UN Málaga ramplón estuvo a punto de sumar una muesca más a su negativa racha de partidos sin ganar en casa. Sólo el empeño de Luque -ayudado por un invitado de excepción, Adriano, que provocó el penalti en una jugada en la que fue por un balón que otro jugador quizás hubiera dado por perdido- en buscar la portería contraria mereció el premio de la victoria. Precisamente el delantero catalán marcó el gol del triunfo. Pocas veces el destino ha sido tan justo con un jugador como ayer.
Profesionalidad
Luque dio una lección de profesionalidad. Luchó como el que más y ofreció un amplio repertorio de lances en ataque. No sólo se movió por ambos extremos y por el centro, sino que les contagió su ambición a sus compañeros. A pesar de que algunos de ellos están mucho menos motivados que él, el equipo se creció al final tras mostrar el público su disconformidad con el juego local. Por cierto, el denominado 'respetable' volvió a silbar al Málaga. Como paga, tienen derecho a hacerlo, pero se equivocó al aplaudir a Adrián cuando fue sustituido -el asturiano no lo merecía, porque está desconocido desde hace varias jornadas- y también al silbar a Baha -hubo división de opiniones, como en los toros-, que, aunque no estuvo acertado, se dejó la piel en el campo, como siempre.
La Ley de Murphy
La Ley de Murphy se dio una vuelta ayer por el Camp Nou. El jugador del Barcelona Márquez, que veía el partido de su equipo desde la grada a causa de una lesión, se levantó a falta de un cuarto de hora, cogió las muletas y bajó para unirse a la celebración del título de Liga como el resultado hacía presagiar. El partido iba 3-1 a favor del equipo local y todo indicaba que el conjunto catalán se proclamaría campeón de Liga. Pero el fútbol tiene estas cosas. El Villarreal no sólo no quiso sumarse a la fiesta, sino que se la aguó al rival, ya que en doce minutos marcó los dos goles del empate a tres. De nuevo se cumplió la famosa Ley de Murphy y el Barcelona tuvo que aplazar los festejos, pero no sólo el club azulgrana fue el damnificado, sino todos los periódicos de España.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-05-11/leccion-luque-20090511.html
Profesionalidad
Luque dio una lección de profesionalidad. Luchó como el que más y ofreció un amplio repertorio de lances en ataque. No sólo se movió por ambos extremos y por el centro, sino que les contagió su ambición a sus compañeros. A pesar de que algunos de ellos están mucho menos motivados que él, el equipo se creció al final tras mostrar el público su disconformidad con el juego local. Por cierto, el denominado 'respetable' volvió a silbar al Málaga. Como paga, tienen derecho a hacerlo, pero se equivocó al aplaudir a Adrián cuando fue sustituido -el asturiano no lo merecía, porque está desconocido desde hace varias jornadas- y también al silbar a Baha -hubo división de opiniones, como en los toros-, que, aunque no estuvo acertado, se dejó la piel en el campo, como siempre.
La Ley de Murphy
La Ley de Murphy se dio una vuelta ayer por el Camp Nou. El jugador del Barcelona Márquez, que veía el partido de su equipo desde la grada a causa de una lesión, se levantó a falta de un cuarto de hora, cogió las muletas y bajó para unirse a la celebración del título de Liga como el resultado hacía presagiar. El partido iba 3-1 a favor del equipo local y todo indicaba que el conjunto catalán se proclamaría campeón de Liga. Pero el fútbol tiene estas cosas. El Villarreal no sólo no quiso sumarse a la fiesta, sino que se la aguó al rival, ya que en doce minutos marcó los dos goles del empate a tres. De nuevo se cumplió la famosa Ley de Murphy y el Barcelona tuvo que aplazar los festejos, pero no sólo el club azulgrana fue el damnificado, sino todos los periódicos de España.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-05-11/leccion-luque-20090511.html