PEDRO LUIS ALONSO.-
«Como profesional iré con el Aston Villa, pero todo el mundo sabe que soy del Málaga, y lo digo claro». Sentido y sensibilidad mantienen una disputa en el parecer de Rafael González (Avilés, 1970), más conocido por los aficionados como Rafa a escasas horas de que el club en el que pasó sus mejores años como guardameta se mida a la entidad que le paga. Con el corazón dividido. El asturiano, por desgracia, no podrá acudir hoy con la expedición del primer equipo a Marbella (al Hotel Westin La Quinta), ya que ha de permanecer atendiendo su labor en la 'Academy', donde prepara a la quincena de proyectos de guardameta del club.
Definitivamente, las fechas no se han alineado con Rafa este verano. Un equipo asturiano, el Sporting de Gijón, vijará para medirse al Birmingham, y no podrá verlo, y aunque su localidad y Liverpool están a poco más de una hora de carretera, tampoco podrá saludar el 7 de agosto a la expedición del Málaga, que disputará un partido con el Everton. «Estaré en un torneo en Alemania. Me marcho el día 6», se lamenta el avilesino.
Cuatro años
Rafa afronta su cuarto año en el Reino Unido. Llegó para jugar en el Coventry, conjunto en el que colgó las botas tras su paso por Avilés (1990-92), Oviedo (1992-96 y 2005-06), Málaga (1996-2003), Cultural Leonesa (2003-04) y Sporting de Gijón (2004-05). Un currículo preparado por su hermano Luis Pablo llegó a parar en las oficinas del club británico. Más tarde el irlandés Seamus McDonagh, que preparaba a los porteros en ese equipo, se lo llevó al Aston Villa, donde encara su tercera campaña.
Lejos de lo que se pueda pensar, Rafa no entrena a los norteamericanos Friedel y Guzan, los metas actuales del primer equipo, sino que se encarga de coordinar la preparación de los porteros de la cantera. A los juveniles los dirige él directamente y con los más jóvenes trabaja alguna hora a la semana.
Asentado ya en Birmingham con sus dos hijas (una malagueña) y su esposa, que domina perfectamente el inglés, no se plantea ahora un cambio de rumbo en su futuro. «En fútbol es mejor no pensar. Pienso en vivir esta experiencia, intento aportar mis conocimientos y aprovechar mucho el tiempo», comenta, aunque reconoce que «alguna posibilidad de regresar he tenido».
Rafa conoce el proyecto malaguista. No se puede obviar que conversa esporádicamente con su paisano Muñiz por teléfono. «Sin duda, es un técnico que ofrece una gran capacidad de trabajo y conoce esto», afirma. A pesar de que él trabaja en un club muy por encima del Málaga en recursos (su presupuesto triplica casi el de la entidad de La Rosaleda), no augura malos tiempos en el equipo de sus amores, pese a la lentitud de los fichajes: «Ricardo Rodríguez, Sandro y Fernando Sanz están demostrando que están haciendo muy bien las cosas. Con la irrupción del Real Madrid los equipos pequeños tienen que esperar ahora. No es el mejor momento para fichajes».
Pretemporada
Desde su punto de vista, no tendría por qué notarse demasiado que el Aston Villa comienza la competición oficial dos semanas antes que el Málaga. «Ahora el equipo lleva catorce días de preparación», informa. En realidad cuatro más que el conjunto que prepara Muñiz. «Se ha ido Barry al Manchester City, el central Laursen ha dejado el fútbol... El único fichaje es Downing (Middlesbrough)», añade.
«El club está haciendo muy bien las cosas, creciendo con Martin O'Neill (entrenador). Va paso a paso. El año pasado ya se jugó la Copa de la UEFA y se estuvo optando a jugar la 'Champions'», comenta, y subrayó tres nombres propios entre los 'villanos' en los que puede fijarse el aficionado que acuda a la Rosaleda el sábado: «El defensa español Cuéllar (fue compañero de Muñiz en el Numancia), el extremo Ashley Young, al que pretendió el Real Madrid en el último mercado de invierno, y el delantero Carew, que jugó en el Valencia».
