Algunas palabras, algunas decisiones, pueden parecer irrelevantes cuando en realidad marcan una diferencia notable. Hace dos años y medio, la baronesa Thyssen anunció la donación a la ciudad de una parte de su colección. Era un gesto realizado a título particular que, con el tiempo, ha involucrado a nivel institucional al Museo Thyssen de Madrid. Un botón de muestra: hasta ahora, en los actos oficiales se hablaba del «Museo Carmen Thyssen-Bornemisza de Málaga»; ayer, varias veces, unos y otros hablaron del «Thyssen de Málaga».
El cambio tiene su enjundia. Para empezar, el equipo técnico de la pinacoteca madrileña participa en las obras de rehabilitación del Palacio de Villalón, que albergará las pinturas de la baronesa donadas hasta el año 2025. Se trata de expertos en seguridad y mantenimiento que prestan su asesoramiento en la puesta en marcha del museo malagueño, cuya apertura se mantiene para finales del año que viene.
Pero los puentes van más allá. Saltan el terreno técnico para entrar en el artístico. El primer gesto que hizo la baronesa fue nombrar a Tomás Llorens -ex conservador jefe del Thyssen- como encargado de diseñar la colección y el programa expositivo del proyecto malagueño. Luego vino la entrada en el Patronato de la institución del actual director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana.
Y fue el propio Solana quien ayer dejó claro el compromiso del museo 'matriz': «El futuro Museo Carmen Thyssen de Málaga será una entidad autónoma, pero nosotros proveeremos toda la experiencia, los recursos humanos y el apoyo de toda índole que se nos solicite con muchísima ilusión». Además, Solana anunció que al museo malagueño llegarán obras de la colección internacional de la baronesa para protagonizar «exposiciones de contexto».
Solana y Llorens hablaron ayer a la prensa desde la mesa que, en principio, estaba reservada para el alcalde Francisco de la Torre y Carmen Thyssen. Fue la baronesa la que se saltó el protocolo al invitarlos a participar en el turno de intervenciones posterior a la primera reunión del Patronato del museo, celebrada ayer en el Ayuntamiento de la capital.
La colección, más adelante
Abierto el turno de preguntas, la primera cuestión era evidente: ¿se sabe ya qué obras formarán parte de la colección del futuro museo? La baronesa no ofreció detalles. «Me gustaría presentar todas las obras a la vez», sostuvo, al tiempo que añadió, en broma y señalando a Solana y Llorens: «Lo diré cuando me dejen ellos».
Llorens salió al quite: «Desde el punto de vista del contenido, la selección está prácticamente terminada». El especialista matizó que no se trata de un simple «listado de obras», sino que el conjunto pretende tener «un sentido», que es justo lo que se está perfilando.
El anterior conservador jefe del Thyssen añadió que los fondos del museo malagueño estarán compuestos «fundamentalmente» por la colección de la baronesa de pintura española del XIX, con incorporaciones que irán desde los maestros del siglo XVI hasta autores de principios del XX.
Un arco cronológico de cuatro siglos que el museo dividirá en apartados temáticos. El comunicado municipal hablaba ayer de ocho epígrafes, si bien Llorens se refirió a seis secciones. Comenzará el recorrido con «un grupo de maestros antiguos que dialogan con el edificio del Palacio de Villalón». Pintores de los siglos XVI y XVII que darán paso a un espacio dedicado al paisajismo romántico en el que se mostrarán las obras del andaluz Lucas Velázquez, entre otros pintores.
Un estilo poco expuesto
En el tercer apartado, Llorens se refirió al «conjunto más importante que hay en España y seguramente en el mundo de pintura costumbrista del siglo XIX española». El especialista apostilló que este conjunto de obras «se corresponde a un tipo de pintura que tuvo una relevancia cultural de primer orden y que ha sido un poco desatendida entre los museos españoles».
La siguiente parada en el camino imaginario trazado ayer por Llorens tiene como protagonista a Francisco Fortuny, eje sobre el que girará la sección dedicada a la «pintura preciosista». Mientras que en las salas dedicadas al paisajismo naturalista se podrán ver obras del malagueño Gómez Gil, Carlos de Haes o Aureliano de Beruete.
Por último, el ex conservador jefe del Thyssen habló de los pintores de finales del siglo XIX que lideraron una importante renovación plástica en el arte español. Un movimiento que contó con un «componente regional importante» que tratará de mostrar el museo malagueño.
