Aunque Xavi Torres y Munúa jugaban en España, la mayoría de las gestiones son en ligas foráneas A finales de agosto el club tendrá más a tiro las cesiones de jugadores
Necesidad o no, parece claro a estas alturas que el Málaga ha ampliado miras. Abarca más mercados en su afán de formar un equipo competitivo para la próxima temporada. Puede que la crisis económica obligue, en la medida en que el panorama nacional permanece estancado ante la ausencia de traspasos significativos (Villa o Asenjo podrían ser algunos ejemplos) que generen un movimiento en cadena en los clubes.
El Málaga había dejado casi de negociar con clubes extranjeros desde la llegada de Antonio Tapia al banquillo hace un año por estas fechas. De la temporada anterior sólo cabe reseñar las incorporaciones foráneas de los brasileños Pablo de Barros y Adriano, si bien el primero de ellos era en realidad un fichaje del Zaragoza, que recurrió a su cesión el pasado verano. Por contra, Adriano, procedente del Internacional de Porto Alegre, sí que supuso la excepción a la norma, aunque fue reclutado en el mercado de invierno.
La apuesta de Tapia fue clara. Su política fue el riesgo cero. En un plazo urgente, encerrado casi de forma permanente con el cuerpo técnico y la dirección deportiva, tomó la determinación de fichar a jugadores ya conocidos, contrastados. Todos de la Liga española, e incluso hasta siete de ellos que ya habían vestido la camiseta blanquiazul en el pasado: Luque, José Juan Luque, Fernando, Duda, Manolo, Nacho y MIguel Ángel. Además, Cuadrado y Pere Martí, dos refuerzos que ya había dejado atados Muñiz, y las cesiones de Adrián y Lolo. Fue una auténtica 'operación retorno' que no deparó malos resultados.
Buenos informes
En su regreso Muñiz vuelve a confiar en sus buenos informes internacionales. Aunque la primera contratación presentada, Xavi Torres, no responde a estos parámetros, las actuales negociaciones se han dirigido sobre todo fuera de nuestras fronteras: se han conocido las gestiones para incorporar al lateral Mtilliga, un danés que juega en Holanda y que está a un paso de llegar; el meta Itandje, un francocamerunés suplente en el Liverpool que al final fue descartado por informes contradictorios, y el francomarroquí Taarabt, del Tottenham, al que la dirección deportiva ya estuvo a punto de fichar en las últimas horas del mercado veraniego el año pasado, aunque las conversaciones no se concretaron en un acuerdo.
El mercado favorito de Muñiz, con todo, fue el portugués. Hace dos años fueron desfilando sucesivamente Paulo Jorge, Hélder Rosário, Weligton (jugaba en el Grasshopper suizo, aunque había pasado por la Liga lusa) y Eliseu. Ell,o al margen de otros nombres que sonaron y con los que no hubo entente, en especial Tiago Gomes, que llegó a ser presentado y a entrenarse con el Málaga, pero que se volvió por la ausencia de acuerdo entre las tres partes (agentes, club de procedencia, el Estrela de Amadora y la entidad de La Rosaleda) implicadas en un conflicto engorroso.
Incluso, la llegada de Muñiz al Racing vino seguida de nuevas incorporaciones del mercado portugués, como el defensa central Zé Antonio (un luso que había emigrado a Alemania y Turquía) o Gonçalves, ambos con muy poco protagonismo. Sin embargo, en realidad fueron gestiones del representante Eugenio Botas, el encargado de las incorporaciones en la entidad cántabra.
Final de agosto
Lo que queda claro es que la segunda etapa de Muñiz como primer entrenador del Málaga (en realidad es su tercer periodo, si se incluye la campaña como ayudante de Juande Ramos) va a venir marcada por la ausencia de fronteras a la hora de decidir los fichajes. El guardameta Munúa (uruguayo que acabó contrato con el Deportivo) ha sido la segunda incorporación a la espera de una fase del mercado en la que se pueda apostar por las cesiones.
En este sentido, el técnico malaguista fue claro al reconocer en su presentación: «A finales de agosto siempre habrá jugadores que puedan interesar según tus posibilidades económicas». Los clubes de mayor entidad (Real Madrid, Sevilla, Villarreal, Atlético de Madrid o Valencia, fundamentalmente) deberán desprenderse de futbolistas sobrantes en sus respectivas plantillas a medida que se acerque el comienzo de la Liga. Puede que entonces las caras y los apellidos (hasta ahora han primado las uniones extrañas de consonantes) resulten más conocidas para el aficionado.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-06-28/malaga-amplia-mercados-20090628.html