Obinna, que puede perderse hasta nueve partidos del Málaga, pedirá permiso a la Federación de Nigeria para estar en Gijón

Existe una secuencia que se repite prácticamente en todos los partidos que disputa el Málaga: se desmarca, recibe un balón en largo, lo agarra y, cuando trata de definir, la ocasión termina lejos de la meta contraria por un mal disparo o un rechace del portero. Es el estigma que persigue a Victor Obinna desde que llegó a Martiricos procedente del Inter de Milán en calidad de cedido. El nigeriano exhibe unas muy loables condiciones, como potencia, velocidad, brega y desborde, pero le falta agrandar un casillero anotador que no se mueve desde el tanto que le marcó al Xerez en la jornada 6. Entraba octubre y ya han pasado nueve encuentros, aunque Obinna transmite tranquilidad. Si no es él, será otro el que marque. Y tranquilo, además de satisfecho por la victoria sobre el Mallorca, se marchó para disfrutar de unas cortas vacaciones a las que tendrá que poner fin este domingo. Debe concentrarse con su selección de cara a la Copa de África, que se celebrará en Angola del 10 al 31 de enero. La decisión definitiva no le compete a él, aunque su intención es hacer un paréntesis para jugar con el Málaga frente al Sporting el 3 de enero. El atacante pedirá permiso para estar presente en el primero de los cinco partidos de Liga que no podrá jugar, a los que hay que añadir dos de Copa, cuatro en caso de que el Málaga elimine al Getafe y pase a cuartos de final.

"Segurísimo que se puede hacer algo para que yo esté en Gijón con el equipo", asegura contundente Obinna, aunque es consciente de que no sólo vale su compromiso para que se den tales circunstancias. "Cuando llegue, hablaré con la Federación. Yo quiero volver para jugar, pero si me dicen que no es posible, la Federación manda y me tendré que quedar", afirma.

Su concurso, no obstante, se antoja clave para unos Águilas Verdes ávidos de triunfos. El último tuvo lugar en los remotos Juegos Olímpicos de Atlanta, allá por el 96. Aquella escuadra comandada por Nwankwo Kanu venció a Brasil y no encuentra sucesora. "Hay mucha presión en mi país, sobre todo para el entrenador [Shuaibi Amodu]. Pero es momento de tener tranquilidad para poder llegar hasta la final", confiesa Obinna, que se sabe importante en Nigeria. De hecho, fue clave en la clasificación para el Mundial con un gol a Mozambique. "Competir por mi país es todo un orgullo, un privilegio y un honor. No puedo olvidar de donde vengo y mi gente. Por eso, estar en un Mundial es lo máximo para cualquier futbolista", señala con esa mezcla de español e italiano con la que se comunica.

Así pues, Obinna espera contribuir a los éxitos nigerianos. Que sea con goles o no, no le importa tanto. "Como siempre, estoy fallando mucho [risas], pero no pierdo la tranquilidad. Insistiendo e insistiendo sé que llegará el momento de celebrar un gol. Lo más importante es crear ocasiones, tanto para mi como para mis compañeros, como pasó ante el Mallorca, cuando le di un pase de gol a Fernando [Forestieri]. Prefiero asistir a un compañero que marcar, el equipo es lo más importante", asevera el delantero.

A partir del domingo, Nigeria será su reto, pero es inevitable que piense en el Málaga. Ganar al Mallorca le supuso un "gran alivio". "Tenemos que continuar de esta manera en los partidos sucesivos. La verdad es que estoy contento por la victoria, porque era obvio que ere el momento de volver a vencer. Era clave, y tenemos que continuar así", indica Obinna, al que no le asusta una posible nueva competencia. "Que venga alguien me da igual. Yo me dedico a dar todo mi ánimo y espíritu por el Málaga, al igual que todos mis compañeros, aunque faltaban los resultados. Ante el Mallorca demostramos que somos un buen equipo, un equipo que puede estar en Primera", sentencia.


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Si prefieres asistir a los compañeros tu lugar es el extremo derecho.