Diego, el fichaje que ya llegó con una rodilla tocada
La preocupación en el vestuario es evidente. El central siente molestias con apenas un par de entrenamientos. Pese a la advertencia en el examen médico, el club siguió adelante con su contratación
SERGIO CORTÉS
Miércoles, 4 octubre 2017, 01:59
En el vestuario del Málaga la principal preocupación, como es lógico, es la situación clasificatoria del equipo. No obstante, también existen otras para los componentes de la plantilla. Alguna es sobradamente conocida, como la situación de Ontiveros, pero otras no tanto. A día de hoy la más importante de las 'ocultas' es el estado físico del central gaditano Diego González, que llegó procedente del Sevilla después del fracaso en las gestiones con el sportinguista Meré. Sus problemas de rodilla han encendido la luz de alarma, porque apenas se ejercita dos días seguidos y ya siente molestias que lo obligan a parar.
No son casos comparables, pero lo que sucede a día de hoy con Diego recuerda mucho a lo vivido durante las dos últimas temporadas de Weligton. Más que nada, por los temores internos. El brasileño apenas podía trabajar un par de días seguidos porque el dolor era insoportable. Hace dos campañas el '3' hizo de tripas corazón y aguantó hasta límites extremos, gracias a las infiltraciones, porque el equipo lo necesitaba. Y mucho. Pero en la anterior, nada más llegar Juande Ramos, este comprobó que el problema era demasiado grave. Jugar un partido lo obligaba a no entrenarse durante una semana y, como consecuencia, apenas llegaba sin ritmo de entrenamientos al siguiente encuentro. Al comenzar la Liga el manchego tuvo que dejarlo fuera. Recurrió a él en la tercera jornada, consciente del riesgo, y en la jugada clave frente al Villarreal en La Rosaleda quedó patente que el zaguero no estaba para competir. Después, la historia es sobradamente conocida: ya no pudo volver a los terrenos de juego y, con todo el dolor de su corazón, tuvo que retirarse.
Mutismo
Obviamente no es ese el caso de Diego González, pero en este tipo de situaciones los precedentes en el Málaga no han sido demasiado halagüeños... Por eso, la preocupación en el cuerpo médico, el cuerpo técnico y sus propios compañeros es tan alta. A día de hoy todos evitan pronunciarse sobre el alcance real de sus problemas físicos y prefieren optar por el mutismo (algo por otro lado bastante habitual en cuestiones médicas).
Pero el problema de Diego no es de ahora. El central ya llegó con la rodilla tocada, según ha podido saber este periódico. En este momento se habla desde el club de la necesidad de someter al futbolista a más pruebas diagnósticas, pero la realidad es otra bien distinta: ya en el reconocimiento médico cuando estaba a punto de comprometerse con el Málaga se hicieron constar en el preceptivo informe esos problemas de rodilla. Así se le comunicó a la dirección deportiva y también a los responsables del club. Pese a ello, en la cúpula de la entidad se optó por proseguir con la negociación y cerrar la contratación.
Conviene apuntar que situaciones de este tipo se han producido en otras ocasiones y que a veces los jugadores llegan con algún tipo de problema físico que se considera de escasa importancia. Y no sólo en el Málaga, sino en casi todos los clubes. Raras veces un fichaje queda rechazado y además no siempre se acierta cuando se adopta esta decisión. Por ejemplo, el Racing de Santander no fichó a Motta en 2008 tras su paso por el Atlético de Madrid al considerar que no era apto para jugar. Sí lo quiso el Génova, donde jugó 26 partidos esa misma temporada, y después ha triunfado en el Inter y el París Saint-Germain.
El caso de Baiano
El caso más llamativo en el Málaga tuvo como protagonista a Baiano a mediados de la temporada 2004-2005, porque llegó, según se supo luego, con la rodilla muy maltrecha («tenía más ruido que las maracas de Machín», apuntaron meses después) y aun así se le incorporó. Su rendimiento en la segunda vuelta fue espectacular con goles decisivos... pero cuando llegó el final de aquella campaña el club ni siquiera se planteó negociar su renovación. Acabó en el Celta, donde pasó con más pena que gloria.
