En rueda de prensa con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, con motivo de la Cumbre Hispano-Italiana, Zapatero indicó que el Gobierno pedirá a los ciudadanos un esfuerzo fiscal "temporal", teniendo en cuenta que la presión fiscal en España se sitúa en el 32,6% del PIB, "de las más bajas de la UE".
Según Zapatero, la "grave crisis económica" y el déficit que debe corregir España hasta 2012 -ahora se aproxima al 10% del PIB-, junto con la intención del Gobierno de no reducir el gasto social, obligan al Ejecutivo a llevar a cabo un aumento de impuestos que, en principio, se limitará a la deducción de 400 euros, introducida hace dos años, al gravamen sobre las rentas del capital, situado en el 18%, y a la imposición indirecta.
De hecho, el Gobierno aprobó en junio pasado un incremento de los impuestos especiales que gravan el tabaco y los carburantes, con los que esperan recaudar más de 2.000 millones de euros adicionales.
"Pido un pequeño esfuerzo para una parte importante de la ciudadanía para mantener nuestro nivel de protección social desde la coherencia que un Gobierno que ha bajado impuestos y que ahora temporalmente tiene que hacer este esfuerzo", subrayó.
En este sentido, el jefe del Ejecutivo, que recordó los cuatro ejercicios presupuestarios cerrados con superávit y el bajo nivel de deuda pública, destacó que el Gobierno ha rebajado los impuestos en los últimos años por un importe de 20.000 millones de euros, recortando cinco puntos el Impuesto de Sociedades y rebajando una media del 6% el IRPF.
Además, apuntó la supresión del Impuesto de Patrimonio por 1.800 millones de euros, así como la "devolución extraordinaria" de los 400 euros por contribuyente en el IRPF, deducción que ahora está en revisión. Todo ello, añadió, ha permitido reducir la presión fiscal y bajar impuestos en un momento en que el crecimiento económico hacía "conveniente" llevar a cabo esta reducción de impuestos.
Málaga Hoy