Un centro cuya sede sigue emergiendo en el solar de la calle Compañía. El alcalde precisó ayer que el proyecto está ejecutado «en un 28 por ciento» y mantuvo el fin de los trabajos para el otoño de 2010. Luego llegará el momento de acondicionar los espacios, un esfuerzo que llevará unos dos meses, según los cálculos de Llorens, veterano ya en estas lides. Así, si se mantiene el guión, entre finales de 2010 y principios de 2011 la ciudad entrará en la selecta 'red Thyssen' de espacios expositivos.
El cambio tiene su enjundia. Para empezar, el equipo técnico de la pinacoteca madrileña participa en las obras de rehabilitación del Palacio de Villalón, que albergará las pinturas de la baronesa donadas hasta el año 2025. Se trata de expertos en seguridad y mantenimiento que prestan su asesoramiento en la puesta en marcha del museo malagueño, cuya apertura se mantiene para finales del año que viene.
Pero los puentes van más allá. Saltan el terreno técnico para entrar en el artístico. El primer gesto que hizo la baronesa fue nombrar a Tomás Llorens -ex conservador jefe del Thyssen- como encargado de diseñar la colección y el programa expositivo del proyecto malagueño. Luego vino la entrada en el Patronato de la institución del actual director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana.
Y fue el propio Solana quien ayer dejó claro el compromiso del museo 'matriz': «El futuro Museo Carmen Thyssen de Málaga será una entidad autónoma, pero nosotros proveeremos toda la experiencia, los recursos humanos y el apoyo de toda índole que se nos solicite con muchísima ilusión». Además, Solana anunció que al museo malagueño llegarán obras de la colección internacional de la baronesa para protagonizar «exposiciones de contexto».
Solana y Llorens hablaron ayer a la prensa desde la mesa que, en principio, estaba reservada para el alcalde Francisco de la Torre y Carmen Thyssen. Fue la baronesa la que se saltó el protocolo al invitarlos a participar en el turno de intervenciones posterior a la primera reunión del Patronato del museo, celebrada ayer en el Ayuntamiento de la capital.
La colección, más adelante
Abierto el turno de preguntas, la primera cuestión era evidente: ¿se sabe ya qué obras formarán parte de la colección del futuro museo? La baronesa no ofreció detalles. «Me gustaría presentar todas las obras a la vez», sostuvo, al tiempo que añadió, en broma y señalando a Solana y Llorens: «Lo diré cuando me dejen ellos».
Llorens salió al quite: «Desde el punto de vista del contenido, la selección está prácticamente terminada». El especialista matizó que no se trata de un simple «listado de obras», sino que el conjunto pretende tener «un sentido», que es justo lo que se está perfilando.
El anterior conservador jefe del Thyssen añadió que los fondos del museo malagueño estarán compuestos «fundamentalmente» por la colección de la baronesa de pintura española del XIX, con incorporaciones que irán desde los maestros del siglo XVI hasta autores de principios del XX.
Un arco cronológico de cuatro siglos que el museo dividirá en apartados temáticos. El comunicado municipal hablaba ayer de ocho epígrafes, si bien Llorens se refirió a seis secciones. Comenzará el recorrido con «un grupo de maestros antiguos que dialogan con el edificio del Palacio de Villalón». Pintores de los siglos XVI y XVII que darán paso a un espacio dedicado al paisajismo romántico en el que se mostrarán las obras del andaluz Lucas Velázquez, entre otros pintores.
Un estilo poco expuesto
En el tercer apartado, Llorens se refirió al «conjunto más importante que hay en España y seguramente en el mundo de pintura costumbrista del siglo XIX española». El especialista apostilló que este conjunto de obras «se corresponde a un tipo de pintura que tuvo una relevancia cultural de primer orden y que ha sido un poco desatendida entre los museos españoles».
La siguiente parada en el camino imaginario trazado ayer por Llorens tiene como protagonista a Francisco Fortuny, eje sobre el que girará la sección dedicada a la «pintura preciosista». Mientras que en las salas dedicadas al paisajismo naturalista se podrán ver obras del malagueño Gómez Gil, Carlos de Haes o Aureliano de Beruete.
Por último, el ex conservador jefe del Thyssen habló de los pintores de finales del siglo XIX que lideraron una importante renovación plástica en el arte español. Un movimiento que contó con un «componente regional importante» que tratará de mostrar el museo malagueño.
Un centro cuya sede sigue emergiendo en el solar de la calle Compañía. El alcalde precisó ayer que el proyecto está ejecutado «en un 28 por ciento» y mantuvo el fin de los trabajos para el otoño de 2010. Luego llegará el momento de acondicionar los espacios, un esfuerzo que llevará unos dos meses, según los cálculos de Llorens, veterano ya en estas lides. Así, si se mantiene el guión, entre finales de 2010 y principios de 2011 la ciudad entrará en la selecta 'red Thyssen' de espacios expositivos.