El Málaga sólo ha ganado en casa dos de los últimos once partidos que ha disputado. Los blanquiazules han cosechado 10 de los 33 puntos en juego en Martiricos
Hubo un tiempo en el que La Rosaleda era territorio sagrado. Un campo hostil para los rivales y toda una bendición para los locales. Martiricos, no hace mucho de esto, vibraba con los triunfos de su equipo y la simbiosis con la afición era perfecta.
Ahora el feudo malaguista ha dejado de ser inexpugnable. De un tiempo a esta parte, los equipos pasan por la Costa del Sol frotándose las manos con sólo pensar el botín que pueden llevarse. Un empate o una victoria son los últimos balances que han dado al traste con la leyenda que un día se labró La Rosaleda con mucho sudor y que ahora ya es pasado.
En los once últimos encuentros disputados en Martiricos, sólo dos partidos han acabado con victoria local. El resto se cuenta con los puntos escapados de casa. Cinco derrotas y cuatro empates. Un balance desolador.
Y es que es difícil recordar cuándo la afición se marchó contenta dos veces seguidas de La Rosaleda. La negra historia blanquiazul se remonta al 1 de marzo de este mismo año. Ahí el Málaga perdió ante el Recreativo de Huelva 0-2. Desde entonces comenzó una racha negativa que perdura hasta hoy. Los blanquiazules empataron con el Sevilla (2-2), perdieron con el Real Madrid (0-1), empataron con el Mallorca (1-1), con el Deportivo (1-1), ganaron al Racing de Muñiz (1-0) y cerraron el curso 08/09 con otro empate ante el Betis (1-1).
Se las prometían muy felices los aficionados el arranque de la actual campaña con la victoria por 3-0 sobre el Atlético de Madrid. Pero nada más lejos de la realidad. Los siguientes tres partidos en casa han sido contados con derrotas: Racing (1-2), Barcelona (0-2) y Almería (1-2).
Precisamente contra el conjunto almeriense comenzaron todos los males. La victoria ´in extremis´ del curso pasado por 3-2 ante el equipo de Hugo Sánchez cerró el círculo de seis partidos en casa inolvidables en los que se consiguieron cinco victorias y sólo un empate. Estadísticas diametralmente opuestas a las que ahora se viven en Martiricos.
En aquella ocasión, el Málaga ganó al Osasuna (4-2), Numancia (2-0), Sporting (1-0), Espanyol (4-0) y el mencionado Almería (3-2). Sólo concedió un empate ante el Atlético de Madrid (1-1).
Ahora el Málaga tiene que volver a encontrar la comunión perfecta con la grada para regresar a la senda de las victorias y cortar la sangría que le ha dejado escapar 23 de los últimos 33 puntos en casa.
http://www.laopiniondemalaga.es/todo-deporte/2009/10/20/rosaleda-fortin/296997.html