Las altas antes de tiempo y los errores de diagnóstico, los motivos más usuales en los más de 400 casos llevados ante el juez en 2008
Los tribunales dan la razón a los pacientes en ocho de cada diez casos
Al igual que ocurre con las carreteras, el sistema sanitario también arrastra una serie de puntos negros que, según explican los expertos, contribuyen a que se registren 'accidentes' o negligencias médicas. El factor humano se mezcla en la coctelera con ingredientes como la falta de recursos, la saturación de ciertos servicios o la presión asistencial, y da como resultado dramas humanos que se sirven con los ánimos caldeados en los juzgados. Según el último balance hecho público por la Asociación el Defensor del Paciente, sólo en el último año, los abogados de esta organización recibieron 416 denuncias procedentes de enfermos malagueños, la mayoría ligadas a los servicios de urgencias y traumatología.
La provincia es, tras Sevilla, la segunda con mayor número de expedientes presentados ante los juzgados andaluces. A tenor del informe de la asociación, la comunidad autónoma -con 1.538 casos contabilizados en 2008- se lleva la plata del palmarés nacional, sólo superada por Madrid, que sumó 4.111.
A juicio de la presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, las cifras evidencian que el usuario cada vez está «más cansado» de no recibir una buena atención. «Muchos hospitales están colapsados y, en general, existe una cierta dejadez con ciertos pacientes como las personas mayores», apostilló Flores.
Servicios desbordados
En alusión a las urgencias de los hospitales andaluces, Flores criticó que estén «totalmente desbordadas». «En parte por falta de medios, en parte porque en ocasiones el ciudadano ataja por sus puertas para conseguir atención especializada por la vía rápida, algo imposible desde la atención primaria. La situación es insostenible en época de gripe y estival», aseveró.
En su opinión, la saturación de este servicio es la principal causa de que se produzcan altas «indebidas y precipitadas», con las consiguientes repercusiones sobre los pacientes. El último caso, según defiende esta asociación, se produjo este mismo martes 14 de abril en el Hospital Clínico.
El relato de la familia del enfermo, que ingresó con la tensión desorbitada, alega que el hombre de 65 años murió cuatro horas después de abandonar las urgencias y que el facultativo le instó a irse afirmándole que su cuerpo «se había acostumbrado a la hipertensión», afirmación que negó en rotundo el complejo sanitario, que aseguró que la víctima dejó el centro con la tensión «totalmente controlada».
Su caso está ahora en la Fiscalía, a la espera de resolución. Y es que, como destaca Carmen Flores, rara vez administración y usuario llegan a un acuerdo que evite pisar los tribunales. Eso sí, las estadísticas que maneja esta organización concluyen que cuando se llegan a procedimientos contenciosos administrativos, en el 80% de las ocasiones el juez suele darle la razón al demandante.
Errores de diagnóstico
Las ya citadas altas indebidas son junto a los errores de diagnóstico las causas más repetidas en las demandas presentadas por los usuarios de la sanidad malagueña. Según Flores, los errores son «un continuo» en pacientes con cáncer. Al respecto, cita dos sentencias registradas en el último año por sus servicios jurídicos, en las que los magistrados condenaron a dos hospitales malagueños. La primera de ellas al Clínico por la muerte de un paciente oncológico a causa de demora en el tratamiento que precisaba. La segunda, a Carlos Haya, por denegar quimioterapia a un enfermo que padecía cáncer de grado terminal en la vejiga y que tuvo que acudir a la privada.
La falta de infraestructura hospitalaria y el déficit en los servicios son, a juicio de Flores, los talones de Aquiles del sistema público. Carencias que llevan consigo -como recalca- que los profesionales estén menos motivados y, además, intenten agilizar el alta del usuario, para evitar problemas de colapso y falta de camas. En este sentido, lamenta que Andalucía esté a la cola de las comunidades autónomas. «La región tiene la mitad de hospitales que Cataluña, pese a superar en un millón el número de habitantes. En Málaga urge un tercer hospital», dijo.
