La mayoría de los hogares españoles han recibido o recibirán en los próximos días una carta de su compañía eléctrica informándoles de que, a partir del próximo 1 de julio, se liberalizará el mercado.
Esto es: tendrán capacidad para elegir con qué compañía quieren contratar el suministro de la luz. El escrito, que resulta bastante incompresible para la mayoría de los consumidores, también viene a explicar que, a partir de esa fecha, tendrán que elegir qué tarifa quieren que se le aplique en su factura. Es decir: si su recibo seguirá siendo calculado en función de los precios regulados por el Ministerio de Industria o si, por el contrario, se pasan a una comercializadora que marcarán sus propias tarifas por kilovatio consumido.
La comunicación se acompaña del listado de empresas comercializadoras y se especifica cuáles de ellas ofrecerán tarifas reguladas y cuáles operaran en el mercado libre.
Con esta escueta información, no es fácil tomar una decisión. De ahí que, como consumidor, haya que plantearse una serie de cuestiones antes de dar un paso equivocado.
¿Qué tarifa me ofrecerá más ventajas como consumidor? De momento, es una incógnita. Las compañías que operen en el mercado libre no han avanzado la tarifa que ofertarán por kilovatio/hora. En la actualidad, las compañías que ya ofrecen sus propias tarifas (Endesa, Hidrocantábrico, Naturgas, Nexus y Unión Fenosa) tan sólo trabajan con un 2% de descuento con respecto al coste por kilovatio de la tarifa regulada por el Gobierno. Esta tarifa -que pasará a denominarse Tarifa de Último Recurso (TUR)- y que es con la que se calculan los recibos de la mayoría de los hogares, se sitúa en 13,71 céntimos por kilowatio/hora consumido. El ahorro para un hogar medio, según las estimaciones de FACUA, no supera el 2%. O lo que es lo mismo: alrededor de 70 céntimos menos al mes. Ese reducido descuento no ha conseguido cautivar a los clientes.
¿Podrían subir las tarifas reguladas? Sí. De hecho, el Ministerio de Industria tiene previsto revisar en el mes de julio la tarifa de la luz, lo que se traducirá previsiblemente en otra subida. Organizaciones de consumidores como FACUA sospechan que el Gobierno podría aplicar un abultado incremento para tratar de forzar un trasvase de los consumidores al mercado libre. Así las cosas, las comercializadoras podrían seguir manteniendo los precios actuales. Y, de cara al usuario, estarían ofreciendo tarifas más competitivas que las marcadas por el Gobierno.
¿Qué trámite debo seguir si quiero cambiar de tarifa? Según la misiva remitida por las eléctricas, los clientes que quieran cambiar de tarifa tendrán que comunicarse con el Departamento de Atención al Cliente para dejar constancia de que opta por la tarifa del mercado libre. También tendrá que decantarse por uno de los comercializadores del listado que se le ha proporcionado.
¿Y si quiero seguir con la tarifa regulada? No es necesario ponerse en contacto con la compañía eléctrica en cuestión. Si la empresa no recibe notificación antes del 1 de julio, darán por hecho que permanecerá en el sistema de tarificación vigente. Estos usuarios pasarán a recibir el suministro del comercializador de energía de tarifa de último recurso perteneciente al grupo empresarial de la distribuidora con la que en la actualidad tiene su contrato.
¿Podré cambiarme de comercializadora después del 1 de julio? Sin ningún problema. Tener paciencia y esperar a que el mercado recorra sus primeros pasos como liberalizado es precisamente lo que recomiendan las asociaciones de consumidores para disponer de elementos de juicio para tomar una decisión. Una vez que se conozcan las tarifas ofertadas por las comercializadoras del mercado libre, podrá realizarse la comparativa.
¿Qué firmas comercializarán la electricidad con tarifa regulada? En total, son cinco las empresas seleccionadas por el Gobierno para vender la energía al precio máximo establecido para este tipo de suministro: Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y EON.
¿Y cuáles operarán en el mercado libre? Las cinco anteriores, con su marca específica, además de las nuevas comercializadoras que se asienten en el mercado. Podríamos decir que estos nuevos actores replicarán el modelo de los operadores virtuales que compiten en servicios de telefonía. Es decir: no podrán suministrar energía por no contar con una red propia. Su modelo de negocio consistirá en adquirir a los gigantes energéticos grandes volúmenes de kilovatios/hora. Dependiendo de su habilidad de negociación y de la capacidad que hayan adquirido, podrán conseguir tarifas más competitivas para los usuarios domésticos.
¿Habrá otras tarifas en el mercado liberalizado? Una de las grandes novedades será el estreno de la Tarifa Social. Los hogares que podrán acogerse a esta modalidad estarán exentos de pagar la potencia contratada. Las personas que podrán utilizar esta tarifa serán los propietarios de viviendas habituales, con una potencia contratada inferior a tres kilovatios, siempre y cuando la vivienda tenga instalada el interruptor de control de potencia. Se mantendrá la tarifa de discriminación horaria -la antigua tarifa nocturna-.
