Pese a la gran cantidad de jugadores disponibles, hasta el momento son muy pocos los que llaman la atención de los técnicos. El club pugna con varios equipos por los mismos futbolistas
El mercado no termina de convencer al Málaga. Esa es la realidad ahora que llega la hora de la verdad, el momento de tomar decisiones para planificar con garantías la plantilla de la próxima temporada. Igual que sucede con la portería -una situación acentuada por la marcha de Goitia-, también surgen inevitables dudas sobre posibles objetivos en determinadas posiciones.
«No hay problemas, este año habrá jugadores a patadas». Así, con una indudable rotundidad, se expresan los dirigentes del club cuando hablan del mercado actual. La situación económica no es muy boyante, varios clubes están a la cuarta pregunta y la relación de futbolistas que acaban contrato es interminable. Todos creen que no será excesivamente complicado pergeñar el plantel del próximo ejercicio sin el más mínimo riesgo de estar en clara inferioridad respecto al resto de los equipos.
Ese es el argumento cara al exterior. Sin embargo, es más que evidente que se trata sólo de una verdad a medias. Los jugadores buenos, los contrastados y con una trayectoria que no provoque la más mínima duda, son muy pocos. Afortunadamente, el Málaga tiene una clara ventaja en relación con muchos competidores: no depende de un representante.
Labor externa
Muchos de los clubes de Primera están supeditados a la labor externa -previo pago de su importe, por supuesto- de un agente. El más conocido es el Racing, cuya dirección deportiva recae oficiosamente en Eugenio Botas. O el Sporting o el Valladolid. Esta situación es bien conocida para el aficionado malaguista. Durante más de un lustro esa tarea le correspondía a Carlos Rincón aun cuando el club contaba con una persona que teóricamente desempeñaba esa función y que percibía una elevada remuneración por ello (Manolo Hierro).
El Málaga no tiene comprometido a un solo jugador para el futuro. No ocurre como años atrás, cuando se movió con celeridad para evitar una puja con otros clubes que en condiciones normales disponían de la suficiente pujanza como para no encontrar un obstáculo en la entidad de La Rosaleda. Así se gestaron primero incorporaciones de una tacada como Carpintero, Baha, Saizar (aunque luego no llegó) y Peragón. Y hace un año por estas fechas, Cuadrado y Pere Martí.
Dificultades
El Málaga se topa con varias dificultades a estas alturas de año. Los jugadores que están ansiosos por venir y que cumplen los requisitos económicos exigidos por el club -con un límite salarial en función de la demarcación en el terreno de juego- o no terminan de convencer o figuran en la lista de objetivos en un puesto muy retrasado, lejos de los primeros.
Bien es cierto que el Málaga se está moviendo constantemente. A la luz apenas sale el 1 por ciento de todos los jugadores a los que el club está tocando. Se están mirando muchos mercados, países europeos y también sudamericanos, pero se busca por encima de todo no errar en el tiro. No es fácil acertar en la relación calidad-precio y que el elegido sea suficientemente competitivo.
Los buenos jugadores son habas contadas. Y además también se encuentran en el punto de mira de otros clubes. Varios representantes han coincidido en recalcar a este periódico que los mismos equipos se interesan por un grupo definido de jugadores. Se trata de clubes con similares pretensiones económicas. Quedan descartados de antemano los seis más potentes (Barcelona, Real Madrid, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia y Villarreal), también otros de segundo rango que tienen clara su política deportiva (Betis y Deportivo), los posibles ascendidos de Segunda, y también el Numancia, el Sporting o el Recreativo, que apenas se han movido debido a que debían concentrar todos sus esfuerzos en la permanencia. Incluso, tampoco Osasuna ha estado muy activo. A ellos hay que sumar el caso peculiar del Athletic porque su mercado se reduce exclusivamente a jugadores del norte de la península.
Como queda de manifiesto, los rivales del Málaga en este aspecto están más que definidos. Son el Mallorca, el Almería, el Racing, el Espanyol, el Valladolid y el Getafe. Lógicamente, los cuatro últimos han actuado con enorme prudencia debido a que estaban en plena lucha por la permanencia. De ellos, sólo el cuadro cántabro tiene asegurada la salvación y ya puede mover ficha con libertad. Tampoco hay que descartar al Tenerife.
