Si el Málaga pierde el sábado en Sevilla necesitará ganar uno de cada dos partidos de aquí al final de temporada para salvar la categoría. 43 puntos, cifra mágica
Se acaba el crédito y también el tiempo. Las jornadas avanzan sin contemplaciones y el Málaga sigue estancado en su vulgaridad. Tanto es así que el equipo de Muñiz ya llega tarde a su cita con la permanencia. El conjunto albiceleste va contrarreloj y mucho peor se le podrían poner las cosas si no consigue ganar el próximo sábado en el Sánchez Pizjuán al Sevilla de Manolo Jiménez.
Y es que el ´pastel´ está tomando un mal color. Los seis puntos de treinta y tres posibles son una racha calamitosa para un equipo que aspiraba a vivir tranquilo en mitad de tabla.
Y claro, ahora llegan las prisas. La salvación, temporada tras temporada está calculada en los 43 puntos. Ahora mismo es todo un océano lo que se avecina si el Málaga quiere salvar su pellejo de bajar a Segunda División. Mucho tendrá que remar para llegar a la orilla vivo... Y a tiempo.
Restan 27 jornadas, 81 puntos en juego y de ellos el Málaga, hoy día, necesita 37 puntos para salvarse. Si no es capaz de ganar en Sevilla le quedará una jornada menos para el ´juicio final´. 78 puntos en juego y 37 aún por conseguir, lo que equivaldría casi a la mitad de los puntos por conseguir para salvarse. O lo que es lo mismo, ganar uno de cada dos partidos de Liga hasta el final del campeonato.
A partir de entonces, la ´carrera´ del Málaga para salir del pozo dejaría de ser un maratón para convertirse en una carrera de velocidad. Tendría que apretar mucho su juego y su nivel para intentar salir adelante en la clasificación.
Si son pocos los optimistas que quedan en Málaga con este equipo, los números se encargan de restarle protagonismo. El panorama es desolador, pero lo mejor que puede hacer el club es mirar partido a partido, sino la ´casa de locos´ puede engullir al equipo antes de tiempo.
Por lo pronto, los derbis suelen ser un buen bálsamo para los equipos con problemas. La igualdad que se suele crear en este tipo de partidos se escapa al razonamiento lógico de fútbol. La situación del Málaga también se escapa a la lógica.
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