La preocupación en el caso de Diego se ha disparado porque después del preceptivo descanso tras sufrir las primeras molestias ha vuelto a recaer al entrenarse un par de veces. De ahí el temor a que el central tenga problemas físicos de más importancia. Desde luego, en su momento se produjo la advertencia en el reconocimiento médico. Y en el club se optó por asumir el riesgo...
http://malagacf.diariosur.es/diego-fichaje-llego-20171004005850-ntvo.html
La preocupación en el vestuario es evidente. El central siente molestias con apenas un par de entrenamientos. Pese a la advertencia en el examen médico, el club siguió adelante con su contratación
SERGIO CORTÉS
Miércoles, 4 octubre 2017, 01:59
En el vestuario del Málaga la principal preocupación, como es lógico, es la situación clasificatoria del equipo. No obstante, también existen otras para los componentes de la plantilla. Alguna es sobradamente conocida, como la situación de Ontiveros, pero otras no tanto. A día de hoy la más importante de las 'ocultas' es el estado físico del central gaditano Diego González, que llegó procedente del Sevilla después del fracaso en las gestiones con el sportinguista Meré. Sus problemas de rodilla han encendido la luz de alarma, porque apenas se ejercita dos días seguidos y ya siente molestias que lo obligan a parar.
No son casos comparables, pero lo que sucede a día de hoy con Diego recuerda mucho a lo vivido durante las dos últimas temporadas de Weligton. Más que nada, por los temores internos. El brasileño apenas podía trabajar un par de días seguidos porque el dolor era insoportable. Hace dos campañas el '3' hizo de tripas corazón y aguantó hasta límites extremos, gracias a las infiltraciones, porque el equipo lo necesitaba. Y mucho. Pero en la anterior, nada más llegar Juande Ramos, este comprobó que el problema era demasiado grave. Jugar un partido lo obligaba a no entrenarse durante una semana y, como consecuencia, apenas llegaba sin ritmo de entrenamientos al siguiente encuentro. Al comenzar la Liga el manchego tuvo que dejarlo fuera. Recurrió a él en la tercera jornada, consciente del riesgo, y en la jugada clave frente al Villarreal en La Rosaleda quedó patente que el zaguero no estaba para competir. Después, la historia es sobradamente conocida: ya no pudo volver a los terrenos de juego y, con todo el dolor de su corazón, tuvo que retirarse.
Mutismo
Obviamente no es ese el caso de Diego González, pero en este tipo de situaciones los precedentes en el Málaga no han sido demasiado halagüeños... Por eso, la preocupación en el cuerpo médico, el cuerpo técnico y sus propios compañeros es tan alta. A día de hoy todos evitan pronunciarse sobre el alcance real de sus problemas físicos y prefieren optar por el mutismo (algo por otro lado bastante habitual en cuestiones médicas).
Pero el problema de Diego no es de ahora. El central ya llegó con la rodilla tocada, según ha podido saber este periódico. En este momento se habla desde el club de la necesidad de someter al futbolista a más pruebas diagnósticas, pero la realidad es otra bien distinta: ya en el reconocimiento médico cuando estaba a punto de comprometerse con el Málaga se hicieron constar en el preceptivo informe esos problemas de rodilla. Así se le comunicó a la dirección deportiva y también a los responsables del club. Pese a ello, en la cúpula de la entidad se optó por proseguir con la negociación y cerrar la contratación.
Conviene apuntar que situaciones de este tipo se han producido en otras ocasiones y que a veces los jugadores llegan con algún tipo de problema físico que se considera de escasa importancia. Y no sólo en el Málaga, sino en casi todos los clubes. Raras veces un fichaje queda rechazado y además no siempre se acierta cuando se adopta esta decisión. Por ejemplo, el Racing de Santander no fichó a Motta en 2008 tras su paso por el Atlético de Madrid al considerar que no era apto para jugar. Sí lo quiso el Génova, donde jugó 26 partidos esa misma temporada, y después ha triunfado en el Inter y el París Saint-Germain.
El caso de Baiano
El caso más llamativo en el Málaga tuvo como protagonista a Baiano a mediados de la temporada 2004-2005, porque llegó, según se supo luego, con la rodilla muy maltrecha («tenía más ruido que las maracas de Machín», apuntaron meses después) y aun así se le incorporó. Su rendimiento en la segunda vuelta fue espectacular con goles decisivos... pero cuando llegó el final de aquella campaña el club ni siquiera se planteó negociar su renovación. Acabó en el Celta, donde pasó con más pena que gloria.
La preocupación en el caso de Diego se ha disparado porque después del preceptivo descanso tras sufrir las primeras molestias ha vuelto a recaer al entrenarse un par de veces. De ahí el temor a que el central tenga problemas físicos de más importancia. Desde luego, en su momento se produjo la advertencia en el reconocimiento médico. Y en el club se optó por asumir el riesgo...
http://malagacf.diariosur.es/diego-fichaje-llego-20171004005850-ntvo.html