Tras su debut con gol en el Málaga, comienza a construir su futuro y a dejar atrás las continuas referencias al Barcelona · "Es lógico que me pregunten por ello, pero he venido al Málaga a escribir mi historia", indica
Xavi Torres llegó al Málaga como un gran desconocido. Pero la efervescencia del triplete del Barcelona permitió conocer muchas referencias sobre él. Además, el hecho de ser el primero de los 14 fichajes que acabarían viniendo le convirtió en habitual del micrófono. Gracias a esos dos factores se supo que le conocían como el Touré blanco, cómo hablaba Guardiola a sus jugadores, el peculiar carácter de Eto'o, los entresijos del Camp Nou... Cuestiones que educadamente respondió pero que, aunque públicamente no haya comentado, le cansaban un poco. "Es lógico que me pregunten por ello porque apenas se conoce de mí, pero yo he venido al Málaga a escribir mi historia", es su particular forma de contarlo. Por eso celebró de forma tan efusiva su tanto ante el Atlético de Madrid.
A sus 22 años, obviamente tiene más por vivir que vivido en el mundo del fútbol. Para el alicantino, "estar en el Barcelona es una experiencia que no se puede definir", pero en la balanza de las ilusiones prefiere soñar de albiceleste: "Tengo muchas ganas de hacer cosas importantes, tanto yo como mis compañeros".
Xavi Torres no ha llegado a estar hastiado ante tanta pregunta veraniega en clave azulgrana -"es un lujo poder llevar eso en el currículo", esgrime-, aunque ha tenido que llegar el inicio de la competición para que se hable más de él que de lo que compartió en el vestuario del Barcelona. Su compenetración con Juanito en el doble pivote, el primer contacto con La Rosaleda o el calor en la primera jornada son preguntas que ha agradecido durante estos días de dulce resaca liguera.
"No está mal llevar un gol en tres partidos en Primera División", sostenía con orgullo minutos después del final del encuentro frente al Atlético de Madrid. Una credencial sobresaliente para empezar a escribir esos nuevos episodios que tanto ansía.
Sin embargo, querer dejar atrás su etapa azulgrana también implica una fuerte readaptación a una nueva metodología, especialmente en lo que supone la posesión del balón. Mientras en el Barcelona era constante, lo será menos en Málaga, como se pudo apreciar ante el Atlético y él mismo explicó. Pero, eso sí, ve que el método de Muñiz presenta analogías con respecto a la de Guardiola: "También le gusta mucho hablar con el futbolista. Es claro a la hora de explicarse y le da una justificación a lo que pide. En eso se parecen".
Tal y como desea, ahora es él quien tiene que dejar atrás las buenas expectativas que despertó en su anterior club para hacerlas realidad como malaguista.
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