La política de fichajes cajista pone sobre la mesa la intención de rejuvenecer la plantilla
Fue uno de los objetivos planteados tanto por Aíto García Reneses como por la dirección deportiva del Unicaja una vez que finalizó la campaña 2008/09 y comenzó a planificarse la reconstrucción de la plantilla. Se entendía que hacía falta rejuvenecer el equipo y reverdecer el plantel con jugadores de proyección. Cierto es que la estrategia permite ahorrarse unos euros al no tratarse, en general, de jugadores caros, pero la intención no responde sólo a factores económicos.
Cuando Aíto aterrizó en Málaga el pasado verano se encontró con un Unicaja con una de las medias de edad más altas de la ACB (29). Carlos Jiménez marcaba el tope por arriba (33) y Thomas Kelati lo marcaba por abajo (26). Conocida es la predilección que el entrenador madrileño tiene por los jugadores jóvenes. En su última temporada en Badalona contó en el primer equipo con Pau Ribas (21), Ricky Rubio (17), Rudy Fernández (23), Pere Tomàs (18) o Dmtry Flis (23). Y la política de fichajes que el Unicaja está llevando a cabo confirma la teoría.
El primero en llegar ha sido Georgios Printezis (24 años), considerado como uno de los pívots europeos con mayor proyección. Y los que están a punto de convertirse en cajistas, Saúl Blanco y Joel Freeland, tienen 24 y 22 años respectivamente. Los tres aún deben explotar todo su potencial y ya forman parte de sus respectivas selecciones, aunque Blanco lo hará como invitado.
El perfil de otros jugadores pretendidos por el Unicaja es muy similar. Ricky Rubio acaba de superar la mayoría de edad y Marcelinho Huertas tiene 26, la misma edad del último en incorporarse a la agenda malagueña, el ex del Murcia Taquan Dean.
Juventud y proyección, dos ingredientes con los que el Unicaja pretende inyectar savia nueva y construir un proyecto duradero en el tiempo. Es la fórmula que ha elegido para competir contra el poderío económico de los grandes de Europa.
http://www.malagahoy.es/article/deportes/470723/jovenes/y/con/proyeccion.html
Fue uno de los objetivos planteados tanto por Aíto García Reneses como por la dirección deportiva del Unicaja una vez que finalizó la campaña 2008/09 y comenzó a planificarse la reconstrucción de la plantilla. Se entendía que hacía falta rejuvenecer el equipo y reverdecer el plantel con jugadores de proyección. Cierto es que la estrategia permite ahorrarse unos euros al no tratarse, en general, de jugadores caros, pero la intención no responde sólo a factores económicos.
Cuando Aíto aterrizó en Málaga el pasado verano se encontró con un Unicaja con una de las medias de edad más altas de la ACB (29). Carlos Jiménez marcaba el tope por arriba (33) y Thomas Kelati lo marcaba por abajo (26). Conocida es la predilección que el entrenador madrileño tiene por los jugadores jóvenes. En su última temporada en Badalona contó en el primer equipo con Pau Ribas (21), Ricky Rubio (17), Rudy Fernández (23), Pere Tomàs (18) o Dmtry Flis (23). Y la política de fichajes que el Unicaja está llevando a cabo confirma la teoría.
El primero en llegar ha sido Georgios Printezis (24 años), considerado como uno de los pívots europeos con mayor proyección. Y los que están a punto de convertirse en cajistas, Saúl Blanco y Joel Freeland, tienen 24 y 22 años respectivamente. Los tres aún deben explotar todo su potencial y ya forman parte de sus respectivas selecciones, aunque Blanco lo hará como invitado.
El perfil de otros jugadores pretendidos por el Unicaja es muy similar. Ricky Rubio acaba de superar la mayoría de edad y Marcelinho Huertas tiene 26, la misma edad del último en incorporarse a la agenda malagueña, el ex del Murcia Taquan Dean.
Juventud y proyección, dos ingredientes con los que el Unicaja pretende inyectar savia nueva y construir un proyecto duradero en el tiempo. Es la fórmula que ha elegido para competir contra el poderío económico de los grandes de Europa.
http://www.malagahoy.es/article/deportes/470723/jovenes/y/con/proyeccion.html