Llega la hora de la verdad. El Málaga debe empezar a tomar decisiones. De momento, el mercado no termina de convencer en los casos de muchos jugadores. Y tal vez todo ello frene los deseos de cerrar la plantilla cuanto antes.
www.diariosur.com
es que sanz lo quiere todo a coste cero, asi no se puede
El mercado no termina de convencer al Málaga. Esa es la realidad ahora que llega la hora de la verdad, el momento de tomar decisiones para planificar con garantías la plantilla de la próxima temporada. Igual que sucede con la portería -una situación acentuada por la marcha de Goitia-, también surgen inevitables dudas sobre posibles objetivos en determinadas posiciones.
«No hay problemas, este año habrá jugadores a patadas». Así, con una indudable rotundidad, se expresan los dirigentes del club cuando hablan del mercado actual. La situación económica no es muy boyante, varios clubes están a la cuarta pregunta y la relación de futbolistas que acaban contrato es interminable. Todos creen que no será excesivamente complicado pergeñar el plantel del próximo ejercicio sin el más mínimo riesgo de estar en clara inferioridad respecto al resto de los equipos.
Ese es el argumento cara al exterior. Sin embargo, es más que evidente que se trata sólo de una verdad a medias. Los jugadores buenos, los contrastados y con una trayectoria que no provoque la más mínima duda, son muy pocos. Afortunadamente, el Málaga tiene una clara ventaja en relación con muchos competidores: no depende de un representante.
Labor externa
Muchos de los clubes de Primera están supeditados a la labor externa -previo pago de su importe, por supuesto- de un agente. El más conocido es el Racing, cuya dirección deportiva recae oficiosamente en Eugenio Botas. O el Sporting o el Valladolid. Esta situación es bien conocida para el aficionado malaguista. Durante más de un lustro esa tarea le correspondía a Carlos Rincón aun cuando el club contaba con una persona que teóricamente desempeñaba esa función y que percibía una elevada remuneración por ello (Manolo Hierro).
El Málaga no tiene comprometido a un solo jugador para el futuro. No ocurre como años atrás, cuando se movió con celeridad para evitar una puja con otros clubes que en condiciones normales disponían de la suficiente pujanza como para no encontrar un obstáculo en la entidad de La Rosaleda. Así se gestaron primero incorporaciones de una tacada como Carpintero, Baha, Saizar (aunque luego no llegó) y Peragón. Y hace un año por estas fechas, Cuadrado y Pere Martí.
Dificultades
El Málaga se topa con varias dificultades a estas alturas de año. Los jugadores que están ansiosos por venir y que cumplen los requisitos económicos exigidos por el club -con un límite salarial en función de la demarcación en el terreno de juego- o no terminan de convencer o figuran en la lista de objetivos en un puesto muy retrasado, lejos de los primeros.
Bien es cierto que el Málaga se está moviendo constantemente. A la luz apenas sale el 1 por ciento de todos los jugadores a los que el club está tocando. Se están mirando muchos mercados, países europeos y también sudamericanos, pero se busca por encima de todo no errar en el tiro. No es fácil acertar en la relación calidad-precio y que el elegido sea suficientemente competitivo.
Los buenos jugadores son habas contadas. Y además también se encuentran en el punto de mira de otros clubes. Varios representantes han coincidido en recalcar a este periódico que los mismos equipos se interesan por un grupo definido de jugadores. Se trata de clubes con similares pretensiones económicas. Quedan descartados de antemano los seis más potentes (Barcelona, Real Madrid, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia y Villarreal), también otros de segundo rango que tienen clara su política deportiva (Betis y Deportivo), los posibles ascendidos de Segunda, y también el Numancia, el Sporting o el Recreativo, que apenas se han movido debido a que debían concentrar todos sus esfuerzos en la permanencia. Incluso, tampoco Osasuna ha estado muy activo. A ellos hay que sumar el caso peculiar del Athletic porque su mercado se reduce exclusivamente a jugadores del norte de la península.
Como queda de manifiesto, los rivales del Málaga en este aspecto están más que definidos. Son el Mallorca, el Almería, el Racing, el Espanyol, el Valladolid y el Getafe. Lógicamente, los cuatro últimos han actuado con enorme prudencia debido a que estaban en plena lucha por la permanencia. De ellos, sólo el cuadro cántabro tiene asegurada la salvación y ya puede mover ficha con libertad. Tampoco hay que descartar al Tenerife.
Llega la hora de la verdad. El Málaga debe empezar a tomar decisiones. De momento, el mercado no termina de convencer en los casos de muchos jugadores. Y tal vez todo ello frene los deseos de cerrar la plantilla cuanto antes.
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es que sanz lo quiere todo a coste cero, asi no se puede