Luque enciende Málaga
Si juegas contra el Athletic es que estás en Primera. Por eso Málaga se desborda de felicidad. Dos años después de aquel caótico descenso certificado en La Rosaleda, que era un cementerio y todavía estaba en obras, el regreso es precioso. Y con estadio nuevo, y con rival de toda la vida. Todavía se ven camisetas rojiblancas por Málaga. Ser del Athletic es un rango, más en estos días difíciles. El Athletic ya tiene publicidad en las camisetas, pero del corazón anda regular. Con su afición desconcertada por la venta de Aduriz y con serios flirteos varios años con la Segunda. Este año va por el camino, al menos si su cara es la del debut ante el Almería. Pero los leones también tienen buenas noticias. Llorente ha tenido problemas de pubis esta semana, pero al final va a jugar. Seguramente, Llorente sea el mejor tesoro que le queda al Athletic. Caparrós ha conseguido que dé el último paso, el más difícil y del que dudaron: la confirmación. El chico es un talento y una prueba estupenda para la defensa del Málaga, que se estrelló en el Calderón y cortó el cuerpo de su afición.
Para darle un alegrón, Fernando Sanz le ha traído a Albert Luque, con el que trabó una buena amistad en su primera etapa en Málaga. Luego a Luque la vida le llevó a Mallorca, Deportivo, Newcastle y Ajax. A los millones, las alegrías insuperables en el Depor con Tristán y Makaay, y luego la pena en Inglaterra y Holanda. Tres años después vuelve a España. Su trabajo es salir del anonimato. Será titular desde ya porque, indiscutiblemente, debe ser el futbolista del año en el Málaga. Jugará con el dorsal número cinco, que con malos ojos es el del central marcador de toda la vida, y bien mirado, el de Zidane en el Madrid.
El césped renquea y Caparrós y Tapia lo ven con malos ojos. A pesar de que la crítica les sitúa en la tradición de entrenadores ásperos y dedicados en exclusiva a la ética del trabajo, también aprecian el toque. Son escuela andaluza, aunque ahora Joaquín es Jokin y se maneja por Bilbao como si fuese Sarabia.
No juega Fernando, con problemas musculares, y en el Athletic sí llega a tiempo Yeste, Guti de Bilbao, que ya ha dado alguna exhibición en La Rosaleda. Porque Málaga todavía recuerda una remontada memorable de los rojiblancos (3-4) después de ir perdiendo 3-1. Ahora son otros tiempos. El Athletic lleva publicidad en sus camisetas a razón de dos millones de euros y el Málaga lleva el logo del Ayuntamiento de la ciudad altruistamente, a coste cero. Siempre hubo clases.
Fuente: www.as.com
Si juegas contra el Athletic es que estás en Primera. Por eso Málaga se desborda de felicidad. Dos años después de aquel caótico descenso certificado en La Rosaleda, que era un cementerio y todavía estaba en obras, el regreso es precioso. Y con estadio nuevo, y con rival de toda la vida. Todavía se ven camisetas rojiblancas por Málaga. Ser del Athletic es un rango, más en estos días difíciles. El Athletic ya tiene publicidad en las camisetas, pero del corazón anda regular. Con su afición desconcertada por la venta de Aduriz y con serios flirteos varios años con la Segunda. Este año va por el camino, al menos si su cara es la del debut ante el Almería. Pero los leones también tienen buenas noticias. Llorente ha tenido problemas de pubis esta semana, pero al final va a jugar. Seguramente, Llorente sea el mejor tesoro que le queda al Athletic. Caparrós ha conseguido que dé el último paso, el más difícil y del que dudaron: la confirmación. El chico es un talento y una prueba estupenda para la defensa del Málaga, que se estrelló en el Calderón y cortó el cuerpo de su afición.
Para darle un alegrón, Fernando Sanz le ha traído a Albert Luque, con el que trabó una buena amistad en su primera etapa en Málaga. Luego a Luque la vida le llevó a Mallorca, Deportivo, Newcastle y Ajax. A los millones, las alegrías insuperables en el Depor con Tristán y Makaay, y luego la pena en Inglaterra y Holanda. Tres años después vuelve a España. Su trabajo es salir del anonimato. Será titular desde ya porque, indiscutiblemente, debe ser el futbolista del año en el Málaga. Jugará con el dorsal número cinco, que con malos ojos es el del central marcador de toda la vida, y bien mirado, el de Zidane en el Madrid.
El césped renquea y Caparrós y Tapia lo ven con malos ojos. A pesar de que la crítica les sitúa en la tradición de entrenadores ásperos y dedicados en exclusiva a la ética del trabajo, también aprecian el toque. Son escuela andaluza, aunque ahora Joaquín es Jokin y se maneja por Bilbao como si fuese Sarabia.
No juega Fernando, con problemas musculares, y en el Athletic sí llega a tiempo Yeste, Guti de Bilbao, que ya ha dado alguna exhibición en La Rosaleda. Porque Málaga todavía recuerda una remontada memorable de los rojiblancos (3-4) después de ir perdiendo 3-1. Ahora son otros tiempos. El Athletic lleva publicidad en sus camisetas a razón de dos millones de euros y el Málaga lleva el logo del Ayuntamiento de la ciudad altruistamente, a coste cero. Siempre hubo clases.
Fuente: www.as.com
Última edición por el9 el Dom 14 Sep 2008 - 10:50, editado 1 vez