipo de procedencia.
Son el caso del portero uruguayo Gustavo Munúa y del central salmantino Iban Cuadrado. Ambos acaban contrato el último día de junio de este 2010 y pueden negociar con cualquier equipo desde ya.
La ley los ampara y pueden mantener negociación abierta con cualquier club sin infringir ninguna norma. La FIFA tiene estipulado que seis meses antes de la conclusión de su contrato, cualquier jugador puede negociar su futuro con otro club, al quedar libre de toda carga contractual.
La intención de Munúa, que firmó este verano sólo por una temporada, es la de seguir en el Málaga. Es el meta titular y su regularidad está cuajando. El club podría estudiar su renovación en los próximos días.
Caso bien distinto es el de Iban Cuadrado. El central ya sabe que no continuará en el Málaga la próxima temporada e incluso está buscando una salida este mercado invernal. El Cádiz parece el mejor posicionado.
En lo que se refiere a entradas, el Málaga también puede ya comenzar a moverse en el mercado. Obinna, por ejemplo, acaba contrato con el Inter y el club podría estudiar su fichaje.
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