Por su parte, preguntados por las negligencias médico-sanitarias, los sindicatos quisieron romper una lanza a favor de los profesionales del gremio. Juan Miguel Contioso, secretario provincial de Sanidad de UGT, negó que se precipitaran las altas en urgencias. «Los médicos no son irresponsables y saben que se juegan su carrera», dijo, aunque reconoció que falta espacio y que en ocasiones se tarda más de lo deseable en prestarles asistencia. El representante de CC. OO., Rafael González, atribuyó las denuncias a la presión asistencial, «hace falta más personal y mejores infraestructuras», planteó
http://www.diariosur.es/20090418/malaga/urgencias-traumatologia-centran-denuncias-20090418.html
Los tribunales dan la razón a los pacientes en ocho de cada diez casos
Al igual que ocurre con las carreteras, el sistema sanitario también arrastra una serie de puntos negros que, según explican los expertos, contribuyen a que se registren 'accidentes' o negligencias médicas. El factor humano se mezcla en la coctelera con ingredientes como la falta de recursos, la saturación de ciertos servicios o la presión asistencial, y da como resultado dramas humanos que se sirven con los ánimos caldeados en los juzgados. Según el último balance hecho público por la Asociación el Defensor del Paciente, sólo en el último año, los abogados de esta organización recibieron 416 denuncias procedentes de enfermos malagueños, la mayoría ligadas a los servicios de urgencias y traumatología.
La provincia es, tras Sevilla, la segunda con mayor número de expedientes presentados ante los juzgados andaluces. A tenor del informe de la asociación, la comunidad autónoma -con 1.538 casos contabilizados en 2008- se lleva la plata del palmarés nacional, sólo superada por Madrid, que sumó 4.111.
A juicio de la presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, las cifras evidencian que el usuario cada vez está «más cansado» de no recibir una buena atención. «Muchos hospitales están colapsados y, en general, existe una cierta dejadez con ciertos pacientes como las personas mayores», apostilló Flores.
Servicios desbordados
En alusión a las urgencias de los hospitales andaluces, Flores criticó que estén «totalmente desbordadas». «En parte por falta de medios, en parte porque en ocasiones el ciudadano ataja por sus puertas para conseguir atención especializada por la vía rápida, algo imposible desde la atención primaria. La situación es insostenible en época de gripe y estival», aseveró.
En su opinión, la saturación de este servicio es la principal causa de que se produzcan altas «indebidas y precipitadas», con las consiguientes repercusiones sobre los pacientes. El último caso, según defiende esta asociación, se produjo este mismo martes 14 de abril en el Hospital Clínico.
El relato de la familia del enfermo, que ingresó con la tensión desorbitada, alega que el hombre de 65 años murió cuatro horas después de abandonar las urgencias y que el facultativo le instó a irse afirmándole que su cuerpo «se había acostumbrado a la hipertensión», afirmación que negó en rotundo el complejo sanitario, que aseguró que la víctima dejó el centro con la tensión «totalmente controlada».
Su caso está ahora en la Fiscalía, a la espera de resolución. Y es que, como destaca Carmen Flores, rara vez administración y usuario llegan a un acuerdo que evite pisar los tribunales. Eso sí, las estadísticas que maneja esta organización concluyen que cuando se llegan a procedimientos contenciosos administrativos, en el 80% de las ocasiones el juez suele darle la razón al demandante.
Errores de diagnóstico
Las ya citadas altas indebidas son junto a los errores de diagnóstico las causas más repetidas en las demandas presentadas por los usuarios de la sanidad malagueña. Según Flores, los errores son «un continuo» en pacientes con cáncer. Al respecto, cita dos sentencias registradas en el último año por sus servicios jurídicos, en las que los magistrados condenaron a dos hospitales malagueños. La primera de ellas al Clínico por la muerte de un paciente oncológico a causa de demora en el tratamiento que precisaba. La segunda, a Carlos Haya, por denegar quimioterapia a un enfermo que padecía cáncer de grado terminal en la vejiga y que tuvo que acudir a la privada.
La falta de infraestructura hospitalaria y el déficit en los servicios son, a juicio de Flores, los talones de Aquiles del sistema público. Carencias que llevan consigo -como recalca- que los profesionales estén menos motivados y, además, intenten agilizar el alta del usuario, para evitar problemas de colapso y falta de camas. En este sentido, lamenta que Andalucía esté a la cola de las comunidades autónomas. «La región tiene la mitad de hospitales que Cataluña, pese a superar en un millón el número de habitantes. En Málaga urge un tercer hospital», dijo.
Por su parte, preguntados por las negligencias médico-sanitarias, los sindicatos quisieron romper una lanza a favor de los profesionales del gremio. Juan Miguel Contioso, secretario provincial de Sanidad de UGT, negó que se precipitaran las altas en urgencias. «Los médicos no son irresponsables y saben que se juegan su carrera», dijo, aunque reconoció que falta espacio y que en ocasiones se tarda más de lo deseable en prestarles asistencia. El representante de CC. OO., Rafael González, atribuyó las denuncias a la presión asistencial, «hace falta más personal y mejores infraestructuras», planteó
http://www.diariosur.es/20090418/malaga/urgencias-traumatologia-centran-denuncias-20090418.html