El Ayuntamiento admite que es difícil luchar contra los aparcacoches ilegales
La situación económica reaviva un problema que se encuentran a diario numerosos conductores, tanto en el Centro Histórico como en los paseos marítimos y las barriadas
El propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, confesó ayer en una conferencia de prensa que ha observado un repunte de la presencia de gorrillas en las calles de la ciudad, atribuyéndolo a la actual situación económica. Diferenció a los aparcacoches ilegales de aquellos que están autorizados por el Ayuntamiento y que pertenecen a cuatro asociaciones de discapacitados y a una de parados mayores de 40 años. Estos están uniformados y tienen asignadas varias zonas de estacionamientos.
El problema ya no se circunscribe exclusivamente al Centro Histórico, sino que se extiende a otras zonas fuera del casco antiguo y a barriadas. Por ejemplo, estos gorrillas que mal viven de la indigencia proliferan a diario por la calle Góngora, paseo marítimo Antonio Machado y alrededores del Parque Huelin. Además, en los lugares habituales de actuación como son la avenida Cervantes, Cortina del Muelle, Guillén Sotelo y alrededores del Palacio de la Aduana.
Incluso se empeñan en que los conductores aparquen en zonas reservadas de carga y descarga con la promesa de que «no pasa nada», aunque cuando vuelven los propietarios se encuentran con la desagradable sorpresa de que el coche se lo ha llevado la grúa y que el gorrilla está desaparecido.
El concejal de Seguridad, Antonio Cordero, recordó que Málaga adaptó la normativa con la participación de la Fiscalía para sancionar a los aparcacoches ilegales y a los que limpiaban los parabrisas en las paradas de los semáforos para facilitar la denuncia del individuo.
Cordero dijo que el problema se erradicó parcialmente, con el ingreso en prisión de algunos de ellos -los reincidentes por desacato a la autoridad- o con la sanción administrativa a otros. «La Policía Local ha puesto miles de multas», subrayó, si bien en los últimos tiempos se ha visto cierto relajamiento en esta materia.
Ahora, con la vuelta de los gorrillas a las calles, el Ayuntamiento quiere retomar otra vez el acoso contra estos aparcacoches, si bien el edil de Seguridad reconoció: «Lo tenemos difícil en estos momentos».
http://www.diariosur.es/20090512/malaga/calles-llenan-gorrillas-20090512.html
La situación económica reaviva un problema que se encuentran a diario numerosos conductores, tanto en el Centro Histórico como en los paseos marítimos y las barriadas
El propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, confesó ayer en una conferencia de prensa que ha observado un repunte de la presencia de gorrillas en las calles de la ciudad, atribuyéndolo a la actual situación económica. Diferenció a los aparcacoches ilegales de aquellos que están autorizados por el Ayuntamiento y que pertenecen a cuatro asociaciones de discapacitados y a una de parados mayores de 40 años. Estos están uniformados y tienen asignadas varias zonas de estacionamientos.
El problema ya no se circunscribe exclusivamente al Centro Histórico, sino que se extiende a otras zonas fuera del casco antiguo y a barriadas. Por ejemplo, estos gorrillas que mal viven de la indigencia proliferan a diario por la calle Góngora, paseo marítimo Antonio Machado y alrededores del Parque Huelin. Además, en los lugares habituales de actuación como son la avenida Cervantes, Cortina del Muelle, Guillén Sotelo y alrededores del Palacio de la Aduana.
Incluso se empeñan en que los conductores aparquen en zonas reservadas de carga y descarga con la promesa de que «no pasa nada», aunque cuando vuelven los propietarios se encuentran con la desagradable sorpresa de que el coche se lo ha llevado la grúa y que el gorrilla está desaparecido.
El concejal de Seguridad, Antonio Cordero, recordó que Málaga adaptó la normativa con la participación de la Fiscalía para sancionar a los aparcacoches ilegales y a los que limpiaban los parabrisas en las paradas de los semáforos para facilitar la denuncia del individuo.
Cordero dijo que el problema se erradicó parcialmente, con el ingreso en prisión de algunos de ellos -los reincidentes por desacato a la autoridad- o con la sanción administrativa a otros. «La Policía Local ha puesto miles de multas», subrayó, si bien en los últimos tiempos se ha visto cierto relajamiento en esta materia.
Ahora, con la vuelta de los gorrillas a las calles, el Ayuntamiento quiere retomar otra vez el acoso contra estos aparcacoches, si bien el edil de Seguridad reconoció: «Lo tenemos difícil en estos momentos».
http://www.diariosur.es/20090512/malaga/calles-llenan-gorrillas-20090512.html