«Como profesional iré con el Aston Villa, pero todo el mundo sabe que soy del Málaga, y lo digo claro». Sentido y sensibilidad mantienen una disputa en el parecer de Rafael González (Avilés, 1970), más conocido por los aficionados como Rafa a escasas horas de que el club en el que pasó sus mejores años como guardameta se mida a la entidad que le paga. Con el corazón dividido. El asturiano, por desgracia, no podrá acudir hoy con la expedición del primer equipo a Marbella (al Hotel Westin La Quinta), ya que ha de permanecer atendiendo su labor en la 'Academy', donde prepara a la quincena de proyectos de guardameta del club.
Definitivamente, las fechas no se han alineado con Rafa este verano. Un equipo asturiano, el Sporting de Gijón, vijará para medirse al Birmingham, y no podrá verlo, y aunque su localidad y Liverpool están a poco más de una hora de carretera, tampoco podrá saludar el 7 de agosto a la expedición del Málaga, que disputará un partido con el Everton. «Estaré en un torneo en Alemania. Me marcho el día 6», se lamenta el avilesino.
Cuatro años
Rafa afronta su cuarto año en el Reino Unido. Llegó para jugar en el Coventry, conjunto en el que colgó las botas tras su paso por Avilés (1990-92), Oviedo (1992-96 y 2005-06), Málaga (1996-2003), Cultural Leonesa (2003-04) y Sporting de Gijón (2004-05). Un currículo preparado por su hermano Luis Pablo llegó a parar en las oficinas del club británico. Más tarde el irlandés Seamus McDonagh, que preparaba a los porteros en ese equipo, se lo llevó al Aston Villa, donde encara su tercera campaña.
Lejos de lo que se pueda pensar, Rafa no entrena a los norteamericanos Friedel y Guzan, los metas actuales del primer equipo, sino que se encarga de coordinar la preparación de los porteros de la cantera. A los juveniles los dirige él directamente y con los más jóvenes trabaja alguna hora a la semana.
Asentado ya en Birmingham con sus dos hijas (una malagueña) y su esposa, que domina perfectamente el inglés, no se plantea ahora un cambio de rumbo en su futuro. «En fútbol es mejor no pensar. Pienso en vivir esta experiencia, intento aportar mis conocimientos y aprovechar mucho el tiempo», comenta, aunque reconoce que «alguna posibilidad de regresar he tenido».
Rafa conoce el proyecto malaguista. No se puede obviar que conversa esporádicamente con su paisano Muñiz por teléfono. «Sin duda, es un técnico que ofrece una gran capacidad de trabajo y conoce esto», afirma. A pesar de que él trabaja en un club muy por encima del Málaga en recursos (su presupuesto triplica casi el de la entidad de La Rosaleda), no augura malos tiempos en el equipo de sus amores, pese a la lentitud de los fichajes: «Ricardo Rodríguez, Sandro y Fernando Sanz están demostrando que están haciendo muy bien las cosas. Con la irrupción del Real Madrid los equipos pequeños tienen que esperar ahora. No es el mejor momento para fichajes».
Pretemporada
Desde su punto de vista, no tendría por qué notarse demasiado que el Aston Villa comienza la competición oficial dos semanas antes que el Málaga. «Ahora el equipo lleva catorce días de preparación», informa. En realidad cuatro más que el conjunto que prepara Muñiz. «Se ha ido Barry al Manchester City, el central Laursen ha dejado el fútbol... El único fichaje es Downing (Middlesbrough)», añade.
«El club está haciendo muy bien las cosas, creciendo con Martin O'Neill (entrenador). Va paso a paso. El año pasado ya se jugó la Copa de la UEFA y se estuvo optando a jugar la 'Champions'», comenta, y subrayó tres nombres propios entre los 'villanos' en los que puede fijarse el aficionado que acuda a la Rosaleda el sábado: «El defensa español Cuéllar (fue compañero de Muñiz en el Numancia), el extremo Ashley Young, al que pretendió el Real Madrid en el último mercado de invierno, y el delantero Carew, que jugó en el Valencia».