Esto es: tendrán capacidad para elegir con qué compañía quieren contratar el suministro de la luz. El escrito, que resulta bastante incompresible para la mayoría de los consumidores, también viene a explicar que, a partir de esa fecha, tendrán que elegir qué tarifa quieren que se le aplique en su factura. Es decir: si su recibo seguirá siendo calculado en función de los precios regulados por el Ministerio de Industria o si, por el contrario, se pasan a una comercializadora que marcarán sus propias tarifas por kilovatio consumido.
La comunicación se acompaña del listado de empresas comercializadoras y se especifica cuáles de ellas ofrecerán tarifas reguladas y cuáles operaran en el mercado libre.
Con esta escueta información, no es fácil tomar una decisión. De ahí que, como consumidor, haya que plantearse una serie de cuestiones antes de dar un paso equivocado.
¿Qué tarifa me ofrecerá más ventajas como consumidor? De momento, es una incógnita. Las compañías que operen en el mercado libre no han avanzado la tarifa que ofertarán por kilovatio/hora. En la actualidad, las compañías que ya ofrecen sus propias tarifas (Endesa, Hidrocantábrico, Naturgas, Nexus y Unión Fenosa) tan sólo trabajan con un 2% de descuento con respecto al coste por kilovatio de la tarifa regulada por el Gobierno. Esta tarifa -que pasará a denominarse Tarifa de Último Recurso (TUR)- y que es con la que se calculan los recibos de la mayoría de los hogares, se sitúa en 13,71 céntimos por kilowatio/hora consumido. El ahorro para un hogar medio, según las estimaciones de FACUA, no supera el 2%. O lo que es lo mismo: alrededor de 70 céntimos menos al mes. Ese reducido descuento no ha conseguido cautivar a los clientes.
¿Podrían subir las tarifas reguladas? Sí. De hecho, el Ministerio de Industria tiene previsto revisar en el mes de julio la tarifa de la luz, lo que se traducirá previsiblemente en otra subida. Organizaciones de consumidores como FACUA sospechan que el Gobierno podría aplicar un abultado incremento para tratar de forzar un trasvase de los consumidores al mercado libre. Así las cosas, las comercializadoras podrían seguir manteniendo los precios actuales. Y, de cara al usuario, estarían ofreciendo tarifas más competitivas que las marcadas por el Gobierno.
¿Qué trámite debo seguir si quiero cambiar de tarifa? Según la misiva remitida por las eléctricas, los clientes que quieran cambiar de tarifa tendrán que comunicarse con el Departamento de Atención al Cliente para dejar constancia de que opta por la tarifa del mercado libre. También tendrá que decantarse por uno de los comercializadores del listado que se le ha proporcionado.
¿Y si quiero seguir con la tarifa regulada? No es necesario ponerse en contacto con la compañía eléctrica en cuestión. Si la empresa no recibe notificación antes del 1 de julio, darán por hecho que permanecerá en el sistema de tarificación vigente. Estos usuarios pasarán a recibir el suministro del comercializador de energía de tarifa de último recurso perteneciente al grupo empresarial de la distribuidora con la que en la actualidad tiene su contrato.
¿Podré cambiarme de comercializadora después del 1 de julio? Sin ningún problema. Tener paciencia y esperar a que el mercado recorra sus primeros pasos como liberalizado es precisamente lo que recomiendan las asociaciones de consumidores para disponer de elementos de juicio para tomar una decisión. Una vez que se conozcan las tarifas ofertadas por las comercializadoras del mercado libre, podrá realizarse la comparativa.
¿Qué firmas comercializarán la electricidad con tarifa regulada? En total, son cinco las empresas seleccionadas por el Gobierno para vender la energía al precio máximo establecido para este tipo de suministro: Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y EON.
¿Y cuáles operarán en el mercado libre? Las cinco anteriores, con su marca específica, además de las nuevas comercializadoras que se asienten en el mercado. Podríamos decir que estos nuevos actores replicarán el modelo de los operadores virtuales que compiten en servicios de telefonía. Es decir: no podrán suministrar energía por no contar con una red propia. Su modelo de negocio consistirá en adquirir a los gigantes energéticos grandes volúmenes de kilovatios/hora. Dependiendo de su habilidad de negociación y de la capacidad que hayan adquirido, podrán conseguir tarifas más competitivas para los usuarios domésticos.
¿Habrá otras tarifas en el mercado liberalizado? Una de las grandes novedades será el estreno de la Tarifa Social. Los hogares que podrán acogerse a esta modalidad estarán exentos de pagar la potencia contratada. Las personas que podrán utilizar esta tarifa serán los propietarios de viviendas habituales, con una potencia contratada inferior a tres kilovatios, siempre y cuando la vivienda tenga instalada el interruptor de control de potencia. Se mantendrá la tarifa de discriminación horaria -la antigua tarifa nocturna-.