Ocho dianas en la primera vuelta por una en la segunda. El punta acusa su trabajo cada vez más sordo en el campo
Baha, que se gana la vida como delantero, se aleja de la portería, un dato incontrovertible a estas alturas. Ocho goles en la primera vuelta y sólo uno en la segunda, aunque a esta aún le queden cinco partidos por disputar. En realidad, casi resulta más significativo otro dato: apenas una diana en las catorce últimas jornadas, la lograda en el Coliséum Alfonso Pérez de Getafe (1-2), en la vigésima sexta.
El trabajo del francomarroquí se hace cada día más sordo al tiempo que la distancia cada vez mayor respecto a la zona de definición. No por ello su rol pierde importancia. Su papel tiene mucho de solidario. Repercute en el buen funcionamiento del equipo, aunque quien puede pensar que si ha llegado a donde lo ha hecho es por su capacidad realizadora.
La realidad dicta, por el contrario, que en el Málaga son los volantes los que mandan cara al gol. El 'nueve' más habitual, Adrián, lleva tres tantos, y su misión es abrir huecos con su movilidad a los costados y sus maniobras para ofrecerse al espacio; y la misión de Baha, segundo delantero, es presionar la salida del rival y, con balón, constituirse en referencia para el remate.
Sin fuelle
Sin embargo, para esta segunda parte de su cometido apenas si le queda fuelle. El partido del miércoles en Pamplona fue uno de los mejores ejemplos. Durante la fase de mayor dominio del cuadro 'rojillo' Baha se desplazó de una punta a otra del campo para tratar de taponar la hemorragia defensiva malaguista y sus estadísticas ofensivas se resienten. Ya no se puede decir ni siquiera que falle ocasiones clamorosas, como en el trecho del comienzo de la segunda vuelta, en los partidos frente al Athletic, el Almería o el Valencia.
A estas alturas del curso sorprende descubrir que Baha estuvo presente en el once titular en todas las citas. Sólo se perdió la más prescindible -por aquello de que el Málaga apenas tuvo opciones de puntuar-, el 6-0 en el Camp Nou por un leve problema físico. Pese a ello, únicamente acabó siete partidos, ninguno de los nueve últimos que ha disputado.
Los números no engañan. Si durante la primera vuelta el clásico relevo de Salva por Fernando (u otro compañero) se posponía al último momento de los partidos, en las últimas semanas el cambio se ha adelantado. Baha no ha estado en el campo en los últimos veinticinco minutos en seis de los últimos nueve partidos.
Tampoco escapa a la vista de nadie que a medida que se agiganta la figura de Salva la de Baha se hace menor. Al menos en cuanto a protagonismo en el área. Pero -y basta ver la imagen inferior-, Baha no tuerce el gesto.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-04-27/baha-aleja-20090427.html
Baha, que se gana la vida como delantero, se aleja de la portería, un dato incontrovertible a estas alturas. Ocho goles en la primera vuelta y sólo uno en la segunda, aunque a esta aún le queden cinco partidos por disputar. En realidad, casi resulta más significativo otro dato: apenas una diana en las catorce últimas jornadas, la lograda en el Coliséum Alfonso Pérez de Getafe (1-2), en la vigésima sexta.
El trabajo del francomarroquí se hace cada día más sordo al tiempo que la distancia cada vez mayor respecto a la zona de definición. No por ello su rol pierde importancia. Su papel tiene mucho de solidario. Repercute en el buen funcionamiento del equipo, aunque quien puede pensar que si ha llegado a donde lo ha hecho es por su capacidad realizadora.
La realidad dicta, por el contrario, que en el Málaga son los volantes los que mandan cara al gol. El 'nueve' más habitual, Adrián, lleva tres tantos, y su misión es abrir huecos con su movilidad a los costados y sus maniobras para ofrecerse al espacio; y la misión de Baha, segundo delantero, es presionar la salida del rival y, con balón, constituirse en referencia para el remate.
Sin fuelle
Sin embargo, para esta segunda parte de su cometido apenas si le queda fuelle. El partido del miércoles en Pamplona fue uno de los mejores ejemplos. Durante la fase de mayor dominio del cuadro 'rojillo' Baha se desplazó de una punta a otra del campo para tratar de taponar la hemorragia defensiva malaguista y sus estadísticas ofensivas se resienten. Ya no se puede decir ni siquiera que falle ocasiones clamorosas, como en el trecho del comienzo de la segunda vuelta, en los partidos frente al Athletic, el Almería o el Valencia.
A estas alturas del curso sorprende descubrir que Baha estuvo presente en el once titular en todas las citas. Sólo se perdió la más prescindible -por aquello de que el Málaga apenas tuvo opciones de puntuar-, el 6-0 en el Camp Nou por un leve problema físico. Pese a ello, únicamente acabó siete partidos, ninguno de los nueve últimos que ha disputado.
Los números no engañan. Si durante la primera vuelta el clásico relevo de Salva por Fernando (u otro compañero) se posponía al último momento de los partidos, en las últimas semanas el cambio se ha adelantado. Baha no ha estado en el campo en los últimos veinticinco minutos en seis de los últimos nueve partidos.
Tampoco escapa a la vista de nadie que a medida que se agiganta la figura de Salva la de Baha se hace menor. Al menos en cuanto a protagonismo en el área. Pero -y basta ver la imagen inferior-, Baha no tuerce el gesto.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-04-27/baha-aleja-20090427.html