EFE Málaga es la provincia con un mayor número de agresiones a médicos -más de 700 desde 2005-, seguida de Sevilla, con casi 600 y de Córdoba, con 300, según un estudio del Colegio de Médicos de Sevilla basado en las denuncias recibidas durante el último lustro.
En Granada, Cádiz y Almería se han superado las 250 agresiones a médicos desde 2005, mientras que en Jaén se han contabilizado algo más de 200 y en Huelva no se ha alcanzado esta cifra.
El estudio presentado hoy por el presidente de este organismo, Carlos González-Vilardell, revela que el 58 por ciento de estas agresiones se han relacionado con una excesiva demora para ser atendido; otro 15 por ciento por la negativa a conceder o prorrogar una baja y un 10 por ciento a no prescribir medicamentos.
Así se desprende que sólo el 21 por ciento de las agresiones a médicos las perpetran personas de colectivos de riesgo -un 11 por ciento, enfermos con patologías psíquicas y otro 10 por ciento, toxicómanos-. Además González-Vilardell ha explicado que el 91 por ciento de las sesenta ataques, amenazas e injurias que anualmente se denuncian en Sevilla se producen en centros de salud; otro siete por ciento, en hospitales y el 2 por ciento en centros privados.
Este estudio, basado en la agresiones a médicos de Sevilla denunciadas desde 2004, indica que los ataques se han estabilizado desde 2007, después de que la administración pidiera que se tipificasen como agresiones y no como faltas, "aunque siguen siendo cifras alarmantes", según González-Vilardell.
El 44 por ciento de los hechos denunciados fueron agresiones verbales, otro 28 por ciento, físicas,y el 26 por ciento restante, intimidatorias. Respecto al resultado judicial, sólo el 15 por ciento de las agresiones han sido consideradas penalmente como lesiones, frente a un 36 por ciento de amenazas y otro 49 por ciento de injurias.
González-Vilardell ha reclamado más medidas preventivas para evitar las agresiones a facultativos, en especial, protección en los centros de atención primaria de zonas y en fechas que ya se saben que son potencialmente conflictivas. Ha admitido que no se puede proteger a todos los médicos de todos los centros pero ha matizado que ya existen informes suficientes entre ellos el presentado hoy sobre agresiones a médicos del último lustro, que evidencian factores de riesgo que se deben de afrontar.
También ha abogado por un en endurecimiento de las sanciones a los agresores a médicos y por la implementación de campañas de sensibilización y educación de la sociedad.
En Granada, Cádiz y Almería se han superado las 250 agresiones a médicos desde 2005, mientras que en Jaén se han contabilizado algo más de 200 y en Huelva no se ha alcanzado esta cifra.
El estudio presentado hoy por el presidente de este organismo, Carlos González-Vilardell, revela que el 58 por ciento de estas agresiones se han relacionado con una excesiva demora para ser atendido; otro 15 por ciento por la negativa a conceder o prorrogar una baja y un 10 por ciento a no prescribir medicamentos.
Así se desprende que sólo el 21 por ciento de las agresiones a médicos las perpetran personas de colectivos de riesgo -un 11 por ciento, enfermos con patologías psíquicas y otro 10 por ciento, toxicómanos-. Además González-Vilardell ha explicado que el 91 por ciento de las sesenta ataques, amenazas e injurias que anualmente se denuncian en Sevilla se producen en centros de salud; otro siete por ciento, en hospitales y el 2 por ciento en centros privados.
Este estudio, basado en la agresiones a médicos de Sevilla denunciadas desde 2004, indica que los ataques se han estabilizado desde 2007, después de que la administración pidiera que se tipificasen como agresiones y no como faltas, "aunque siguen siendo cifras alarmantes", según González-Vilardell.
El 44 por ciento de los hechos denunciados fueron agresiones verbales, otro 28 por ciento, físicas,y el 26 por ciento restante, intimidatorias. Respecto al resultado judicial, sólo el 15 por ciento de las agresiones han sido consideradas penalmente como lesiones, frente a un 36 por ciento de amenazas y otro 49 por ciento de injurias.
González-Vilardell ha reclamado más medidas preventivas para evitar las agresiones a facultativos, en especial, protección en los centros de atención primaria de zonas y en fechas que ya se saben que son potencialmente conflictivas. Ha admitido que no se puede proteger a todos los médicos de todos los centros pero ha matizado que ya existen informes suficientes entre ellos el presentado hoy sobre agresiones a médicos del último lustro, que evidencian factores de riesgo que se deben de afrontar.
También ha abogado por un en endurecimiento de las sanciones a los agresores a médicos y por la implementación de campañas de sensibilización y educación de la sociedad.