Alarma por la recaída de ApoñoMuñiz pierde al futbolista malagueño, con molestias de nuevo en el músculo maltrecho, y otros seis jugadores importantes acusan molestias Nueva señal de alarma en el Málaga. Y con un sonido estridente. El jugador clave en el equipo, el futbolista al que muchos definen como «el mejor fichaje», volvió a retirarse ayer lesionado. Apoño tuvo que dejar la sesión preparatoria matinal aquejado de molestias en el mismo músculo maltrecho de la pierna derecha, y la preocupación en los cuerpos técnico y médico es notable.
El retorno de Apoño, ya teóricamente recuperado de sus problemas físicos, ha sido clave en el salto de calidad mostrado por el Málaga en los dos últimos partidos, en la Copa del Rey frente al Zaragoza y en la Liga ante el Valencia. En la capital aragonesa los periodistas locales no escatimaban elogios hacia la figura del centrocampista malagueño, conscientes de que su criterio y sus medidos desplazamientos de veinte o veinticinco metros habían fulminado al conjunto dirigido por Marcelino. Igual sucedió el domingo, aunque en la segunda mitad al futbolista de La Palmilla le costó mantener el ritmo. Dos partidos y medio en siete días. Demasiado para su cuerpo.
Muñiz, como todo el malaguismo, suspiraba por el regreso de Apoño. Desde el primer día de la pretemporada este no pudo ejercitarse al nivel de sus compañeros y la lesión no sólo fue un lastre evidente en la fase de preparación, sino que además probablemente frustró su fichaje por otro conjunto más puntero.
Alternativas La baja de Apoño obligó a Muñiz a apostar de salida por una pareja de contención, Juanito-Xavi Torres, pensando además en el rival, el Atlético de Madrid. Como salió bien, repitió con motivo de la visita al Deportivo. Ya en la tercera jornada, en el encuentro en casa con el Racing, el técnico trató de buscar una opción tal vez más creativa, con la entrada de Benachour. Sin embargo, este experimento con el tunecino resultó fallido y confirmó los temores a que en la exigente competición de Primera fuera más válido como segundo punta. Aunque inicialmente estaba previsto que el malagueño jugara los últimos veinte o veinticinco minutos, hubo que recurrir a él en el descanso (como sucedió en Zaragoza). El marcador en contra (0-1) obligaba a incluirlo para ganar en velocidad en la circulación del balón.
Al día siguiente de aquel partido Apoño sufrió la primera recaída. Dijo sentir molestias en el mismo músculo, aunque un poco más abajo de la zona afectada anteriormente, y no participó en el entrenamiento. Dos días más tarde comenzaron nuevamente las dudas sobre su estado físico. Muñiz, que ya respiraba aliviado, vio cómo se desvanecía la posibilidad de contar con un futbolista al que conoce como nadie. El periodo de baja se prolongó durante cuatro partidos. El Málaga lo perdió frente al Espanyol, Barcelona, Xerez y Almería. No pocos de sus compañeros tienen claro que con él en el terreno de juego se habrían sumado varios puntos más.
«No me considero clave en este equipo, sino uno más. Simplemente estoy para sumar, como todos», recalcaba Apoño el viernes pasado cuando se le recordaba su papel estelar en el Málaga la última temporada y media. La realidad es que con él el equipo es otro, más dinámico en su juego, con más participación de los jugadores de banda, con más control del balón...
Apoño sufrió ayer su segunda recaída. Se quejó de que no podía seguir y ahora la incógnita es conocer el alcance exacto de la lesión. De nuevo sufre molestias en el maltrecho músculo afectado (el recto anterior del cuádriceps). Las perspectivas ayer eran poco halagüeñas. Su baja para Tenerife está garantizada y se teme que su ausencia se prolongue varias semanas. A favor juega el hecho de que la semana pasada se interrumpirá la Liga por el compromiso de la selección española ante Argentina.
Hélder, también Pero el contratiempo de Apoño no fue el único durante la jornada de ayer. Hélder Rosário, que no termina de levantar cabeza desde que empezó la pretemporada, también tuvo que dejar el entrenamiento y las exploraciones apuntan a un esguince de ligamento de rodilla. El central portugués, que se estrenó en una convocatoria el pasado domingo con el Valencia, tendrá que empezar de cero.
La plaga de lesiones trae a Muñiz y al cuerpo médico de cabeza. Además de Apoño, otro seis jugadores importantes del equipo acusan molestias, en mayor o menor medida. Igual que ha ocurrido en las últimas semanas con el malagueño, al que se le ha tratado con mimo -aunque finalmente haya servido de poco-, se intenta no forzar la situación con todos para evitar una lesión más grave y, por consiguiente, muy perjudicial para el equipo.
La relación es amplia: Munúa acusa molestias en una cadera; Jesús Gámez tiene una sobrecarga en un gemelo, igual que Duda; Luque y Baha padecen también dolencias, y Xavi Torres aún arrastra los dolores lógicos después de sufrir un esguince de tobillo ante el Zaragoza y de haber forzado para enfrentarse al Valencia. Demasiados obstáculos ayer, a sólo tres días de un partido crucial en el estadio Heliodoro Rodríguez, aunque ninguno como el que supone la baja de Apoño. Las previsiones no son muy optimistas. Hoy probablemente se sepa con más claridad hasta qué punto su lesión es grave.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-11-05/alarma-recaida-apono-20091105.html